LAS AVES DE PUERTO RICO EN FOTOGRAFÍAS

PLAN DE LA OBRA

Cómo usar este CD-ROM
Reconocimientos
Sobre los colaboradores
Introducción
Biogeografía y evolución de las aves en las Antillas
Extinción: una panorámica
Aves migratorias
Factores que afectan la conservación de las aves en Puerto Rico
La observación de las aves
La observación de las aves: ┐Qué es?
La observaci≤n de las aves: Perfeccionßndonos
Organizaciones que apoyan la observación de ave y la conservaci≤n
Familiarizándonos: una ruta para ver aves
Listas de las aves de Puerto Rico
Principios de la ética para la observación de aves
Otras fuentes de información
Bibliografía

 

Cómo usar esta publicación

Esta publicación está compuesta de tres secciones: material introductorio sobre las aves de Puerto Rico y su conservación; la sección principal con reseñas individuales para cada especie; y, finalmente, varios apéndices sobre cómo identificar y dónde encontrar aves, incluyendo una ruta donde se pueden ver un gran número de especies. El orden de las especies sigue la secuencia del documento "Checklist of North American Birds", séptima edición, producido por la American Ornithologists' Union. (Vea la siguiente direcci≤n del Internet: http://www.aou.org/aou/birdlist.html) Esta secuencia agrupa las especies por parentesco y es comúnmente usada en otros libros sobre aves. Por lo general, las aves marinas y acuáticas (muchas veces de gran porte) se encuentran primero en el texto, mientras que las aves terrestres (frecuentemente pequeñas) aparecen después. Las reseñas para las especies que anidan en la Isla y las aves migratorias comunes son más extensas que aquéllas para las especies que visitan la Isla pero que no anidan en Puerto Rico.

Cada reseña contiene la siguiente información:

NOMBRE: El nombre en español aparece primero en negrita, seguido por el nombre en inglés y el nombre en latín en cursiva. Para más detalles sobre el esquema de clasificación de nombres en latín usados en la taxonomía, consulte el apéndice. Los nombres en espa±ol estßn menos estandarizados que los nombres en inglΘs. Varias sugerencias aparecen en este CD-ROM.

IDENTIFICACIÓN: Una pequeña descripción de los rasgos sobresalientes aparece primero, seguida por el tamaño y el peso aproximado de la especie, siempre y cuando esta información exista. El tamaño se mide de la punta del pico a la punta de la cola. Esta medida puede ser engañosa en especies con picos largos o colas en forma de cinta. El peso en gramos aparece como una sola cifra promedio o un rango. Dado que el peso y el tamaño provienen de fuentes diferentes, una comparación entre especies es solamente posible en términos generales. Las aves muchas veces también se ven más grandes o más pequeñas de lo que realmente son, dependiendo de las proporciones relativas de la cola y el cuerpo, si el ave eriza su plumaje y otros factores. Se indica si diferentes nombres en inglés para la misma especie aparecen en guías de campo recientes.

VOZ: Se describe el canto común o una descripción de los llamados, usualmente usando un ejemplo publicado de las monografías de "Birds of North America", las obras de Wetmore u otros autores. Tratar de traducir el canto de un ave a una descripción escrita es difícil, pero cuando el canto es escuchado estas transcipciones nos pueden ayudar a memorizar las diferentes vocalizaciones.

Aproximadamente unas 300 rese±as poseen enlaces que conectan con grabaciones de sonido. Para estas especies, en la secci≤n titulada "Voz" haga clic en "Audio", escrito con letras azules, para escuchar estas grabaciones. El nombre del autor de estas grabaciones aparece en parΘntesis. El n·mero de grabaciones individuales que se encuentran agrupadas en una misma grabaci≤n aparece justo antes del nombre del autor. Los intervalos largos entre sonidos pueden estar acortados para ahorrar espacio en la computadora y facilitar que usted pueda escuchar las grabaciones. (Informaci≤n sobre las grabaciones).

El navegador de Internet de su computadora (Netscape, Internet Explorer, Mozilla, etc.) tiene que poder tocar archivos en formato "wav" si quiere escuchar las grabaciones. (Si no tiene este "software", lo puede bajar sin costo alguno por Internet). Dependiendo de c≤mo estΘ configurado el navegador de su computadora, quizßs no pueda escuchar las vocalizaciones y ver el texto y las fotografφas al mismo tiempo (aunque quizßs lo consiga si lo reconfigura). En Puerto Rico, un sonido que se oye al fondo de muchas de las grabaciones es el canto de las diferentes especies de coquφ. Haga clic aquφ para escuchar una muestra.

HÁBITAT: Hábitat típico para la especie en Puerto Rico.

HÁBITOS: Comportamiento, dieta, nidificación.

ESTADO Y CONSERVACIÓN: Se clasifican las especies como comunes, poco comunes, raras, accidentales (menos de diez avistamientos) o amenazadas. También están clasificadas como residentes, visitantes invernales o migratorias. Se nota si la población va en aumento o descenso, al igual que cualquier amenaza. Se incluyen las fechas de avistamientos recientes de especies raras o accidentales, usualmente basadas en reportes del Censo Navide±o de Aves y publicaciones tales como El Bien-te-veo, North American Birds y las guφas de campo de Raffaele. Las tendencias poblacionales para algunas especies se encuentran en Audubon WatchList y la pßgina del Patuxent Wildlife Research Center, en:
http://www.mp2-pwrc.usgs.gov/bbs/
;
http://www.mp2-pwrc.usgs.gov/bbs/Puerto_Rico/.

DISTRIBUCIÓN: Se da un resumen de la distribución a nivel mundial, incluyendo áreas de reproducción e invernada. Aquí se discuten algunas subespecies de singular interés al igual que posibles separaciones taxonómicas. Para muchas especies, se incluye un lugar en Puerto Rico donde se puede encontrar la especie con frecuencia.

FOTOGRAFÍAS: Ochenta fotógrafos han colaborado en este proyecto. Se les da crédito al lado de cada fotografía y bajo "Agradecimientos". Cuando las fotos son de aves capturadas en redes de niebla ("mist nets") o de aves enjauladas, un asterisco (*) aparece al lado de los créditos para esa foto.

REFERENCIAS: Se incluyen varias referencias para cada especie. Hemos incluido sólo las referencias más recientes como punto de partida para localizar trabajos más antiguos y hemos evitado literatura sin publicar. La historia de la ornitología puertorriqueña por Wiley recopila otras fuentes de información.

Las obras de Raffaele que aparecen en el apéndice contienen descripciones más detalladas sobre plumaje, voz, comparaciones con especies similares, y fechas de ocurrencia para especies migratorias.

 

Reconocimientos

El grupo inicial que concibi≤ este proyecto estuvo compuesto por Giff Beaton, JosΘ Ramos G≤mez, JosΘ F. Cordero y Mark W. Oberle. Los consejos y la ayuda de los recientes presidentes de la Sociedad Ornitol≤gica Puertorrique±a, Inc. (SOPI), Carlos Ruiz Lebr≤n y Leopoldo Miranda Castro, fueron de suma importancia.

Esta publicaci≤n serφa imposible sin las contribuciones de 50 fot≤grafos. Las 1,600 fotos en este CD-ROM representan el esfuerzo cumulativo de miles de horas de trabajo de campo. Estos fot≤grafos son Wayne Arendt, Jerry Bauer, Giff Beaton, Steve Bentsen, Greg Brinkley, Pablo Blanco, Gilberto Bonilla, Robert Cabello (Dallas Zoo), Michael L. Carpenter, Don y Doris Cohrs, Miguel Col≤n Morales, Sergio Col≤n, Richard Crook, José A. Cruz, Carlos Delannoy, Vladimir Dinets, Michael Donahue, George Dremeaux, John Faaborg, Eladio Fernßndez, James F. Flynn, Jr., David R. Fuller, Mark A. George, Hank Golet, Frank S. Gonzßlez, Dan Guynn, Bruce Hallett, Chris Haney, Joan Hesterberg, Earl Horn, Jon Hornbuckle, Antonio I±igo, Cameron y Angela Kepler, Suppalak Klabdee, Greg Lasley, Allen Lewis, Kevin Li, Hana L≤pez Torres, Alexis Martínez, Ellery McClintock, Leopoldo Miranda Castro, Juan Morales, Luis O. Nieves, Doug North, Mark Oberle, Tony Palliser, James Parnell, Dennis Paulson, Jes·s F. PΘrez Pagßn, Don Pfitzer, Ken Riddle, Chris Rimmer, Don Roberson, Pedro Genaro Rodrφguez, Rafael Rodríguez Mojica, Carlos Ruiz Lebrón, José Salguero, Jorge Saliva, Padre Alejandro J. Sßnchez Mu±oz, Robert Santos, Jo Scozzafava, David W. Sonneborn, Ruth Sullivan, Ken Tracey, Robert y Esther Tyrrell, el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS), Eduardo Ventosa, Francisco Vilella, Joel Volpi, Kari Westphal, Wally Wilhoite, Jim Wilson, Joe y Brenda Wolf, y Robert Zaremba. Se les da crΘdito abajo de cada fotografφa.

El audio fue contribuido por Barb Beck, Lindsey Brown, Larry Bryan, David Deifik, Roy DeWitt, John Faaborg, Sky y Anne Hilts, Hank Golet, Elaine y Norman Hopgood, Greg Lasley, William A. Mackin, Ken Meyer, Martin J. Muller, Mark Oberle, John Quantro, Rafael Rodríguez Mojica, Jorge Saliva, Doug Von Gausig, y Joe y Brenda Wolf.

Wayne Arendt, Giff Beaton, JosΘ F. Cordero, Eli Elder, Haynes Miller, Raul PΘrez-Rivera, José J. Placer, Carlos Ruiz Lebr≤n, Jorge Saliva y Genie Silver revisaron el texto. José J. Placer ha producido una traducci≤n excelente y Georgann Schmalz contribuy≤ los ensayos sobre c≤mo observar aves.

Greg Budney, Brad Coryell, Bob Grotke, Miriam Herrero, Pat Hood, Jeremiah Jester, Jane Jeszeck, Walter Knapp, Alice Manos, Dan McComb, Martin McClellan, José J. Placer, Yovanni Ruiz, Robert Santos y Wally Wilhoite nos ayudaron en la preparaci≤n del CD-ROM.

Mucha gente nos ha ayudado en el trabajo de campo y con informaci≤n clave, incluyendo: Hernßn Abreu, John Andrew, Tony Ayala, Edward L. Baker, Jr., Jack Bettesworth, Paul Blake, Roger Boughton, Patty Bruce, JosΘ A. Camacho, Franco Carri≤n, Mark y Susan Churchill, Sergio Col≤n L≤pez, JosΘ Cruz, Jack C. Eitniear, Pedro Fernßndez, Martin Frost, John Fulton, Ricardo Garcφa, Laredo Gonzßlez, Chris Haney, Chuck Hunter, Gary Kratt, Carol Lambert, David Lee, Allen Lewis, Marφa L≤pez, Alexis Martφnez, Hope McCourt, Bret Medders, Britta Muiznieks, Fernando N·±ez, Mardie Oberle, William P. Oberle, Ni±a T. Oberle, William S. Oberle, Gary Phillips, ┴ngel Plaza, Ada Nilsa Pomales, Bill Pranty, José Rigau Pérez, Pedro Luis Ruiz, Aurora Sastre, Charles Siegel (Dallas Zoo), James W. Stratton, Greg Toffic, Pablo Torres, Rusty and Cheryl Trump, Ricardo Valentφn, Agustφn Valido, Luis Vßzquez, Eduardo Ventosa, Joseph Wunderle, Jr. y Helena Wood.

