El objetivo de éste capítulo es que el lector escriba sus primeros textos y que comience a familiarizarse con algunas de las facilidades elementales de edición de textos que proporciona Word 97: seleccionar fragmentos de texto, realizar una o varias copias de dichos fragmentos, y moverlos a puntos diferentes del documento e incluso a documentos distintos. También se describirán las operaciones de abrir y cerrar documentos, fundamentales a la hora de trabajar con cualquier procesador de textos.
Una vez abierto Word 97, escribir un texto es algo tan sencillo como situarse delante del teclado y pulsar las teclas correspondientes. El texto será escrito en el lugar indicado por el cursor de edición, una barra vertical parpadeante que aparece dentro de la ventana del documento (ojo, no se debe confundir el cursor de edición con el puntero del ratón). El cambio de línea es automático, no hay que pulsar la tecla <Intro> cada vez que se termine una línea. Ésta tecla sólo se empleará para finalizar párrafos.
Hay dos métodos para desplazar el cursor de edición dentro de un texto:
- Emplear las teclas en forma de flecha, tanto las del bloque numérico como las del bloque de desplazamiento.
- Mover el puntero del rat├│n hasta el punto donde se quiere colocar el cursor de edici├│n y hacer clic.
Los caracteres pueden borrarse mediante las teclas <Retroceso> y <Supr>: la primera de ellas borrará el carácter situado inmediatamente a la izquierda del cursor, la segunda, el carácter situado inmediatamente a la derecha del cursor. Otro método para borrar un carácter recién escrito es seleccionar el comando Edición/Deshacer Escritura, lo que es equivalente a pulsar el botón Deshacer, de la barra de herramientas estándar.
Word 97 proporciona, además, una detección automática de errores ortográficos y gramaticales. Si el procesador detecta una palabra que interpreta como mal escrita la subrayará en rojo con una línea quebrada. Si, una vez terminada una oración, descubre algún error gramatical en la misma, resaltará ese supuesto error subrayándolo en verde, también con una línea quebrada. Para averiguar cuál ha sido el fallo, bastará con situarse sobre la palabra remarcada y hacer clic con el botón derecho del ratón. Saldrá una pequeña ventana con una breve explicación acerca del error cometido y las posibles modificaciones que se pueden hacer para que la palabra u oración sean correctas.