La mayorφa de los tiburones son excelentes nadadores que se mueven a travΘs del agua sin realizar un gran esfuerzo. Su dise±o se ajusta perfectamente a sus necesidades, raz≤n por la que la forma del tibur≤n no ha variado mucho a lo largo sus 400 millones de a±os de existencia.
Los tiburones dependen de su aleta caudal, o cola, para nadar. En todos los tiburones, la columna vertebral se extiende hasta el l≤bulo superior de la cola, proporcionßndole fuerza y estabilidad. Moviendo esta cola de lado a lado, el tibur≤n se empuja a sφ mismo hacia adelante y hacia arriba. El movimiento hacia arriba producido cerca de la cola empuja la cabeza hacia abajo, que se equilibra con la subida de las aletas pectorales.
Para girar, el tibur≤n mueve la cola asimΘtricamente, concentrando mßs energφa en un lado que en el otro. El tibur≤n se sumerge o emerge variando la rotaci≤n de la cola, que aumenta (para emerger) o disminuye (para sumergirse) el movimiento vertical.
Las aletas del tibur≤n, a diferencia de las de los peces ≤seos, son rφgidas y tienen una movilidad limitada. La aleta dorsal act·a como estabilizador y evita que el tibur≤n dΘ vueltas sobre sφ mismo en el agua. Las aletas pectorales, ademßs de proporcionar suspensi≤n, ayudan al tibur≤n a dirigirse, disminuir la velocidad y girar. Los tiburones no pueden nadar hacia atrßs.
El cuerpo del tibur≤n no estß dise±ado para largos perφodos de nataci≤n rßpida sino para una nataci≤n lenta y regular. Basßndose en los estudios realizados con tiburones en cautividad y las observaciones que se han llevado a cabo en mar abierto, los investigadores estiman que los tiburones nadan a una velocidad media comprendida entre los 2 y los 5 km. por hora. Algunas especies, como el marrajo, son capaces de alcanzar una velocidad punta de 56 hasta 96 km. por hora.