La ayuda generosa de varias organizaciones nos ha ayudado en este proyecto, incluyendo: Nuttall Ornithological Club, Georgia Ornithological Society y la Sociedad Ornitol≤gica Puertorrique±a.

Prof. Mark Oberle
Box 357230
University of Washington
Seattle WA 98195-7230
oberle@mindspring.com

 

SOBRE LOS COLABORADORES

Mark W. Oberle es Profesor de Epidemiologφa y Servicios de Salud en la Escuela de Salud P·blica y Medicina Comunitaria de la Universidad de Washington. Ha estudiado ecologφa y ornitologφa en los tr≤picos americanos durante 30 a±os. TambiΘn ha trabajado con Centers for Disease Control and Prevention como epidemi≤logo en AmΘrica Latina, incluyendo dos a±os como director de control de enfermedades infecciosas en Puerto Rico. Ha publicado mßs de 100 libros y artφculos cientφficos en los campos de la ornitologφa, medicina y salud p·blica.

Carlos Ruiz Lebr≤n, consultor ambiental, fue presidente de la Sociedad Ornitol≤gica Puertorrique±a hasta 1998. Dirigi≤ el programa de recuperaci≤n de la Paloma Sabanera de 1991 a 1997.

Giff Beaton es piloto de lφneas aΘreas comerciales, residente de Atlanta, y un experto observador de aves quien ha fotografiado a mßs de 1,500 especies de aves en el mundo entero.

JosΘ Ramos G≤mez, Ph.D, es editor y autor de libros. Ha dirigido varias casas editoras e imprentas con facilidades de producci≤n modernas, publicando libros y revistas en toda LatinoamΘrica.

José J. Placer aport≤ con la redacci≤n y la traducci≤n al castellano en esta colaboraci≤n. JosΘ es el director ejecutivo de la Sociedad Coereba, una organizaci≤n sin fines de lucro que concientiza sobre la naturaleza y su conservaci≤n en Puerto Rico y las islas Vφrgenes a travΘs de los medios masivos de comunicaci≤n. En la actualidad, la Sociedad desarrolla una nueva revista, Coereba.

Para los fot≤grafos, vea la secci≤n de los agradecimientos.

 
Introducción

Con su canto, su colorido plumaje y su capacidad para el vuelo, las aves siempre han fascinado a los seres humanos. Las aves se comunican usando la vista y el oφdo, al igual que nosotros. Por contraste, muchas especies de mamφferos son nocturnas y se comunican usando el olfato y sonidos de alta frequencia, sentidos que se han ido deteriorando en los seres humanos seg·n hemos evolucionado. Mßs allß de admirarlas intrφnsicamente por lo que son, las aves nos llevan a una apreciaci≤n de la conexi≤n, la fragilidad y lo extraordinario de la vida. Estas cualidades son mßs fßciles de comprender en nuestro ambiente isle±o que en uno continental. Cuando aprendemos sobre las aves en nuestro entorno tambiΘn nos damos cuenta de lo mucho que nuestro ambiente ha cambiado en los ·ltimos siglos. Para conservar nuestro riquφsimo patrimonio natural para que sea disfrutado por generaciones futuras, es importante que aprendamos de los errores de nuestra historia y tambiΘn de los triunfos en las gestiones de conservaci≤n. El estudio de las aves y sus poblaciones nos puede dar una idea de c≤mo vivir en harmonφa con la naturaleza.

Mientras que la mayorφa de los seres humanos se dedica a aprender sobre nuestra propia especie, Homo sapiens, todavφa sabemos muy poco sobre la historia de vida de las plantas y animales que nos rodean y de los cuales depende nuestra supervivencia. En otras Θpocas veφamos a las aves como plagas agrφcolas o piezas cinegΘticas, pero mßs personas estudian hoy en dφa a las aves con binoculares que con escopetas. Existen mßs o menos unas 9,800 especies de aves en todo el mundo, cada una de ellas con su estrategia de comunicaci≤n, formas de apareamiento y adaptaciones ·nicas para sobrevivir en el planeta. Aun asφ, conocemos muy poco sobre el comportamiento y las estrategias de supervivencia de la mayorφa de las especies. Poniendo esto en perspectiva, existen alrededor de 100-300 billones de pßjaros en el mundo, y s≤lo seis billones de humanos. Es hora que conozcamos a nuestros vecinos.

Esta publicaci≤n estß dise±ada para estudiantes, turistas y todo aquel que desee entender el patrimonio natural de Puerto Rico a travΘs del conocimiento de sus aves. En su recorrido hay lecciones importantes sobre la conservaci≤n de nuestros recursos naturales. Hemos usado fotografφas y un texto escrito en un estilo sencillo para describir cada especie de una forma que sea accesible al lector general. Para algunas especies comunes o poco usuales tambiΘn hemos incluido segmentos de audio.

La avifauna de Puerto Rico incluye aproximadamente 350 especies de aves. Una tercera parte de este total, sin embargo, son "accidentales" (aves errantes que s≤lo se han reportado unas cuantas veces). Otras 35 especies han sido introducidas por el hombre y muchas de Θstas quizßs no cuenten con poblaciones reproductoras sustentables. Cerca de 120 especies anidan regularmente en Puerto Rico, incluyendo especies nativas y otras que han sido introducidas por los seres humanos a travΘs de los siglos. DiecisΘis de las especies que anidan en Puerto Rico son endΘmicas a la Isla, o sea, que bßsicamente no se encuentran en ning·n otro lugar (aunque algunas de estas especies tambiΘn ocurren en las islas Vφrgenes). En un futuro cercano la ciencia quizßs describa dos especies endΘmicas mßs para Puerto Rico, una vez que los tax≤nomos decidan elevar las subespecies al rango de especie: la calandria y el bobito.

El texto de esta publicaci≤n enfatiza las especies que anidan en Puerto Rico. Ademßs de la avifauna que anida en la Isla, muchas otras especies de aves anidan en AmΘrica del Norte pero pasan el invierno en los tr≤picos y s·btropicos, incluyendo a Puerto Rico y otras islas del Caribe. De hecho, muchas de estas aves migratorias pasan mßs tiempo en Puerto Rico que en sus ßreas de reproducci≤n. Estos visitantes comunes se ilustran con fotografφas, pero tienen un texto mßs limitado porque existe informaci≤n de fßcil acceso sobre su historia de vida en las publicaciones incluidas en la bibliografφa. Esta publicaci≤n tiene fotografφas de unas 350 especies de aves que se encuentran en Puerto Rico---la gran mayorφa de las especies que un observador casual o un observador de aves mßs serio pueden observar. A modo de ejemplo, tambiΘn se incluyen fotografφas de aves emparentadas que habitan otras islas.

 

Biogeografía y evolución de las aves en las Antillas

La evoluci≤n encuentra terreno fΘrtil en Puerto Rico, donde 16 especies vivientes de aves endΘmicas cohabitan una isla que mide tan s≤lo 100 millas por 35**. En comparaci≤n, los Estados Unidos contiguos ocupan una superficie 900 veces mayor pero cuentan con tan s≤lo diez especies endΘmicas a·n existentes. La raz≤n por la cual la Isla tiene tantas especies ·nicas es que las islas proveen singulares condiciones naturales y el aislamiento geogrßfico necesario para que poblaciones de plantas y animales evolucionen y se conviertan en nuevas especies. Vea la tabla abajo donde se comparan varias islas caribe±as

Ademßs del alto porcentaje de especies endΘmicas en las islas, existe cierta relaci≤n entre el n·mero total de especies en una isla, el tama±o de Θsta, y la distancia que la separa del continente. El tama±o de una isla refleja en parte la variedad de hßbitats que puede albergar. La distancia que la separa del continente refleja cußn aislada estß la isla de fuentes de inmigrantes. Estos dos factores interact·an en el Caribe. La tabla abajo no incluye aves introducidas, aves que se han extinguido recientemente o las especies "nuevas" que los tax≤nomos probablemente declararßn al dividir especies existentes en un futuro cercano. Para una discusi≤n mßs detallada sobre la distribuci≤n y evoluci≤n de la aves caribe±as, consulte la obra de Lack en la bibliografφa.

ISLA

ÁREA (millas cua.)

DISTANCIA DEL CONTINENTE

TOTAL SPECIES
ESPECIES NIDIFICANTES
ENDEMISMOS
CUBA
42,218
115
346
135
25 *
LA ESPAÑOLA
29,530
300
250
127
27
JAMAICA
4,244
340
268
107
28
PUERTO RICO
3,515
370
280
103
16
DOMINICA
290
260
110
56
2
Sta. LUC═A
238
180
131
58
5
San VICENTE
133
100
114
56
2

Fuente: BirdArea (Santa Barbara Software). El total de especies para Puerto Rico en la actualidad es mßs elevado que el indicado en la tabla.

* Varias especies s≤lo se encuentran en Cuba y las cercanas islas Bahamas, pero Θstas no se incluyen en el total de endemismos.

** Las dimensiones mßximas de Puerto Rico son 111 por 39 millas (3,435 millas cuadradas). En comparaci≤n con las islas, la extensi≤n territorial de los 48 estados contiguos es de 3,096,107 millas cuadradas (8,018,878 kil≤metros cuadrados), con solamente 10 especies endΘmicas.

Referencias adicionales

 

Extinción: Una panorámica

Al hablar de la extinci≤n, un argumento err≤neo que se oye con frecuencia es que siendo la selecci≤n natural y la extinci≤n de las especies procesos naturales, entonces la raza humana no tiene por quΘ preocuparse con el exterminio de otras especies. Esta creencia es correcta en parte, pero estß basada en una perspectiva distorsionada de la historia. En los ·ltimos 500 millones a±os se han dado cinco episodios de extinci≤n en masa donde grandes n·meros de especies se extinguieron en un perφodo muy corto de tiempo. El mßs famoso de Θstos fue el ·ltimo episodio totalmente en el pasado, el que marc≤ la desaparici≤n de los dinosaurios hace 65 millones de a±os. Durante la mayorφa de la historia de la Tierra, sin embargo, las tasas naturales de extinci≤n han sido mucho menores.

Estamos en el medio del sexto episodio de extinci≤n en masa en nuestra historia geol≤gica. ╔ste no es causado por impactos de cometas, erupciones volcßnicas o fluctuaciones climatol≤gicas, sino por una creciente poblaci≤n humana y sus resultantes impactos sobre los recursos naturales. Hoy en dφa la tasa de extinci≤n es de 100 a mil veces mßs alta que durante el 99% de la historia del planeta. A nivel mundial, estamos perdiendo hasta unas 50,000 especies de plantas y animales todos los a±os. Tomemos a las aves como ejemplo: la tasa natural de extinci≤n durante la mayor parte de su presencia en la Tierra ha sido una extinci≤n cada mil a±os. Durante los ·ltimos miles de a±os, aproximadamente 2,000 especies de aves se han extinguido---una sexta parte del n·mero total de especies. Este dramßtico incremento en extinciones se debe en parte al cambio en el clima, pero principalmente se debe a la expansi≤n de poblaciones humanas, especialmente a territorios vφrgenes e insulares. El 12% de las 9,800 especies de aves que habitan el planeta estß amenazado de extinción.

