JosΘ Velicia Berzosa. Fundaci≤n Las Edades del Hombre.
Para la Iglesia en Castilla y Le≤n, promotora y gestora del proyecto, Θste ha querido
ser fiel a tres ideas que parecen esenciales para una empresa eclesial de este tipo :
Servicio en gratuidad.
Amor a la belleza.
Apuesta por el futuro.
IV Exposición. Catedral Nueva de Salamanca (ppa)
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La gratuidad es una palabra clave en el Evangelio de Jes·s, a ella hemos
pretendido ser fieles a lo largo de estos a±os. Con "Las Edades del Hombre" la Iglesia no ha
querido lavar ninguna imagen deteriorada de sφ misma. La historia estß ahφ con sus luces y con sus
sombras, con sus momentos de gracia o de pecado. Ni se ha pretendido conquistar ninguna
clientela, ni hacer apologΘtica. Ha pretendido ser una oferta a la libertad y al pensamiento de cada
uno, hecha, evidentemente desde una perspectiva creyente, una "buena noticia".
El que la entrada a las exposiciones fuera gratuita fue un peque±o signo de esta
actitud.
Y ha pretendido ser un servicio a la verdadera cultura tan amenazada hoy por eso que
se ha dado en llamar "lo cultural".
Como escribe Alain Finkielkraut : "La cultura contemporßnea
esta atravesando una crisis de identidad porque se estß hundiendo precisamente en lo cultural. La
cultura contemporßnea ya no puede resistir a la ofensiva de la industria cultural. Se impone lo
cultural frente a la cultura.Lo cultural precisamente es la idea de que todo lo que hace el hombre
pertenece a la cultura" .
Cuando se puede escribir impunemente que desde "lo cultural" tienen el mismo valor
el MoisΘs de Miguel Angel que unos pantalones vaqueros es que algo muy grave y letal para el
hombre estß pasando.
La belleza hoy es una palabra clave para la tarea evangelizadora de la Iglesia.
Como dice H. von Balthasar "nuestra palabra inicial se llama belleza. La belleza, en la que no nos
atrevemos a seguir creyendo y a la que hemos convertido en una apariencia para poder librarnos de
ella sin remordimientos. La belleza, que como hoy aparece bien claro, reclama para si al menos
tanto valor y fuerza de decisi≤n como la verdad y el bien, y que no se deja separar ni alejar de sus
dos hermanas sin arrrastrarlas consigo en una misteriosa venganza. De aquel cuyo semblante se
crispa ante la s≤la menci≤n de su nombre, pues para Θl la belleza s≤lo es una chucherφa ex≤tica del
pasado burguΘs, podemos asegurar que - abierta o tßcitamente - ya no es capaz de rezar y pronto ni
siquiera serß capaz de amar".
Vírgen de la Vega, Salamanca. (fedh)
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La belleza como recordatorio visible de la Luz Invisible. La belleza a travΘs de la
cual la Iglesia debe comunicar el Misterio, lo Inefable. Como escribe F. MΘdicus "Dios necesita de
los profetas para manifestarse, y todos los profetas necesariamente son artistas : lo que diga un
profeta nunca podrß decirse en prosa"
Ángel de Alejo de Vahía. Becerril de Campos (fedh)
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La apuesta por el futuro estß en el n·cleo del proyecto. Alguien ha podido
pensar que Θste es una mirada nostßlgica hacia glorias pasadas que nunca jamßs volverßn. Nada
mßs lejos en la intencionalidad del trabajo realizado. "No hay utopφa sin memoria ni proyecto sin
historia". No podemos avanzar hacia el futuro sin saber cuales son nuestras raφces, sin saber de
donde venimos, sin conocer a fondo el legado cultural recibido de nuestros antecesores. No es
arriesgado afirmar que es precisamente aquφ donde hoy nos jugamos el porvenir del hombre : sin
memoria hist≤rica quedarß sujeto a todos los vaivenes, a todos los poderes, tanto mßs sutiles y
peligrosos cuanto mßs difuminados y sin rostro aparezcan. Para el cristiano, la memoria forma
parte esencial de su fe. Pero la suya no es una memoria meramente arqueol≤gica, fosilizada en
datos y fechas : es un "memorial", es decir la "presencializaci≤n" de un acontecimiento ciertamente
pasado, pero cuya virtualidad incide en el aquφ y en el ahora y determina de alguna manera el
futuro del hombre que celebra este recuerdo.
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