Si no se trata del espectßculo aterrador de una aleta dorsal cortando la superficie del agua, es probable que sea una terrorφfica mandφbula abierta y repleta de dientes afilados como cuchillas. Esta ·ltima caracterφstica es precisamente la que ha asegurado su posici≤n de superpredador en la cadena alimentaria del medio marino.
Los expertos afirman que los tiburones son
"predadores oportunistas", puesto que comen dependiendo de quΘ y cußnto hay disponible, los tiburones no son "mßquinas devoradoras inconscientes", sino que son bastante selectivos con respecto a su alimentaci≤n.
En general, la mayorφa de los tiburones se alimentan de peces, principalmente de invertebrados, que son animales acußticos que carecen de espina dorsal, como los pulpos y los crustßceos. Se ha comprobado que ciertos tiburones se alimentan de carro±a y "limpian" el fondo de los ocΘanos.
No obstante, existen excepciones, como es el caso del gran blanco, cuya debilidad son tanto los leones marinos como las focas, y el caso del tibur≤n tigre, que ingiere cualquier cosa que encuentra.
Muchos tiburones s≤lo comen una vez cada uno o dos dφas. Aunque resulte difφcil constatar los hßbitos alimentarios del gran blanco, se piensa que este tibur≤n puede comer una gran cantidad una vez cada dos o tres meses.
La preferencia de alimento viene en parte determinada por el tipo de dientes que poseen; por ejemplo, tanto el tibur≤n peregrino como el tibur≤n ballena, a pesar de su gran tama±o, tienen dientes diminutos. Mientras se alimentan, filtran por la boca mßs de mil toneladas de agua repleta de apetitoso plancton cada hora.
La textura de la presa no parece suponer ning·n obstßculo a la hora de convertirla en una comida.
Este tibur≤n, el cigarro, confunde el caucho con alimento. Mide menos de medio metro y cuando estß hambriento se acerca con sigilo a las grandes criaturas, como las ballenas, a las que se adhiere mediante los labios gruesos y luego emplea sus peque±os, aunque extremadamente afilados, dientes para arrancar un pedazo de carne.
Algunos moradores del fondo del mar, como la gata nodriza, comen en ocasiones fango y piedras junto con el alimento que barren del suelo oceßnico.
Otro de los moradores del fondo oceßnico es el angelote, permanece bajo la arena para atacar por sorpresa a sus vφctimas, momentos de glotonerφa salvaje e incontrolada, cuando una mezcla de sangre y ciertas substancias quφmicas sobreexcitan a los tiburones, que en realidad ocurre en raras ocasiones. De hecho, lo que la mayorφa de las personas no sabe es que tienen un paladar bastante exquisito, por lo que a la hora de la comida, el tibur≤n es mßs un gourmet que alguien que engulle absolutamente todo lo que se le presenta en el bufΘ marino.