El episodio actual de extinciones en masa tiene dos fases. Primero vino la expansi≤n del hombre a islas aisladas, incluyendo a Australia, Nueva Zelanda y las islas del Pacφfico y del Caribe. El hombre ha causado la extinci≤n de las especies directamente a travΘs de la caza, o indirectamente a travΘs de la modificaci≤n de hßbitats y la introducci≤n de enfermedades y animales ex≤ticos como gatos, ratas y mosquitos. Muchas veces las islas albergan especies que han perdido sus defensas contra depredadores y enfermedades y muchas especies insulares de aves han perdido la facultad para el vuelo. El dodo (Raphus cucullatus) de la isla de Mauricio es el ejemplo mßs famoso de una especie incapaz de volar destinada a desaparecer poco despuΘs del primer contacto con el hombre. En la mayorφa de los archipiΘlagos, el hombre (o sus ratas, animales domΘsticos y enfermedades) ha exterminado un sinn·mero de especies nativas poco despuΘs de su llegada. En Hawai, 70 de las 140 especies de aves terrestres endΘmicas se han extinguido desde la llegada del hombre a las islas hace 1,600 a±os. De las 70 especies que sobreviven, 31 estßn en peligro de extinci≤n.

La segunda fase del episodio actual de extinciones en masa es la destrucci≤n de especies en grandes continentes debido a la expansi≤n humana y la presi≤n sobre hßbitats y poblaciones de la vida silvestre que Θsta ejerce. El ave mßs com·n en todo el mundo en los tiempos de Col≤n era la paloma pasajera (Ectopistes migratorius) de AmΘrica del Norte, con una poblaci≤n estimada en varios billones. La caza para abastecer los mercados y la destrucci≤n del hßbitat de esta especie erradic≤ con la misma para 1914. El Periquito de Carolina (Conuropsis carolinensis) anidaba en el este de NorteamΘrica pero fue cazado hasta la extinci≤n en 1918.

En los ·ltimos cinco siglos, 43 de las 197 especies endΘmicas de aves y mamφferos en las Antillas se han extinguido. Seg·n estudios recientes, en las Antillas habφa de 50 a 60 especies endΘmicas de cotorras, periquitos y guacamayos antes de la llegada del hombre. De Θstas, s≤lo 12 han sobrevivido.

Puerto Rico no ha escapado de esta sexta extinci≤n en masa, aunque las causas exactas en cada extinci≤n talvez nunca se sepan. En los ·ltimos milenios Puerto Rico ha perdido por lo menos seis aves endΘmicas, un cifra semejante a la de toda AmΘrica del Norte. Algunas de estas extinciones recientes pueden ser atribuidas al cambio climatol≤gico, otras a los indios taφnos, y otras al impacto de poblaciones mßs modernas. Puerto Rico tenφa un rßlido de gran tama±o incapaz de volar que era cazado por los taφnos, una becasina, una perdiz paloma, una lechuza, un caracara y un pinz≤n, todas Θstas especies endΘmicas. Varias subespecies en Puerto Rico tambiΘn se han extinguido recientemente. Algunas especies que sobreviven en otros lugares estßn extinguidas en Puerto Rico. Por ejemplo, el Cuervo Cuelliblanco (Corvus leucognaphalus) fue cazado hasta el exterminio en Puerto Rico para mediados del siglo pasado pero sobrevive en La Espa±ola. El carrao (Aramus guarauna) se cazaba en la Isla durante el siglo XIX pero ahora es avistado muy infrecuentemente. Dado que los huesos de las aves son frßgiles y fßcilmente destruidos, otras especies sin duda se han extinguido en siglos recientes en Puerto Rico pero no han dejado rastros o huellas.

Estas especies extinguidas---algunas de las cuales eran aves comunes---nos deben hacer recordar a todos que no podemos confiarnos, pensando que las especies con las cuales compartimos el planeta hoy lo harßn ma±ana con nuestros hijos. Si no fuera por importantes esfuerzos conservacionistas empezando en la dΘcada de 1960, la cotorra y la mariquita, ambas especies endΘmicas, sin duda estarφan extinguidas en Puerto Rico. Estos esfuerzos al principio requieren recursos cuantiosos e ininterrumpidos pero con suerte las poblaciones de estas especies se recuperarßn y futuras generaciones de puertorrique±os y visitantes disfrutarßn de la compa±ia de estas especies y aprenderßn mßs de ellas.

Desafortunadamente, sabemos poco sobre cómo los indios taínos interactuaban con el entorno natural después de su llegada a Puerto Rico. Sabemos que los iroquois, otro pueblo indígena, tradicionalmente incluían en sus grandes decisiones las necesidades de sus descendientes, siete generaciones en el futuro. Este raciocinio de siete generaciones---tomando en cuenta el impacto acumulativo y a largo plazo del uso del suelo y otras decisiones sobre recursos---debe tornarse algo común cuando tomamos decisiones. Tenemos que aplicar esta forma de pensar de siete generaciones para combatir el sexto episodio de extinciones en masa.

Es una lßstima que sepamos tan poco sobre c≤mo los indios taφnos interactuaron con el entorno natural despuΘs de su llegada a Puerto Rico. Sabemos que los iroquois y otros pueblos indφgenas norteamericanos tradicionalmente incluφan en sus grandes decisiones las necesidades de sus descendientes, siete generaciones en el futuro. Este raciocinio de siete generaciones---tomando en cuenta el impacto acumulativo y a largo plazo del uso del suelo y otras decisiones sobre los recursos---debe tornarse algo com·n cuando tomamos decisiones. Tenemos que aplicar esta forma de pensar de siete generaciones para combatir el sexto episodio de extinciones en masa.

Referencias adicionales

 

Aves migratorias

Muchas veces nos referimos a las aves en nuestros jardines como "nuestras" aves. El hecho es que a menudo compartimos nuestras aves con gente de otros paφses durante parte del a±o. Algunas de la aves mßs comunes en el invierno, tales como la reinita pechidorada, la reinita blanquinegra, lareinita galana, la candelita y el martín pescador son especies migratorias que anidan en AmΘrica del Norte. Estas especies son miembros importantes de la comunidad de aves en Puerto Rico y algunas de ellas llegan a pasar mßs tiempo en sus ßreas de invernada que en sus ßreas de reproducci≤n. Asφ vemos, entonces, c≤mo las decisiones sobre el manejo de recursos y la conservaci≤n afectan la abundancia de especies no s≤lo en la Isla, sino en sus ßreas de reproducci≤n tambiΘn. En el Caribe, la mayorφa de las aves migratorias que provienen de AmΘrica del Norte hacen parada en las islas mayores cerca del continente, resultando en un empobrecimiento en el n·mero de individuos de especies migratorias seg·n se avanza hacia el este. Aun asφ, las aves migratorias son un componente importante de la avifauna puertorrique±a.

Existen tambiΘn algunas especies que anidan en Puerto Rico pero que, no obstante el clima subtropical, migran fuera de la Isla parte del a±o. El julián chiví, el querequequé y la golondrina de iglesias, por ejemplo, son especies nidificantes comunes, pero la mayorφa de los individuos de estas especies abandonan la Isla para pasar el invierno en AmΘrica Central o del Sur. Este comportamiento quizßs sea un vestigio del perφodo glacial cuando el clima de Puerto Rico era mucho mßs templado que hoy en dφa. TambiΘn hay charranes y otras aves marinas que anidan en Puerto Rico pero se desplazan cientos de millas mar adentro cuando no estßn anidando.

Las poblaciones de muchas especies migratorias terrestres han disminuido recientemente. En los ·ltimos treinta a±os, por ejemplo, las poblaciones de la reinita galana han disminuido en un 2.6% anualmente en su ßrea de reproducci≤n en AmΘrica del Norte. Las razones para este declive varφan seg·n la especie y dependen de una compleja interacci≤n de factores en las ßreas de reproducci≤n, de invernada, y los lugares donde las aves "recargan sus energφas" durante las migraciones.

Factores que afectan la conservación de las aves en Puerto Rico

Muchos de los ecosistemas esenciales para las aves de Puerto Rico estßn amenazados y esta amenaza s≤lo empeorarß al menos que la sociedad apoye debidamente los proyectos de conservaci≤n. La conservaci≤n de la naturaleza en Puerto Rico es importante, no s≤lo para conservar el patrimonio natural de la Isla, sino tambiΘn para mantener los ecosistemas en otras regiones donde las especies migratorias pasan parte del a±o. La secci≤n a continuaci≤n ofrece una lista parcial de factores que impactan la conservaci≤n de algunas de las aves de Puerto Rico. Para mßs detalles sobre estas amenazas y sus posibles soluciones, consulte las obras de Raffaele y Greenberg y Reaser incluidas en la secci≤n "Otras fuentes de informaci≤n".

