Ashitaka emprende un viaje hacia las tierras del clan
Tatara, donde espera poder descifrar el origen de la misteriosa maldici�n antes de que �sta acabe con su vida. All� conoce a Lady
Eboshi, la aut�ntica l�der del clan. En el camino, se ve involucrado en una encoleriza lucha entre dos pueblos en desacuerdo y en una lucha por las divinidades del bosque. Ya en el bosque, Ashitaka conoce a San, la princesa
Mononoke, una joven salvaje criada por los lobos y dispuesta a morir para derrotar a los humanos y su gradual exterminio con el bosque. Contra su voluntad, Ashitaka se ve inmerso en la lucha entre el hombre y la naturaleza, intentando persuadir a ambas partes para que busquen una soluci�n pac�fica que acabe con las cruentas matanzas a las que est�n siendo sometidas las dos partes del conflicto �Encontrar�n la soluci�n?
La historia, a trav�s de los 'Mononokes'
Seg�n
afirma Hayao Miyazaki la �poca de la Princesa Mononoke fue un momento
trascendental de la historia de Jap�n, ya se produjeron grandes
avances. Las mujeres adquirieron una mayor libertad y la r�gida
estructura de clases todav�a no hab�a hecho mella en ese pa�s. Los
inventos y la creaci�n art�stica se multiplicaron. Las mitolog�as
animistas se mezclaban con las nuevas ideas. Tambi�n vieron la luz
nuevas armas, como los �ca�ones de mano� o las armas de fuego,
fueron importadas por los portugueses en 1543. Y la guerra se convirti�
en una forma habitual para resolver los conflictos.
A pesar de que Hayao Miyazaki describe esta �poca absolutamente
�nica en la historia de Jap�n, tambi�n aporta su desbordante
imaginaci�n, creando un mundo m�tico absolutamente desconocido. El
universo de Mononoke est� repleto de personajes exc�ntricos, leprosos
y prostitutas, y de todos aquellos que viven al margen de la sociedad,
en el l�mite de lo salvaje. Empero de que los personajes malvados de la
pel�cula, Lady Eboshi y su clan de los Tatara talan los �rboles y
contaminan los r�os, tambi�n son humanos que intentan sobrevivir en un
entorno ca�tico y hostil, que muchas veces le sobrepasa. Miyazaki
expresa su simpat�a por la dureza de sus vidas, por su deseo tan humano
de lograr un poco de seguridad y solidaridad. Seg�n Miyazaki, los
Tatara son buena gente que intenta subsistir en el �mbito en el que les
ha tocado vivir, enun proceso de plena evoluci�n para su pueblo y su
gente.
Lo mismo que har�n sus descendientes despu�s de la Segunda Guerra
Mundial terminando por construir la segunda econom�a del mundo a costa
de la destrucci�n del medioambiente.
Por otra parte, el cineasta nip�n muestra un estudio de las
criaturas mitol�gicas. Los dioses con forma de animal de Miyazaki no
forman parte de ninguna tradici�n en particular sino que surgen
directamente de sus propios sue�os y visiones. No son criaturas amables
y sofisticadas, sino m�s bien primitivas: Moro, la esencia de la
astucia del lobo, con una capacidad innata para la caza; el Dios
Demonio, que caracteriza a la perfecci�n el instinto de supervivencia
del jabal�. Tampoco se puede decir que sean antropom�rficos. Si bien
es cierto que hablan entre ellos y tambi�n con los seres humanos,
Miyazaki les otorga una cualidad resplandeciente e hipn�tica que
sugiere la existencia de una comunicaci�n telep�tica entre ellos. No
hay que olvidar que tampoco son todopoderosos. De hecho, se sienten
"perdidos", como si fueran los �ltimos pobladores de un
bosque destinado a desaparecer.
El punto m�s acertado de la pel�cula es, sin duda alguna, la
perspectiva narrativa que Miyazaki ha dado al final de su pel�cula, que
incluye un ep�logo basado en un toque de ambig�edad. A pesar de que
los Tatara intentar�n vivir en armon�a con el nuevo bosque que ha sido
regenerado, eso no significa que la batalla haya terminado.
P�gina siguiente
|