Los tiburones cuentan con dos tipos de sentido tßctil, el fφsico y el "tacto a distancia", que permite al tibur≤n sentir las vibraciones de objetos distantes. Un tibur≤n es suficientemente capaz de "sentir" el movimiento de un animal a 180 metros de distancia.
Es obvio que el sentido del tacto es muy diferente al nuestro. En realidad, los tiburones tienen dos tipos de tacto, uno es el resultado del contacto fφsico "como el de los humanos", y el otro se denomina "tacto a distancia" o mecanorrecepci≤n, que permite sentir las vibraciones de un objeto mucho antes de entrar en contacto fφsico con Θl.
La capacidad del tibur≤n para sentir es el resultado de una compleja red de fibras nerviosas que conforman el sistema sensorial de la ~lφnea lateral~. En la fotografφa n·mero 3, se puede observar c≤mo la lφnea lateral se extiende desde el extremo de la aleta caudal, a lo largo de los costados del cuerpo y se ramifica en la cabeza.
Al mover un objeto, se desplazan molΘculas de agua, creando asφ vibraciones que se trasladan a travΘs del agua y entran en contacto con los poros de la piel del tibur≤n que conducen a la lφnea lateral interna. Los canales de la lφnea lateral estßn formados por unas cΘlulas con diminutas protuberancias filiformes, denominados cilios, que conectan con miles de fibras nerviosas que conducen los impulsos al cerebro del tibur≤n. (Un investigador cont≤ unas 6.000 fibras sensoriales que se dirigφan de la lφnea lateral al cerebro de una pintarroja).
Los cilios de las cΘlulas sensoriales pueden detectar incluso los movimientos mßs ligeros en el agua y alertar al tibur≤n de que una posible perturbaci≤n (quizß un alimento) estß cerca. Este increφble sistema sensorial no s≤lo detecta movimiento, sino que informa de la direcci≤n del movimiento, lo que supone que a·n sin contar con ayuda visual, auditiva u ~olfativa~, el tibur≤n puede "sentir" la presencia y localizaci≤n de objetos que se mueven a grandes distancias. Los tiburones cuentan, asimismo, con el sentido del tacto fφsico similar al humano. Pueden distinguir entre distintas temperaturas y, probablemente, sentir dolor.