  • El uso del suelo: La modificaci≤n directa de hßbitats es uno de los factores mßs importantes afectando las poblaciones de la vida silvestre. D≤nde y c≤mo vive y trabaja la gente y c≤mo consume recursos son factores que tienen un impacto directo sobre el hßbitat natural. En Puerto Rico existe una tendencia a desarrollar las ßreas rurales, con personas viajando distancias cada vez mayores entre empleos en las ciudades y residencias en los suburbios, y mßs y mßs jubilados, provenientes de la Isla y los Estados Unidos continentales, mudßndose a la zonas rurales. El campo de Puerto Rico se estß convirtiendo en un suburbio de los grandes centros urbanos. En las ·ltimas dΘcadas, mßs de un tercio de los terrenos agrφcolas ha pasado a otros usos. Entre 1962 y 1997, las tierras agrφcolas disminuyeron de 1.9 millones a 1.3 millones de acres, aunque una peque±a parte de esta conversi≤n lo fue hacia bosque. Algunas especies de aves nativas, y muchas de las ex≤ticas, se benefician con el desarrollo urbano, pero muchas especies forestales nativas declinan con la urbanizaci≤n. Otro ejemplo del impacto de las decisiones sobre c≤mo usar el suelo es el de la disposici≤n de desperdicios s≤lidos. Puerto Rico genera unas 8,100 toneladas de basura todos los dφas. Esto crea presi≤n para crear nuevos vertederos, robßndole hßbitat a la vida silvestre por dΘcadas, especialmente en ßreas a poca elevaci≤n. Referencias adicionales
  • La deforestaci≤n: Hace 500 a±os, casi todo Puerto Rico estaba cubierto por bosques y asφ permaneci≤ hasta por lo menos principios del siglo XIX. Para principios del siglo XX, sin embargo, la Isla s≤lo contaba con el 1% de sus bosques originales. Con la creciente urbanizaci≤n de Puerto Rico que se dio despuΘs, muchos terrenos agrφcolas y pastizales abandonados dieron paso a bosques secundarios hasta llegar al casi 40% de cobertura forestal a finales del siglo XX. Desafortunadamente, desde la dΘcada de 1990, las prßcticas y polφticas del uso del suelo han resultado en una creciente deforestaci≤n, con mßs del 0.6% de los bosques desapareciendo cada a±o. Oficialmente, s≤lo se protegen unos 28,000 acres de bosque en el Bosque Nacional del Caribe (El Yunque) y 90,000 acres de bosques y humedales en 25 bosques estatales y reservas naturales, con una peque±a propuesta de ampliaci≤n para estas ·ltimas ßreas. Afortunadamente, muchas de las aves de las Antillas han evolucionado para estar adaptadas a los huracanes y, por ende, se han recuperado con relativa facilidad al compßs de la regeneraci≤n de los bosques.
  • La destrucción de humedales: La degradaci≤n de humedales en Puerto Rico es severa, con quizßs la mitad de los manglares ya destruidos y muchas ciΘnagas salobres o de agua dulce drenadas o convertidas en terrenos agrφcolas. Aunque algunas ciΘnagas han sido convertidas en lagos artificiales, tal como los lagos en los campos de golf, estos ecosistemas son relativamente simples y albergan pocas especies de aves.
    Referencias adicionales.
  • Las prácticas agrícolas: Los cambios en las prßcticas agrφcolas impactan a las aves en formas negativas y positivas. La deforestaci≤n para fines agrφcolas hace un siglo favoreci≤ las especies de campo abierto a costa de las especies forestales. El uso excesivo de fertilizantes resulta en una escorrentφa con abundantes cantidades de nitr≤geno que, al llegar a lagos, rφos, ciΘnagas y estuarios, altera los ecosistemas acußticos. Un desarrollo controversial es la conversi≤n subsidiada del cafΘ de sombra al cafΘ de sol. Esta prßctica remueve los ßrboles de sombra que muchas especies nidificantes y migratorias utilizan.
    Referencias adicionales
  • Los pesticidas: El DDT fue un insecticida clave en la campa±a que erradic≤ la malaria de Puerto Rico en la dΘcada de 1950 pero Θste y otros pesticidas con efectos prolongados redujeron drßsticamente el Θxito reproductivo de muchas especies de aves. Aunque el DDT ya no es usado legalmente en Puerto Rico, otros quφmicos usados en la agricultura y las toxinas industriales perjudican a las aves y otras formas de vida silvestre en formas que reciΘn ahora se tornan claras (http://www.abcbirds.org/pesticides/). Por ejemplo, algunos quφmicos se asemejan al estr≤geno, incluso en cantidades mφnimas, y severamente reducen el Θxito reproductivo (http://www.tmc.tulane.edu/ecme/eehome/).
  • La caza y la recolección de huevos: La caza y la recolecci≤n de huevos pudieran ser directamente responsables por la extinci≤n de varias especies en la Isla. Muchas de las ßreas de crφa de aves marinas se vieron afectadas severamente por la recolecci≤n de huevos para suministrar mercados comerciales. Debido a la caza indiscriminada, las poblaciones de patos, limφcolas y cotorras son mucho mßs bajas hoy en dφa que hace un siglo. Aunque los reglamentos modernos que rigen la caza estßn dise±ados para mantener niveles poblacionales, la caza furtiva sigue siendo un problema. El Tratado de Especies Migratorias ("Migratory Bird Treaty Act"), legislaci≤n federal, aplica a Puerto Rico y las Islas Vφrgenes Americanas. Esta ley prohibe matar, poseer, transportar e importar aves migratorias o sus huevos, plumas y nidos excepto bajo autorizaci≤n de una agencia gubernamental.
  • El tráfico de mascotas: Muchas especies nativas, especialmente las cotorras, han estado bajo fuerte presi≤n por coleccionistas, quienes las venden a tiendas de animales y traficantes. La captura y posesi≤n de especies nativas es ilegal y la captura de especies ex≤ticas estß regulada por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales.
  • Los depredadores introducidos y las enfermedades: La mangosta (Herpestes auropunctatus) fue introducida para controlar roedores en los ca±averales y es ahora una grave amenaza para las aves que anidan en el suelo. La rata negra (Rattus rattus), tambiΘn introducida, se encuentra por toda la Isla y es una plaga incluso para las aves que anidan en los ßrboles. Un tema delicado es la costumbre de dejar que los gatos (Felis catus) deambulen fuera de los hogares, matando a miles de aves todos los a±os en Puerto Rico. Una campa±a llamada "íLos gatos adentro!" estß dirigida a persuadir a los due±os de felinos y los gobiernos locales a que mantengan a los gatos lejos de las aves silvestres. Para mßs informaci≤n, comunφquese con la American Bird Conservancy: (http://www.abcbirds.org/cats/).
  • Las especies ex≤ticas: Las plantas y animales que no son nativos de Puerto Rico afectan directamente a las aves nativas compitiendo por recursos o indirectamente alterando el hßbitat, a veces en formas que no entendemos bien y que pudieran demorar dΘcadas en manifestarse. Referencias adicionales
  • Las enfermedades introducidas afectan a las aves directa e indirectamente. Por ejemplo, un crustßceo que perfora madera, Sphaeroma terebrans, lleg≤ de poliz≤n en embarcaciones hace un siglo y ahora causa la muerte de la punta de las raφces de los ßrboles de mangle en todo el Atlßntico occidental, limitando el avance de los manglares hacia el mar y reduciendo la cantidad de este amenazado hßbitat para las aves y otras especies.
    Referencias adicionales
  • La destrucci≤n de arrecifes: La destrucci≤n de arrecifes coralinos ha impactado las poblaciones de peces y aves que viven y se alimentan en aguas costeras. Unas dos terceras partes de los arrecifes coralinos en todo el mundo han sido degradados y los de Puerto Rico estßn en grave peligro. La sobrepesca, la sedimentaci≤n, la contaminaci≤n, el calentamiento del mar y el impacto directo de anclas y proyectos de construcci≤n han contribuido a este declive. Referencia adicionales
  • Los peligros de colisi≤n: El alumbrado elΘctrico, los aviones, los carros y las ventanas de cristal causan la muerte de muchas aves cuando sus trayectorias de vuelo y estos peligros se cruzan. Referencias adicionales
  • Los derrames y la filtración de petróleo: A nivel mundial, anualmente mßs de 3 millones de toneladas de petr≤leo se derraman en el mar. Al entrar en contacto con el petr≤leo, las aves son afectadas por la pΘrdida de energφa, el estrΘs y la toxicidad causada al ingerir petr≤leo cuando Θstas se arreglan las plumas. Ya que el equipo para separar el petr≤leo es caro, las tripulaciones y los due±os de embarcaciones se ven tentados a deshacerse del petr≤leo residual en el mar de forma ilegal. En 1998, una compa±φa de cruceros fue multada una cifra rΘcord de $9 millones por la Guardia Costanera de los Estados Unidos por la descarga sistemßtica de petr≤leo en los mares de Puerto Rico.
  • El cambio climatol≤gico: Se predice que tanto la frecuencia de grandes huracanes como el nivel del mar aumentarßn gracias al efecto invernadero, Θste producto de la quema de combustibles f≤siles y la producci≤n de otros gases que atrapan el calor en la atm≤sfera. El nivel del mar subi≤ unos 18 centφmetros durante el siglo XX y posiblemente estß subiendo mßs rßpidamente ahora. Referencias adicionales
  • El crecimiento poblacional: Aunque las noticias en los peri≤dicos y otras discusiones p·blicas usualmente giran en torno a un solo tema conservacionista, el crecimiento poblacional es un factor que subyace todas las amanezas a la vida silvestre. En general, mientras mßs grande la poblaci≤n ocupando determinada ßrea, mayor el impacto cumulativo de cualquier amenaza y mayor la demanda sobre un recurso en particular. DespuΘs de perder poblaci≤n a mediados del siglo XX, cuando muchos puertorrique±os se dirigieron a los Estados Unidos continentales para buscar trabajo, la poblaci≤n de Puerto Rico ha crecido en un 20% durante las ·ltimas dos dΘcadas para alcanzar los 3.9 millones de habitantes con que contamos hoy en dφa. Se espera que al principio del siglo XXI la tasa de crecimiento sea similar. Referencias adicionales

La conciencia ecol≤gica ha crecido dramßticamente en Puerto Rico en las ·ltimas dΘcadas. Un ejemplo de esto es la creciente popularidad de actividades que no destruyen el medio ambiente, como el buceo y las visitas a las ßreas protegidas. Para informarse de c≤mo puede ayudar a moldear el futuro de Puerto Rico, apoye las organizaciones que aparecen en la secci≤n "Organizaciones que apoyan la observaci≤n de aves y la conservaci≤n".

 

La observación de las aves: ┐Dónde está?

por Georgann Schmalz, Ornitóloga
Birding Adventures, Inc., Atlanta, Georgia

La observación de la vida silvestre es cada vez una actividad más popular. Se estima que en los Estados Unidos la observación de la vida silvestre generó 29.2 billones de dólares en gastos directos en 1996. La observación de las aves es una de las expresiones más importantes de esta actividad. Una tremenda cantidad de información está siendo escrita sobre las aves y su observación, dónde verlas y cómo identificarlas. Existen varias guías de campo de buena calidad para la identificación de las aves de Puerto Rico, además de grabaciones del canto de las aves para perfeccionar la identificación auditiva. Para el principiante, sin embargo, toda esta información puede confundir y parecer abrumante.

La observación de las aves puede tomar varias formas. Las aves pueden ser observadas en un comedero para aves o desde un banco en una plaza, mientras les enseñamos las aves comunes a los nietos durante un paseo, o incluso mientras recopilamos de forma competitiva un listado de las especies observadas en un día de manejar por el campo.

La siguiente es una guía simple que lo ayudará a encontrar aves que puede ser usada por cualquier persona recién empezando a disfrutar de esta actividad. Con el paso del tiempo, estos pasos para localizar e identificar aves se harán parte de ustedes mismos, siguiéndolos sin darse cuenta.

  1. Encontrando el ave
  2. Esto depende del lugar donde se estΘn observando las aves. Es bastante fßcil ver patos nadando en charcas o lagos, garzas vadeando en ßreas pantanosas, limφcolas forrajeando en la playa o lodazales y aves de presa planeando en las corrientes tΘrmicas. Las aves canoras y los pßjaros carpinteros son mucho mßs difφciles de ver, ocultados por las hojas de ßrboles y arbustos.

    De todos modos, el primer paso para encontrar las aves es simplemente mirar con los ojos. Escudri±ando los ßrboles, arbustos, la superficie del agua o la orilla, verß un ave posada inm≤vil o verß las hojas que han sido movidas por el ave en su b·squeda por insectos o semillas. Este paso a menudo implica mirar catat≤nicamente hacia la copa de los ßrboles con la certeza que algo debe estar ahφ, ísi tan s≤lo se dignara a moverse! Unas pocas hojas moviΘndose indican un pßjaro peque±o---talvez una Reinita, un vireo o una reinita migratoria. Si las ramas se mueven, talvez sea un ave grande como un pßjaro bobo o talvez una iguana, la cual serß ignorada. TambiΘn evite mirar con insistencia a los Mozambiques, ya que se ha determinado que se desviven por la atenci≤n y comentarios tal como "Ah, es s≤lo un Mozambique". Este paso de buscar movimiento depende no tan s≤lo de un observador paciente, sino tambiΘn de la Madre Naturaleza. El viento es un enemigo. Los vientos a mßs de 8-10 millas por hora hacen que se agiten todas las hojas y que las ramas vayan y vengan vigorosamente. Las hojas que caen tambiΘn son un problema. Los ßrboles deciduos perdiendo su follaje le pueden cansar la vista a cualquiera que, err≤neamente, trate de seguir la caφda de cada hoja. Una simple regla: si cae verticalmente, ign≤rela, que es una hoja; si se mueve horizontalmente, es un pßjaro (o un lagartijo).

