El acuerdo alcanzado entre el PNV y el PP para que los nacionalistas vascos apoyaran la investidura de Jose Maria Aznar llego despues de dos meses de intensas negociaciones, que en mas de una ocasion quedaron practicamente estancadas aunque ninguno de los dos partidos las dieran por cerradas.
Una semana antes del acuerdo, el PNV estaba dispuesto a votar negativamente la investidura de Aznar, despues de la polemica suscitada entre los nacionalistas vascos y los sindicatos UGT y CCOO y de no aceptar el Partido Popular la oferta de minimos que planteo Arzalluz a Aznar telefonicamente.
Antes, los nacionalistas ya habian lamentado en numerosas ocasiones la falta de concrecion con la que se saldaban las reuniones, de forma que despues de un mes las negociaciones entre los dos partidos no salian del punto inicial, "el cero patatero", como lo definio Arzalluz.
De todas formas, este pesismismo de los "peneuvistas" sobre las posibilidades de llegar a un acuerdo nunca fue compartido por los "populares", quienes se mostraron convencidos de poder llegar a un consenso, aunque los cinco votos del Grupo Vasco no eran imprescindibles para que el PP conformara una mayoria absoluta.
El proceso negociador, por parte de los nacionalistas, se inicio con la reclamacion al Partido Popular de una serie de gestos que demostrara un nuevo talante, despues de los duros enfrentamientos que ambos partidos habian mantenido en a├▒os anteriores y que se recrudecieron durante la campa├▒a electoral.
Una vez superados por ambas partes los recelos iniciales, las negociaciones se caracterizaron por el impulso que supuso cada uno de los tres encuentros personales entre Arzalluz y Aznar y el retroceso que se producia pocos dias despues cuando eran las comisiones negociadoras las que se reunian para concretar lo hablado por los maximos lideres.
En su primer encuentro personal en este proceso, celebrado en Burgos, Aznar dejo claro a Arzalluz que no aceptaria que se rompiera la caja unica de la Seguridad Social, una de las reclamaciones iniciales de los nacionalistas. La politica de pacificacion de Euskadi, en la que los dos partidos mantenian serias discrepancias, se dejo tambien al margen de las negociaciones por considerarla una cuestion que se debia tratar entre todos los partidos en el seno del Pacto de Ajuria Enea.
El PNV planteo para llegar a un acuerdo el que se culminara el desarrollo del Estatuto de Gernika, especialmente en sus materias sociolaborales, y que se acordaran los terminos de la renovacion del Concierto Economico, que finaliza en el a├▒o 2001 y que regula las aportaciones economicas del Pais Vasco al Estado por las competencias que ejerce el Gobierno central.
El Partido Popular ofrecio al PNV la devolucion de su patrimonio incautado tras la guerra civil, valorado en mas de 3.500 millones de pesetas, y se mostro dispuesto a desarrollar el Estatuto, una vez que estuviera en el Gobierno y conociera las detalles tecnicos y economicos que supondria.
Sobre estos planteamientos se produjeron varias reuniones de las comisiones negociadoras integradas por Rodrigo Rato, Mariano Rajoy, Cristobal Montoro y Jaime Mayor Oreja, por el Partido Popular, y Joseba Egibar, Juan Maria Ollora, I├▒aki Anasagasti y Juan Jose Ibarretxe por el PNV. El asunto tambien fue debatido entre "tecnicos" de las dos formaciones en dos ocasiones.
Sin embargo, no se llego al consenso sobre estas cuestiones y se trunco la posibilidad de un acuerdo para toda la legislatura, lo que Arzalluz dijo graficamente que hubiera sido "el beso en la boca".
Segun el PNV, el fracaso de estas negociaciones se debio a las "amenazas" de UGT y CCOO a Aznar de romper el dialogo social si pactaba con los nacionalistas la ruptura de la caja unica de la Seguridad Social, el Inem, el Fogasa y la formacion continua.
Ante la negativa de los "populares" a pactar estas materias, la negociacion se limito al apoyo en la investidura a cambio de que las haciendas vascas tuvieran capacidad normativa en el IRPF, recaudaran los impuestos de tabaco, alcohol e hidrocarburos y se concertara la tributacion de los no residentes en Euskadi que obtienen rentas en el Pais Vasco.
Esta ultima fase fue llevada adelante por Mayor Oreja, que tuvo un gran peso en todo el proceso negociador, y Juan Jose Ibarretxe, sin que faltaran las conversaciones telefonicas entre Arzalluz y Aznar.
Finalmente, el acuerdo definitivo se quedo en el apoyo del PNV a la investidura de Aznar y la "voluntad politica" de que el pacto tenga continuidad durante toda la legislatura en la medida que se fuera desarrollando el Estatuto vasco.