Los dirigentes del PSOE y los cientos de seguidores que apoyaron a los socialistas en la sede federal de la madrile├▒a calle Ferraz pasaron de las caras largas, tras conocer los primeros sondeos, a la euforia y el ambiente de victoria al conocer que la derrota era por la minima.
Tan alto habian puesto las encuestas el liston del PP, al borde de la mayoria absoluta, y tan bajo el del PSOE, pronosticando el peor resultado de la democracia, que lo lejos que quedaron los populares de la mayoria absoluta, a una veintena de esca├▒os, tuvo el sabor de los triunfos.
La satisfaccion de los dirigentes del PSOE fue manifiesta, ya que muchos de ellos se temian un resultado mucho peor. Asi se reflejo en los rostros de Alfonso Guerra, Cipria Ciscar, Jose Maria Benegas, Joaquin Almunia y Alejandro Cercas, entre otros.
Poco despues de las 23,00 horas, Gonzalez llegaba a la sala de actos del PSOE, abarrotada por cientos de seguidores socialistas, como si del triunfador de la jornada se tratara.
En un ambiente euforico, los seguidores socialistas corearon gritos como "┬┐Donde esta la nueva mayoria?", en alusion al lema del PP; "Por consiguiente, Aznar a la siguiente", y otros, entre los que destaco el "cumplea├▒os feliz" al lider del PSOE, quien dos dias despues 54 a├▒os.
En la calle, a las puertas de la sede federal de Ferraz, se fueron agrupando seguidores del PSOE que tambien pasaron del temor a la catastrofe a la euforia por la derrota minima.
Entre los invitados que se pasaron por Ferraz destacaron algunos de los artistas y actores que en la ultima semana de campa├▒a habian expresado su apoyo publico al PSOE, entre ellos Ramoncin, Tina Sainz y Rosa Maria Sarda.
La musica que se escucho durante las horas de espera electoral fue evolucionando con el desarrollo de las noticias que llegaban sobre el escrutinio y la asignacion de esca├▒os. Primero, cuando los datos no eran demasiado favorables, destaco la musica clasica y solemne, pero, poco a poco, se avanzo hacia melodias mas ritmicas y se acabo con los Rolling Stones.
Esa noche los socialistas y sus seguidores tuvieron la impresion de haber salvado la cara.