  3. Encontrando el ave con sus binoculares.

Ahora que ha visto movimiento o ha visto el ave, tiene que tratar de enfocar con los binoculares. Esta tarea no es fßcil para un observador ne≤fito. Observar los peloteros con los binoculares o usarlos en la playa es una cosa; íencontrar un objeto de 4 pulgadas de longitud a 100 pies de distancia en la copa de un ßrbol es otra! Habrßn muchas veces que para cuando consiga enfocar el ave con los binoculares Θsta ya habrß dejado el ßrbol, migrado hacia los territorios de crφa y criado la nidada. Las aves tienen la costumbre de moverse rßpido, asφ que mientras localiza un individuo con sus ojos piense simultßneamente d≤nde se encuentra en el ßrbol o arbusto. Visualice la copa del ßrbol como un reloj. El ave se encuentra a las dos, a las cinco, a las diez. Busque bifurcaciones en el tronco o ramas visibles grandes y sit·e el ave en relaci≤n a Θstos. Haga nota de cualquier follaje de color diferente, o un pu±ado de flores en el ßrbol o arbusto. Por ejemplo, puede pensar "el ave estß a las tres en ese ßrbol de mang≤, posada en la rama horizontal que tiene frutos rojos a cinco pies de la punta". El siguiente paso es crucial. No importa lo que pase, si alguien lo pisa o una ara±a le sube por el brazo o alguien le ofrece una dona, mantenga los ojos puestos en el ave. Aun cuando se acerque los binoculares a los ojos, no pierda al ave de vista. El error mßs com·n que la gente comete despuΘs de encontrar las aves es mirar hacia abajo buscando los binoculares. Sus binoculares estßn amarrados seguramente al cuello. No irßn a ninguna parte. No los observe. Tan pronto y tan cuidadosamente como pueda, acΘrquelos a los ojos, ojos que estßn prendidos en el ave. Encontrar el ave con los binoculares requiere prßctica, pero aquφ es cuando la cara del reloj entre en juego, al igual que prominencias en el paisaje como ramas desnudas u hojas o flores de colores que sobresaltan. Aun si no ve el ave inmediatamente, observe los puntos de referencia que usted mismo escogi≤. DespuΘs de un tiempo este proceso se harß sin darse cuenta. Los binoculares para la observaci≤n de las aves tienen que tener una magnificaci≤n de por lo menos 7x35.

Otro consejo: Si el ave está volando, espere a que aterrice o se pose. Es muy difícil encontar un ave que vuela con los binoculares y después seguirla en vuelo. Ya cuando el ave esté posada, siga los pasos discutidos arriba. Ahora que ha encontrado el ave, ┐cómo sabe qué es?

La observación de las aves: ┐Qué es?

por Georgann Schmalz, Ornitóloga
Birding Adventures, Inc., Atlanta, Georgia

Al menos que pueda identificar a las aves por sus cantos y llamados, va a tener que observarlas aunque sea por un milisegundo. La mayorφa de los principiantes en la observaci≤n de aves necesitan mßs que unos pocos segundos, sin embargo, asφ que es importante observar el ave el mayor tiempo posible hasta estar satisfecho que la hayamos observado bien, o el ave haya volado. ┐En quΘ nos fijamos?

1. Las aves en vuelo

Muchas veces el primer avistamiento que tenemos de las aves es cuando vuelan. El comportamiento de vuelo es una buena clave para identificarlas. Un vuelo recto es tφpico de algunas especies como los Mozambiques y zorzales. Un vuelo que "rebota" o es ondulado es mßs tφpico de carpinteros y algunas reinitas migratorias. Los carpinteros y los martines pescadores prefieren batir las alas unas cuantas veces y luego mantienen las alas pegadas al cuerpo, repitiendo este patr≤n durante el vuelo. Las aves de presa planean, como es sabido, pero los Guaraguaos mantienen sus alas planas, mientras que las Auras Tiñosas vuelan con las alas en V. Las garzas y las yaboas usualmente recogen su cuello al volar. Los ibis y las espßtulas vuelan con los cuellos estirados. Mientras mßs tiempo pasemos en la observaci≤n de las aves en vuelo, incluso de las aves mßs comunes, estos patrones se irßn imprimiendo en nuestras mentes dßndonos la destreza de poder identificar aves a gran distancia. Sus amigos se sorprenderßn al usted poder identicar un ave que cruza la carretera mientras maneja a 30 mph. Quedarßn mßs sorprendidos a·n que pueda mantener el carro en la carretera con tanto movimiento de la cabeza al buscar las aves.

2. Color

Determinar el color del ave puede ser difícil mientras está volando. Con el sol y el cielo de fondo, la percepción de colores se puede distorcionar. Continúe observando el ave hasta que vuele al frente de las copas de los árboles o hasta que se pose en los arbustos. Los colores de las plumas se aprecian mucho mejor con el verde de las hojas como fondo. La mayoría de las aves que nos son familiares son fáciles de reconocer por su colorido: el anaranjado de los Turpiales, el verde de las cotorras, el azul del Martín Pescador, el plumaje enteramente blanco de varias garzas. Sin embargo, muchas especies son de plumaje multicolor o parecido. Una práctica hecha famosa por Roger Tory Peterson en sus guías de campo es el uso de rasgos sobresalientes. Sus libros usan flechas en la ilustración de cada especie que apuntan hacia los rasgos sobresalientes del ave. Añada sus propias flechas a las ilustraciones de cualquier guía de campo que use. Estos rasgos sobresalientes a veces son la única forma de identificar con certeza a un ave que es muy parecida a otra. Estos rasgos sobresalientes incluyen bandas en la corona, líneas que atraviesan los ojos, anillos alrededor de los ojos, mejillas, la zona al frente del ojo, los colores de la garganta, la presencia de pecas o estrías en el pecho, manchas en la rabadilla, barras en las alas o la cola, colores diferente debajo de la cola (las cobijas inferiores de la cola), y la nuca.

DespuΘs que haya notado el color general del ave, visualice d≤nde estßn los rasgos sobresalientes. Algunas guφas de campo dividen las especies mßs difφciles de identificar seg·n algunos rasgos sobresalientes. Por ejemplo, las reinitas migratorias estßn divididas en dos grupos principales: las que tienen barras en las alas y las que no tienen.

3. Forma y Tamaño

Ahora que sabe el color del ave y ha memorizado o anotado los rasgos sobresalientes, bßsicamente tiene que saber quΘ tipo de ave es. No hay nada mßs frustrante que avistar un ave, pelear con los binoculares y entonces hojear la guφa de campo sin tener una idea de d≤nde empezar a buscar. La mejor manera de remediar este problema es familiarizßndonos con nuestra guφa favorita y aprendiendo los grupos taxon≤micos de las aves. En los ·ltimos dos siglos los tax≤nomos han dividido las especies en una jerarquφa l≤gica que agrupa las especies en grupos afines. Resulta provechoso familiarizarse con los ≤rdenes y las familias de las aves para saber d≤nde empezar a buscar una especie en particular. Todas las aves forman parte de la clase Aves, y dentro de una clase de organismos, las agrupaciones en secuencia descendente son orden, familia, subfamilia, gΘnero y especie. En Puerto Rico, 20 ≤rdenes y 57 familias de aves han sido reportados recientemente. Los ≤rdenes de las aves son usualmente de fßcil reconocimiento. La mayorφa de la gente puede decir lo que son los patos, los garzas, los carpinteros, los colibrφes, las aves canoras y las aves de presa. Las diferencias entre estos ≤rdenes son muy evidentes. Las diferencias entre las familias dentro de un orden, sin embargo, son mßs s·tiles. Esto no presentarß un problema con muchas aves como los patos, los limφcolas y otros porque estas diferencias son marcadas y se encuentran en esta publicaci≤n. Las peque±as aves canoras son usualmente las mßs difφciles de ver. Estudiando la guφa de campo verß que las aves canoras tienen diferentes formas y tama±os. Las reinitas migratorias, por ejemplo, son aves peque±as y delicadas, mientras que los gorriones son mßs rechonchos. La familia Mimidae de zorzales y Ruiseñores estß compuesta por aves esbeltas con picos y colas largos. Las Reinitas son peque±as con el pico curvo, mientras que la familia de los zorzales migratorios incluye aves de mayor talla y de cola mßs larga. Las tangaras y bolseros son del tama±o de los zorzales migratorios pero son mßs esbeltos, con picos largos y rectos. Los Come±ames tienen picos c≤nicos al compararlos con las tangaras y los zorzales migratorios. Las crestas pueden ser importantes. Los martines pescadores, algunos tirßnidos como el Pitirre y algunas garzas pueden erizar las plumas de la cabeza formando una cresta.

4. Picos y Colas

Al hablar del tama±o y la forma de las aves, casi siempre tendrß que incluir la forma del pico. Un pico largo, fino y recto hace que las aves parezcan mßs largas y esbeltas. Un pico c≤nico achica la cara, haciendo que el pßjaro parezca mßs rechoncho y de cabeza mßs redonda. Los picos curvados hacia abajo son tφpicos de la Reinita y los Ruiseñores . TambiΘn son vistos en las aves no canoras, como por ejemplo en los cucos, algunos colibríes y limφcolas como el Zarapito Trinador. Otros limφcolas poseen picos largos y rectos para sondear la arena en busca de comida. La mayorφa de los ni±os de primer grado pueden diferenciar a los patos de otras aves por sus picos anchos y aplastados. Quien haya sido mordido por su cotorra o periquito puede identificar los picos en forma de gancho, tambiΘn caracterφsticos de las aves de presa. El otro extremo de las aves, la cola, puede ser ·til, especialmente si el ave estß volando. Colas largas, angostas y escalonadas se ven en los cucos, los periquitos y la Tórtola Rabilarga. Entre las aves con colas cortas figuran los San Pedritos y algunas golondrinas. Las reinitas migratorias y el Pitirre tienen la cola ligeramente ahorquillada, caracterφstica que se agudiza en la Golondrina de Horquilla y algunos charranes. Entre las aves de presa, el Guaraguao y el Busardo Aliancho se distinguen del Gavilßn Pajarero y los halcones por sus colas en forma de abanico, en vez de poseerlas largas y angostas.

5. Comportamiento

Por último, las aves pueden ser identificadas por su comportamiento. En días oscuros o en condiciones de luz pobre, cuando los colores, los rasgos sobresalientes y hasta la forma del pico o la cola no se pueden ver claramente, la manera en que un ave camina, se posa, sube por un árbol o mueve la cola puede identificarla, al menos a la categoria de familia. Los carpinteros obviamente trepan por los árboles, pero también lo hacen las Reinitas Trepadoras. Las dos especies trepan de manera diferentemente, pero de manera característica para su especie

Por ·ltimo, las aves pueden ser identificadas por su comportamiento. En dφas oscuros o en condiciones de luz pobre, cuando los colores, los rasgos sobresalientes y hasta la forma del pico o la cola no se pueden ver claramente, la manera en que un ave camina, se posa, sube por un ßrbol o mueve la cola puede identificarla, al menos a la categorφa de familia. Los carpinteros obviamente trepan por los ßrboles, pero tambiΘn lo hacen las Reinitas Blanquinegras. Las dos especies trepan de manera diferentemente, pero de manera caracterφstica para su especie.

He aquí algunos ejemplos de este enfoque:

A) Familiarizándonos con los órdenes taxonómicos de las aves.

Antes que nada, decida a qué orden o gran tipo de ave pertenece el ave.

Ejemplos:

    1. Un ave patilarga de cuello largo y fino camina cuidadosamente a la orilla de una charca. (Orden Ciconiiformesùaves zancudas.)
    2. Un ave grande con las puntas de las alas abiertas como dedos vuela alto en el cielo. (Orden Falconiformes---aves de presa.)
    3. Un pájaro pequeño, posado en una rama, tira la cabeza hacia atrás y canta una bella melodía. (Orden Passeriformes---aves canoras.)

B) Familiarizándonos con las familias taxonómicas de las aves.

Las divisiones dentro de los órdenes se llaman familias. A menudo podemos asignar las aves a sus respectivas familias si observamos claves sútiles. Esto es especialmente importante con las aves canoras que se encuentran divididas en muchas familias.

Ejemplos:

1. Observando detalladamente al ave zancuda en la charca, nota que tiene un pico largo y curvo. (Familia Threskiornithidae---ibis y espßtulas.)

2. El ave de presa que planea elegantemente parece tener la cola corta y en forma de abanico. (Familia Accipitridae---guaraguaos y busardos.)

