Es poco lo que sabemos acerca del sentido gustativo del tibur≤n, pero las referencias que tenemos sobre los demßs sentidos de este animal marino indican que son muy agudos. Determinar quΘ sentido es el "mejor" depende de las circunstancias. Es mßs que probable que los tiburones utilicen todos sus sentidos para detectar su ~presa~, si bien cada uno de ellos entra en juego en diferentes momentos del proceso. Por ejemplo, es probable que el sentido que funciona a mayor distancia sea el oφdo. A pesar de no tener orejas visibles, los tiburones son muy sensibles al sonido, especialmente a las bajas frecuencias rφtmicas, como las producidas por los peces cuando estßn comiendo o luchando.
El sentido del olfato del tibur≤n no se queda muy atrßs. Denominados con frecuencia "narices nadadoras", los tiburones disponen de dos orificios nasales o narinas en la parte inferior del hocico, rellenos con una especie de diminutos filamentos que pueden detectar incluso cantidades min·sculas de sustancias quφmicas en el agua. Los estudios han demostrado que algunos tiburones pueden detectar extracto de at·n en concentraciones de una parte por 25 millones de partes de agua.
Asimismo, los tiburones gozan de un excelente sentido de la visi≤n y del tacto. No s≤lo sienten el contacto fφsico al igual que nosotros, sino que sienten el "contacto a distancia". Una complicada red de fibras nerviosas denominada ~lφnea lateral~ se extiende desde la cola del tibur≤n hasta la cabeza, detectando las vibraciones producidas por objetos que se mueven en el agua. Los cientφficos especulan que un tibur≤n es capaz de "sentir" el movimiento de un animal a una distancia de 180 m.
Pero el sentido mßs poderoso del tibur≤n en comparaci≤n a otros animales es, sin duda, su "sexto sentido", denominado ~electrorrecepci≤n~. Diminutos poros en la parte superior del hocico y en la mandφbula conducen a unas bolsas de gelatina denominadas ~ampollas de Lorenzini~. Estas ampollas pueden detectar campos elΘctricos dΘbiles generados por todos los organismos vivos que se encuentren cerca. Ning·n otro animal de la naturaleza, incluido el ser humano, posee unos receptores elΘctricos como las ~ampollas de Lorenzini~ del tibur≤n. Este increφble sentido ayuda al tibur≤n a localizar las ~presas~ que no puede encontrar con los demßs sentidos. Por ejemplo, la ~electrorrecepci≤n~ del tibur≤n podrφa localizar un animal marino a unos metros de distancia, aunque estuviera enterrado en la arena.