3. La peque±a ave canora de plumaje amarillo empieza a moverse nerviosamente, capturando insectos en la superficie de las hojas con su diminuto y puntiagudo pico. (Familia Parulidae---reinitas migratorias.)

C) Escogiendo la especie correcta.

La selección entre las diferentes posibilidades dentro del orden o la familia está basada en detalles específicos como el color o los rasgos sobresalientes de cada ave. Sin embargo, no hay necesidad de memorizar el plumaje de todas las aves. Típicamente sólo va a necesitar tener uno o dos rasgos sobresalientes.

Ejemplos:

    1. Ha decidido que el ave zancuda es un ibis. Tiene el cuerpo blanco con la cara rosada y el pico curvo (Ibis Blanco, Eudocimus albus).
    2. 2. Cuando el ave de rapi±a da una vuelta en las corrientes tΘrmicas, se llega a ver el color de la cola que aparenta ser de un pardo rojizo uniforme (Guaraguao, Buteo jamaicensis).
    3. Esta reinita amarillo brillante da la vuelta y lo mira, dejando ver las estrφas casta±as en el pecho (Canario de Mangle, Dendroica petechia).

Si toda esta informaci≤n parece abrumante, no se desespere. Si existe el deseo y el tiempo, antes de darse cuenta estarß siguiendo los pasos discutidos aquφ sin tener que pensarlo. Cada caracterφstica serß procesada rßpidamente por su cerebro, sus dedos se deslizarßn sin esfuerzo por su guφa de campo y darß con la ilustraci≤n del ave en el libro antes de que el ave haya continuado en su migraci≤n hacia AmΘrica del Sur. Nunca jamßs pedirß ayuda al tratar de identificar aves y se limitarß a decir que el ave era de mediano tama±o y parda. Acostumbre a sus ojos a ver color, rasgos sobresalientes, picos, las formas y tama±os de la cola, los comportamientos caracterφsticos. Entonces busque en su guφa esa combinaci≤n de tama±o, forma, color y rasgos sobresalientes y voilß---ahφ tiene a su ave. Recuerde: su guφa de campo es su amigo. No haga las cosas mßs difφciles y empiece por la primera pßgina, virando las pßginas desesperadamente hasta dar con la ilustraci≤n correcta. Usando un enfoque l≤gico y sistemßtico se ahorrarß muchos momentos de frustraci≤n de principiante. Para mßs informaci≤n sobre taxonomφa, consulte : http://montereybay.com/creagrus/essay.html ;
http://www.ohio.edu/phylocode/.
Ennor, H. R. 1998. Scientific names for birds: interpretation and use. Birding 30(6):521-523.

 

La observación de las aves: Perfeccionándonos

por Georgann Schmalz, Ornitóloga
Birding Adventures, Inc., Atlanta, Georgia

Eventualmente llega la hora cuando el observador principiante nota que los observadores con más experiencia no sólo encuentran más aves, sino que éstas son más raras y extrañas. La observación de las aves entonces se torna algo más serio y lo que antes era un pasatiempo en el patio se convierte en un reto y una búsqueda por más especies cada vez más raras. ┐Cuáles son los trucos que los observadores más avanzados usan para ver más aves? ┐Cómo puede un principiante perfeccionarse en la observación de aves para llegar a ver más aves raras o ver comportamiento poco usual? Existen muchas técnicas simples para convertirlo en un mejor observador. Sin nada de trucos ni dificultad, estas técnicas son valiosos métodos de campo recopilados en varios años de observación.

  • ESCUCHE a toda hora, incluso al manejar. Esto obviamente implica manejar con las ventanas bajas---un tanto incómodo con el calor, especialmente para los pasajeros sentados en el asiento de atrás (quienes prontamente lo acompañarán al lado del aire acondicionado). Aun así, siempre tiene que estar pendiente de lo que está allá afuera, en caso algo nuevo esté vocalizando. Escuche también al estar hablando. Las pausas largas entre oraciones (incluso entre palabras en los días cuando hay muchas aves) le permiten monitorear las aves en todo su entorno. Sin embargo, esta técnica debe ser usada con cautela si su hilo mental es muy tenue.
  • Esté en constante OBSERVACIÓN de las aves. Rara es la vez cuando los veteranos en la observación de las aves no tienen conocimiento de las aves a su alrededor. Los mejores observadores siempre están mirando a su alrededor. De hecho, a veces se les considera conversadores mal educados por estar continuamente escudriñando el cielo, los árboles, etc. Evitan mirar a los ojos para aumentar el valioso tiempo que tienen para observar aves.
  • ESTÉ PENDIENTE por señales. Los Pitirres que se dejan caer en picada o que acosan algo a veces lo llevarán a un Guaraguao escondido en la copa de un árbol. Estos alborotos también lo podrían llevar a una serpiente (que casi siempre estará más cerca de usted que de las aves). Esté pendiente por bandadas de aves. Nunca piense que una gran bandada de Mozambiques, por ejemplo, es 100% pura. Escondido en el grupo bien pudiera encontrarse algo interesante como una Mariquita. La diferencia entre un observador de aves y un observador de aves más experto es que el más experto inspecciona las bandadas en busca de algo fuera de lo normal.
  • íAYÚDESE a sφ mismo! No se acerque demasiado a las aves. Muchas especies simplemente se adentrarßn mßs en la maleza. Haga que se acerquen a usted. Las tΘcnicas mßs comunes para atraer a las aves son, en inglΘs, llamadas "pishing" y "squeaking". Ninguna de estas tΘcnicas se puede ense±ar, sino que tienen que aprenderse por experiencia, preferiblemente estando solo para evitar el bochorno de principiante. El "pishing" se efect·a colocando la lengua contra los dientes en frente de la mandφbula, siseando mientras se abren y cierran los labios frecuentemente. El sonido producido de esta forma se puede variar a±adiendo mßs saliva o apretando mßs los labios. "Squeaking" es succionar el aire entre dos dedos o el pu±o, a modo de chillido. El Zorzal Pardo, la Reinita, el Pitirre, el Gorri≤n Negro y muchas reinitas migratorias responden al "pishing". Una tΘcnica tambiΘn usada por expertos es usar el llamado de un b·ho. Este mΘtodo realmente es un enga±o. El llamado del M·caro durante el dφa pone en alerta a otras aves, principalmente aves canoras, que reaccionan acosando al b·ho. La idea se trata de intentar que estas peque±as aves se dejen ver acercßndose a usted. Hay algunas desventajas en el uso de grabaciones de b·hos. Si la grabaci≤n se toca una y otra vez en la misma ßrea, las aves residentes se habit·an a ella. En otras palabras, deja de ser efectiva. Estas grabaciones tambiΘn pueden incomodar a otros observadores de aves que estßn tratando de escuchar el canto y los leves llamados de otras aves, vocalizaciones que son ahogadas por el M·caro de seis pies de altura parado al lado de ellos.

Otra técnica para atraer aves es usar el canto pregrabado de la especie deseada. Existen muchas grabaciones y discos compactos sobre el canto de las aves a la venta. Cuando se toca una grabación del canto de una especie en hábitat apropiado, se alerta al macho residente para que se acerque al intruso y defienda su territorio. Las aves responden especialmente durante la temporada de cría, típicamente cuando están estableciendo territorios. Por ejemplo, el Múcaro, respondiendo a las grabaciones, puede salir de la espesura en enero pero se adentra en la vegetación y deja de vocalizar si la grabación se toca en octubre. También hay desventajas en el uso de cantos para atraer aves. El macho residente puede ser forzado a defender su territorio al extremo que descuida sus tareas paternales. Puede que no esté presente lo suficiente para ayudar a la hembra en la incubación de los huevos o la alimentación de los pichones y, consecuentemente, la nidada puede fracasar. Aun así, las grabaciones del llamado de los búhos y el canto de las aves sí son efectivas. Si hay un ave allá afuera que necesite ver para vivir, trate y use una grabación, pero hágalo infrecuentemente y cuidadosamente. Y no toque grabaciones de especies amenazadas o toque grabaciones en áreas donde hay muchas personas observando aves.

  • ENCUÉNTRESE EN EL LUGAR IDEAL A LA HORA IDEAL. ╔ste es el punto donde los observadores experimentados se diferencian de los otros. Ellos siempre parecen saber d≤nde tienen que estar. Parte de esta tΘcnica es destreza, gran parte es suerte. Las probabilidades de encontrar un ave especial se incremetan a su favor al seguir unas simples reglas.

Antes que nada, observe a las aves con frecuencia. Saliendo a menudo, especialmente a varios hábitats, obviamente incrementa las oportunidades de ver más especies, incluyendo las raras. Las personas que descubren especies poco comunes pocas veces lo hacen desde la ventana de la cocina.

Segundo, averigⁿe con otra persona d≤nde estan las aves, dirφjase allß y espere. Si estß en busca de un Guaraguao, por ejemplo, encuentre su nido, traiga a sus amigos y anuncie en el camino que apuesta que hay un Guaraguao mßs adelante. Impresionarß a sus amistades. Los veteranos en la observaci≤n de aves hacen trampa: saben lo que pueden esperar porque han estado ahφ antes o han planificado con anterioridad. Contacte una organizaci≤n local que se dedique a la naturaleza (vea la secci≤n "Organizaciones que apoyan la observaci≤n de aves y la conservaci≤n) para obtener informaci≤n sobre excursiones y d≤nde ir para ver aves. Si viaja en los Estados Unidos continentales o Europa, chequee la alerta de aves raras ("rare bird alert") o la lφnea de informaci≤n sobre aves, por telΘfono o en Internet, para el ßrea donde piensa observar aves. Esta informaci≤n no s≤lo reporta especies poco comunes y raras en determinada ßrea, sino que da direcciones sobre c≤mo llegar.

  • Y por último, NO TIRE LA PUERTA DEL CARRO. Todas estas técnicas para perfeccionar la observación de las aves serán en vano si todas las aves desaparecen en un instante. Tampoco deje la puerta del carro abierta con la alarma sonando.

Para mßs informaci≤n sobre c≤mo perfeccionarse en la observaci≤n de aves, consulte cualquier libro sobre la observaci≤n de aves para el principiante o una obra sobre el comportamiento de las aves. TambiΘn existen guφas sobre la observaci≤n de aves para diversas localidades que lo guiarßn hasta al ßrbol o arbusto preciso que deba escudri±ar. Sobre todo, diviΘrtase al perfeccionarse en la observaci≤n de aves.

Familiarizándonos: una ruta para ver aves
Un recorrido ornitológico en el suroeste de Puerto Rico (2-3 días)

Todas las 16 especies de aves endémicas de Puerto Rico, con excepción de la Cotorra, pueden verse en unos dias de exploración en el suroeste de la Isla. Los hábitats aquí van del bosque enano de las cimas más altas a los bosques secos puntuados de cactos de los llanos. Las distancias se dan en millas, ya que la mayoría de los carros en Puerto Rico tienen odómetros que registran millas. Las localidades específicas, sin embargo, a veces son indicadas por kilómetros usando los viejos pilones al lado de las carreteras.

Empezamos en el pueblo de Sabana Grande. Transitando la PR 2, hay dos salidas que lo llevan al pueblo. La salida más hacia el este (PR 121) es la salida para llegar al Bosque Estatal de Susúa y la salida hacia el oeste (PR 102) lo lleva al pueblo. Después de abandonar la PR 2, diríjase hacia el norte recorriendo 0.1 millas hasta la intersección en T. Vire a la derecha para llegar a Sabana Grande y, después de 1.4 millas, vire a la izquierda en el rótulo que lo dirije hacia la PR 120/ Monte del Estado. Las altas elevaciones ofrecen las mejores oportunidades para la observación de aves y aquí el Carpintero de Puerto Rico y el Bien-te-veo se pueden hallar en las árboledas al lado de la carretera, como por ejemplo en los alrededores de los pilones blancos marcando los kilómetros 9.1 y 9.3. La Paloma Perdiz Pequeña puede cruzar el camino en vuelo inesperadamente, así que esté pendiente. Su llamado profundo de sólo una nota puede ser escuchado temprano en la mañana. La torre de observación de concreto en el Km. 14.0 ofrece una panorámica del dosel y un área abierta donde podrá ver aves de presa planeando, vencejos y golondrinas. El mejor lugar a lo largo de la PR 120 para ver aves es cerca del área de jiras (picnic) en el Km. 16.2 dentro del Bosque Estatal de Maricao. En este lugar, los avistamientos de la rara y endémica Reinita de Bosque Enano son más comunes que en El Yunque. Esté pendiente por su canto trinado y su singular zumbido, sonidos emitidos mientras la especie explora el dosel, a menudo en bandadas mixtas con otras especies. En esta área también son comunes las siguientes especies: Bien-te-veo, Bobito (de Puerto Rico), Comeñame, San Pedrito de Puerto Rico y Llorosa.

Dejando atrás el área de jiras, continúe hacia el norte en la PR 120 recorriendo 2.6 millas hasta la intersección con la PR 105. Vire hacia la izquierda (oeste) y maneje 0.5 millas hasta el Parador Hacienda Juanita (tel: 838-2550; http://netdial.caribe.net/~juanita/) en el Km. 23.5 al lado norte de la carretera. Nota: Algunos mapas erróneamente colocan a este parador en otra carretera. Este parador es una buena base de operaciones para explorar la región y en él también se puede disfrutar de un almuerzo mientras se comtempla el bosque montano. Muchos de los árboles grandes en el área fueron derribados por el huracán Georges en 1998, pero aun así, podrá encontrar ciertas especies forestales como la Reina Mora (de Puerto Rico), la Calandria, el Zumbador Verde de Puerto Rico y el Clérigo. En los terrenos del parador hay un sendero cuesta abajo justo al oeste de la piscina donde los Múcaros Comunes llaman al amanecer o al caer la noche.

Del Parador Hacienda Juanita, maneje 3.0 millas hacia el oeste en la carretera PR 105 hasta una intersección en T y tome la carretera PR 119, manteniéndose alerta por la presencia de aves forestales como el Zorzal de Patas Coloradas. Bajando la montaña, los pequeños valles boscosos (por ejemplo, alrededor del km. 20.1) albergan Bien-te-veos, Reinitas Mariposeras y Bobitos (de Puerto Rico). En el semáforo al terminar la PR 119, vire a la izquierda (este) y tome la PR 2. Después de 1.4 millas, vire a la derecha (sur) tomando la PR 122, la entrada principal a San Germán (Parador Oasis, tel: 892-1175, 892-1110). Justo antes de entrar al casco histórico de San Germán, vire a la derecha (oeste) y tome la PR 102. En el límite oeste del pueblo, vire a la derecha en una de las dos cacetas de seguridad para entrar al recinto de la Universidad Interamericana. Maneje alrededor de las canchas deportivas pendiente por las fuertes vocalizaciones de las cotorras. El Periquito de Ala Amarilla es la especie más común aquí pero otras especies introducidas también pueden ser vistas.

Regrese a la caceta más hacia el oeste y cruce la PR 102 para tomar la PR 166, la nueva carretera que conecta con la PR 320, y luego tome la PR 101 pasando por Lajas y Palmarejo. Observe el tendido eléctrico y los postes donde se posan Golondrinas de Iglesia y Halcones Comunes. (Si no quiere parar en San Germán, puede evitar el tráfico urbano y las serpenteantes carreteras tomando la PR 2 hacia el oeste y virando hacia el sur en la PR 100 rumbo a Boquerón.)

Justo antes de llegar a la costa en el pueblo de Boquerón, vire a la izquierda (sur) y tome la PR 301. Recorra 1.4 millas y vire a la derecha en el pequeño letrero anunciando el Refugio de Aves de Boquerón (tel: 851-4795; horario 7:30AM-4PM, pero puede estar cerrado los sábados). Consiga un mapa y una lista de las especies en la oficina del refugio, subiendo por las escaleras. Detrás de la oficina hay un pequeño paseo tablado a través del manglar que ofrece avistamientos muy cercanos de garzas y Viudas. Los senderos que empiezan a la salida y la entrada del paseo tablado lo llevarán a áreas de mangle que fueron derribados con el paso del huracán Georges pero que siguen siendo hábitat para el Canario de Mangle, el Juí y el Bobito (de Puerto Rico). Antes del huracán, este refugio era el mejor lugar en Puerto Rico para ver Yaboas Reales. La Cuchareta y algunas especies migratorias raras, como la Reinita Coronada, se ven con mayor frecuencia aquí que en la zona este de Puerto Rico.

Siga hacia el sur por la PR 301 recorriendo 2.5 millas y vire a la izquierda en el pequeño rótulo anunciando el Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabo Rojo. El edificio principal, albergando un excelente centro de visitantes, estuvo, hasta 1997, opacado por una enorme antena de espionaje, hoy en día abandonada. El Servicio Nacional de Pesca y Vida Silvestre fue quien tuvo que pagar para remover este legado de la Guerra Fría. Las exhibiciones del centro de visitantes explican la vida silvestre de la zona, incluyendo la lucha para proteger a la Mariquita, especie amanezada por el Tordo que deposita sus huevos en los nidos de esta especie. Los terrenos del refugio tienen un extenso sistema de senderos que pasan por humedales y matorrales secos. La Reinita Mariposera es muy vocal en esta localidad.

Continúe hacia el sur en la PR 301 hasta el fin de la carretera y luego siga los rótulos al lado del camino arenoso para llegar al faro de Cabo Rojo. Los humedales y las salinas en el trayecto, parte del refugio de vida silvestre, figuran entre los mejores humedales en el Caribe para la observación de Playeros Patilargos, Playeritos Occidentales y Playeros Picocorvo. El Canario de Mangle y la Pizpita de Mangle abundan en los manglares en el camino, esta última especie durante el invierno. Un nuevo parador, Bahía Salinas (254-1212) acaba de abrir en la playa cerca de las salinas. Donde termina el camino hay una hermosa playa de arenas blancas y un sendero hacia el faro. Los matorrales secos al lado del sendero albergan Turpiales, Pinzones Pico Plateado y otras especies. El paisaje desde los acantilados es espectacular. Colón navegó cerca de estos acantilados en su segundo viaje a las Américas en 1493.

Después de refrescarse con las estimulantes brisas marinas, regrese a la PR 301. Vire hacia el este en la PR 101 y en el kilómetro 12.2, vire a la derecha tomando la PR 306 (carretera de tierra). (Hay un rótulo indicando la PR 306 pero éste no es visible si se aproxima desde el este.) Esta carretera lo llevará a la margen occidental de la Laguna Cartagena, un nuevo refugio nacional de vida silvestre. El lago, actualmente cubierto por eneas y otra vegetación acuática, acumula la escorrentía de proyectos de irrigación y los químicos usados en los cañaverales. El Servicio Nacional de Pesca y Vida Silvestre está restaurando los humedales que son buenos para la observación del Tejedor de Napoleón y rálidos como el Sora. Los bosques secos alrededor del lago son hábitat para el Turpial, el Clérigo y el Bien-te-veo. Los pastizales al oeste se encuentran bajo un régimen de pastoreo intensivo para suprimir el crecimiento de gramíneas exóticas y eliminar la caña de azúcar que aún queda del uso previo de las tierras.

Regrese a la PR 101 y continúe hacia el este. Vire hacia la derecha (sur) tomando la carretera PR 303 y luego diríjase a mano izquierda (este) tomando la PR 305 y luego la PR 116 hacia Guánica. Después de un corto trecho, vire a la derecha (sur) tomando la PR 304 rumbo a La Parguera. Partiendo de la intersección de la PR 116 con la PR 304, maneje hacia el sur unas 1.8 millas y vire a la derecha en la Calle 1 donde existe un minúsculo letrero indicando el parador. Vire a la derecha en la primera intersección y siga la calle hasta el final donde encontrará el Parador Villa Parguera (tel: 787-899-3975, 787-899-7777; http://www.villaparguera.com/). Las Mariquitas a menudo se alimentan de los restos de comida en el parador y fuera de la temporada de cría se pueden ver volando entre los manglares donde pernoctan y tierra firme, ya sea en el crepúsculo o al amanecer. Casa Blanca (787-899-4250) y el Nautilus (787-899-4565, o 787-899-1708; nautilus@caribe.net) son otros de los hoteles en La Parguera. En la plaza del pueblo se pueden concertar recorridos en barco para ir "snorkeling" o para visitar la Bahía Fosforescente de noche. En el verano las Palometas anidan en los pequeños cayos desnudos al sur de La Parguera. Si no encuentra a la Mariquita en el parador, maneje 0.4 millas hacia el oeste bordeando los manglares hasta una ferretería donde el personal suple alimento que atrae a Mariquitas, Mozambiques, Tordos y Palomas Collarinas. Si no lllega a observar esta ave, puede chequear la principal área de reproducción en Pitahaya, Cabo Rojo. Esta ßrea estß al final de la PR 302, una carretera no asfaltada en buenas condiciones, pero despuΘs tendrß que manejar por lo menos 2 millas adicionales en caminos que requieren un vehφculo de campo traviesa, especialmente en la temporada lluviosa. Al amanecer y durante el crep·sculo, las Mariquitas pueden ser vistas siguiendo el ca±o al final de la PR 302, al lado del mar. Para llegar a este lugar, en la intersecci≤n de la PR 301 y PR 303, contin·e hacia el este una distancia de 2.2 millas hasta la carretera no asfaltada en buenas condiciones que conduce a la playa en direcci≤n sur (a mano derecha). El r≤tulo anunciando la PR 302 ya no es visible desde la carretera. Pida direcciones en la oficina del Refugio Nacional de Vida Silvestre de Cabo Rojo si desea llegar al ßrea de anidaje de la Mariquita mßs hacia al este.

Regrese a la PR 116 y maneje en dirección este. En Ensenada hay salitrales en la parte norte de la bahía donde a veces se ven muchos limícolas en migración. Esta bahía es donde las tropas estadounidenses tocaron tierra durante la Guerra Hispanoamericana. El Bosque Estatal de Guánica es el mejor lugar para explorarr el bosque seco de Puerto Rico. Hay dos entradas principales. La carretera PR 333 recorre la costa y está abierta las 24 horas. Abandone la PR 116 y tome la PR 333 rumbo al suroeste (la PR 333 intersecta la PR 116 una larga cuadra al este del McDonaldÆs de Guánica). Después de 2.0 millas, estacione su vehículo y camine hasta la playa Jaboncillo (marcada por un portón y un letrero a mano derecha). Esta área es buena para observar las siguientes especies: Reinita Mariposera, Bien-te-veo, Juí, San Pedrito de Puerto Rico, Perdiz Grande, Pájaro Bobo Mayor y Pájaro Bobo Menor. Por la noche, el Guabairo Pequeño de Puerto Rico, especie endémica, se puede escuchar desde la PR 333. Esta especie responde a grabaciones de sus llamados pero usualmente no abandona la cubierta protectora de la vegetación. Ya que es una especie en peligro de extinción, es mejor no molestarla con grabaciones. Con suerte podrá ver a un individuo cruzando la carretera en vuelo o posado en un árbol. La PR 333 continúa hacia el este, saliendo del bosque y pasando un balneario público y el Hotel Copamarina (a 4.0 millas de la PR 116; 1-800-981-4676; http://www.copamarina.com). El hotel Mary LeeÆs by the Sea (787-821-3600; fax 821-0744), al lado de la carretera al este del Hotel Copamarina, también ofrece atractivas habitaciones con cocina. También de ese lado de la carretera, al pie de un cerro empinado, hay una pequeña ciénaga donde pueden haber garzas, playeros guineílla, Playeros Turcos y Viudas en la temporada lluviosa. Al otro lado de esta ciénaga hay embarcaciones que transportan pasajeros a la isla de Gilligan y otros islotes cerca de la costa donde hay buen "snorkeling" (los hoteles locales tienen sus propias embarcaciones también). Al final del asfalto (donde termina la PR 333 y a 6.2 millas de la PR 116) hay un terreno arenoso donde se estacionan los carros que se llena de agua después de fuertes lluvias. El área arenosa hacia el norte es hábitat para el Playero Marítimo y durante la época lluviosa atrae a Viudas y limícolas migratorios. Estacione justo al final del asfalto y pase por el portón para tomar el sendero que se aleja de la costa en dirección norte. En esta zona las siguientes especies del bosque seco son comunes: Comeñame, Juí, Reinita Mariposera, Guabairo Pequeño de Puerto Rico, Turpial y Juí Blanco. Pequeños bandos de murciélagos insectívoros y frugívoros patrullan el área al anochecer.

La otra forma de entrar al Bosque Estatal de Guánica es continuando por la PR 116. A una distancia de 0.2 millas al norte de la intersección con la PR 333, vire a la derecha (este) tomando la PR 334 y manténgase en el carril izquierdo mientras transita por el área residencial hasta llegar al portón de entrada del bosque. Los árboles cerca del portón de entrada han albergado Múcaros Comunes en el pasado. Subiendo por el bosque, la carretera vira bruscamente a mano izquierda y en esta localidad los Múcaros Comunes y los Guabairos Pequeños de Puerto Rico han sido vistos regularmente. La carretera continúa por el bosque y termina en la sede. Consiga un mapa y explore el sistema de senderos. El comienzo del sendero Granados (justo al oeste de la sede) es una buena localidad para ver al Pájaro Bobo Mayor, aunque esta ave es más oída que vista. Esta carretera sólo está abierta entre 8:30 AM y 3:30 PM pero la puede transitar a pie buscando las especies mencionadas arriba. Regrese a la PR 116 y maneje hacia el norte por 2.4 millas hasta encontrar la PR 2 y terminar el recorrido.

Existen otros paradores en el área de Boquerón, Cabo Rojo y Lajas (Parador Boquemar, tel: 851-2158; Parador Perichi's, tel: 851-33131; Parador Joyuda, playa tel: 851-5650; Parador Porlamar, tel: 899-4015). El sistema de reservaciones de los paradores puede ser accesado marcando 1-800-981-7575 en la Isla y 1-800-443-0266 en el continente.

 

Organizaciones que apoyan la observación de aves y la conservación

Sociedad Coereba
7336 16th Ave. SW
Seattle, WA 98106-1835
http://www.coereba.org

Sociedad Ornitológica Puertorriqueña
PO Box 195166
San Juan, PR 00919-5166
http://www.avesdepuertorico.org
E-mail: directivasopi@yahoo.com;
Solicitud de membresφa


Sociedad de Historia Natural de PR
(Puerto Rico Natural History Association)
PO Box 361036
San Juan, PR 00936-1036
http://www.naturalhistorypr.org/

Guardianes de la Montaña

PO Box 1112
Ciales, PR 00638-1112

Fideicomiso de Conservaci≤n
155 Calle Tetuan
Apartado Postal 9023554
San Juan, PR 00902-3554
Tel.: 787-722-5834
http://www.fideicomiso.org/

Alianza Ambiental Puertorriqueña
497 Ave. E. Pol, Box 94
San Juan, PR 00926-5636
Tel: 787-755-0410

Fundaci≤n Puertorrique±a de Conservaci≤n
527 Ave. Andalucia STE 75
San Juan PR 00920-4131
Tel.:787-763-9875
http://www.tld.net/users/fconserv/

Friends of Mona Island/ Amigos de Amonß
PMB 143 P.O. Box 5103
Cabo Rojo, PR 00623

Centro Eco-Educativo de Puerto Rico
P.O. Box 1565
Morovis, PR 00687
http://www.ceducapr.com/

Departamento de Recursos Naturales y Ambientales
Pda. 3╜, Avenida Mu±oz Rivera
Puerta de Tierra, Puerto Rico 00906-6600
Tel: 787-724-8774
http://www.drnapr.com/

American Birding Association
PO Box 6599
Colorado Springs, CO 80934-6599
800850-2473 or 719 578-1614
http://americanbirding.org/

American Bird Conservancy
1250 24th St., NW, suite 400
Washington, DC 20037
202-778-9666
http://www.abcbirds.org
http://www.alianzaves.net

National Wildlife Federation
11100 Wildlife Center Drive
Reston, VA 20190-5362
703-438-6000
http://www.nwf.org/

Laboratory of Ornithology
Cornell University
159 Sapsucker Woods Road
Ithaca, NY 14850
607-254-2473
http://birds.cornell.edu/

National Audubon Society
950 Third Avenue
New York, NY 10022
212-832-3200
http://www.audubon.org/ http://www.audubon.org/local/latin

Society for the Conservation and Study of Caribbean Birds
c/o Rosemarie Gnam, PhD
13 East Rosemont Ave.
Alexandria, VA 22301
703-739-9803
http://www.nmnh.si.edu/BIRDNET/SCSCB/index.html

The Nature Conservancy
4245 N. Fairfax Drive
Arlington, VA 22203-1606
703-841-4532
http://nature.org/

Partners In Flight coalition
http://www.PartnersInFlight.org/

BirdLife International
Wellbrook Court
Girton Rd
Cambridge CB3 0NA
United Kingdom
+44 1 223 277 318
http://www.birdlife.net/

 

SOCIEDAD ORNITOL╙GICA PUERTORRIQUE╤A
PRINCIPIOS DE LA ╔TICA PARA LA OBSERVACI╙N DE AVES

Todos los que disfrutamos de las aves y su observaci≤n debemos respetar la vida silvestre, su hßbitat y los derechos de otros. En cualquier conflicto de interΘs entre las aves y sus observadores, el bienestar de las aves y su hßbitat debe prevalecer.

C╙DIGO DE ╔TICA PARA LA OBSERVACI╙N DE AVES

1. Promover el bienestar de las aves nativas y su medioambiente

(a) Apoyar y promover la protecci≤n de hßbitat importante para las aves.
(b) Evitar perturbar las aves o exponerlas a peligro, y ejercer cautela durante la observaci≤n, fotografφa y grabaci≤n de sonido o video.
(c) Limitar el uso de grabaciones u otros mΘtodos para atraer aves. Nunca utilizarlas en ßreas densamente pobladas o para atraer especies amenazadas o en peligro de extinci≤n.
(d) Mantener una distancia prudente de ßreas de anidaje, dormideros o ßreas importantes de alimentaci≤n. Si es necesario realizar observaciones, fotografφa o grabaci≤n en estas ßreas sensitivas, debe utilizarse alg·n tipo de escondite (blind) o aprovechar la cubierta que ofrece la vegetaci≤n.
(e) Utilizar luz artificial (flash, linterna, flashlight) de manera prudente cuando se estΘ tomando fotografias o video.
(f ) Antes de anunciar la presencia de una especie rara o protegida, evaluar el potencial de perturbaci≤n que se le pueda causar al ave, sus alrededores y a otras personas en el ßrea. Proceder s≤lo si el acceso puede ser controlado, minimizar toda causa de perturbaci≤n, y obtener el debido permiso por parte del due±o de la propiedad y de las agencias pertinentes.
(g) Los lugares con nidos de especies raras o protegidas se deben divulgar s≤lo a las autoridades pertinentes.
(h) Mantenerse siempre en las carreteras, caminos y veredas donde Θstas existan; de otra manera mantener a un mφnimo el impacto al hßbitat.

2. Respetar la ley y los derechos de otros

(a)Observar las leyes y reglamentos vigentes para el uso de carreteras y ßreas p·blicas en nuestro paφs y en el extranjero.
(b) No entrar en propiedad privada sin el debido permiso del due±o.
(c) Practicar la cortesφa al entrar en contacto con otras personas. El buen ejemplo generarß buena voluntad para con los observadores de aves y otras personas.

3. Asegurarse de que los recipientes o lugares para alimento, estructuras de anidaje o cualquier ambiente artificial para las aves sea seguro.

(a) Mantener siempre limpios los recipientes, el agua y la comida que se provea a las aves. Es importante proveer para la alimentaci≤n de las aves en Θpocas de clima riguroso.
(b) Mantener y limpiar regularmente las estructuras que se proveen para anidaje.
(c) Si deseamos atraer aves a un ßrea es necesario que nos aseguremos de que no van a estar expuestas a depredaci≤n por parte de animales domΘsticos.

4.La actividad de observar aves en grupo, sea organizada o improvizada, requiere de consideraciones especiales.

Cada individuo en el grupo, en adici≤n a las obligaciones mencionadas en las secciones 1 y 2, tiene otras responsabilidades como miembro del grupo.

(a) Respetar los intereses, derechos y habilidades de sus compa±eros, como los de cualquier persona que participe de actividades al aire libre.
(b) Debemos compartir libremente nuestro conocimiento y experiencia excepto en situaciones como las que se mencionan en la secci≤n 1 (f) y (g).
(c) Si observamos comportamiento no Θtico en una persona, debemos evaluar la situaci≤n e intervenir s≤lo si lo creemos prudente. Al intervenir debemos informar a la persona(s) sobre lo inapropiado de la acci≤n y tratar, con razonamiento, de detener la acci≤n. Si la acci≤n contin·a, debemos tomar nota e informar a los individuos u organizaciones pertinentes.

Responsabilidades del lφder o guφa (profesional o aficionado):

(d) Debe ser un ejemplo para el grupo en Θtica y acciones. Debe ense±ar con la palabra y el ejemplo.
(e) Limitar el tama±o del grupo de manera que se pueda minimizar el impacto al ambiente y no interferir con otras personas que estΘn utilizando el ßrea.
(f ) Asegurarse de que cada individuo del grupo conozca y practique este c≤digo de Θtica.
(g) Investigar e informar al grupo sobre prßcticas especφficas que no estΘn permitidas en el ßrea visitada (ejemplo: no se permiten grabadoras).
(h) Informar a todos que las compa±φas de profesionales dedicadas a ofrecer excursiones tienen la responsabilidad de poner en primer lugar el bienestar de las aves y el beneficio del conocimiento p·blico, antes que los intereses comerciales. Los lφderes o guφas deben tomar nota de la aves observadas o cualquier evento especial y notificar a las organizaciones pertinentes.

Traducido y adaptado de "Principles of Birding Ethics" de la American Birding Association (http//:americanbirding.org/abaethics.htm).
Traducci≤n por Carlos Ramos.

 

Otras fuentes de información

Biaggi, Virgilio: Las aves de Puerto Rico. 1997 Univ. de PR Press, Rio Piedras, 4th ed. Historia natural y folclor sobre las aves de Puerto Rico. La taxonomía no está actualizada. Bibliografía selecta de publicaciones apareciendo antes de 1982.

BirdLife International. 2000. Threatened birds of the world. Lynx Edicions and BirdLife International, Barcelona y Cambridge, UK. http://www.hbw.com/

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