En el octavo mes de embarazo, las madres que se han preocupado de seguir una dieta balanceada, habrán tenido un moderado aumento de peso, cercano a los 10 kilos. Las mamas habrán crecido al desarrollarse el componente glandular de las mismas, lo que permitirá una buena lactancia para el recién nacido.
La cercanía de la fecha del parto hace que la madre tenga algún grado de ansiedad por la inminencia del nacimiento. Sus preocupaciones se centran en cualquier síntoma abdominal que pudiera presentarse. Se pueden percibir contracciones uterinas en forma más frecuente, pero -a diferencia de las contracciones que anticipan al parto- no ocurren a intervalos regulares ni son de muy alta intensidad. Los movimientos fetales frecuentes y enérgicos, son una señal de buena salud del feto, por lo que la percepción de estos movimientos fetales debe ser un motivo de tranquilidad para la madre.
El acomodo de la cabeza hacia la pelvis materna provoca dolor en la parte inferior del abdomen, en la zona cercana al pubis, el que en ocasiones se irradia hasta alcanzar la cara interna de los muslos.
La compresión que efectúa el útero sobre el sistema venoso, hace que en la región perianal puedan manifestarse hemorroides y en las extremidades inferiores várices. Cuando esto se produce, se recomienda mayor reposo en cama.
Los problemas digestivos son similares a los descritos en los meses anteriores, destacando la acidez y constipaci├│n.
Los dolores de cabeza, zumbido de oídos y molestias similares son poco frecuentes hacia el final del embarazo y si se presentan, la madre debe consultar a su médico.
Una pregunta recurrente a lo largo de la gestación se refiere a la sexualidad y a los riesgos que ella trae . No existe contraindicación para llevar una vida sexual activa durante el embarazo, a no ser que existan complicaciones que signifiquen un riesgo para la gestación. En muchos hombres y mujeres la sexualidad se incrementa durante la gestación, en otros, ésta se ve más bien inhibida. Existe una gran variedad de actitudes en relación con este tema, fruto de la cultura, la educación y las respuestas biológicas y conductuales propias de cada individuo.
A menudo el hombre y la mujer experimentan la sexualidad de manera diferente y ésto se hace más manifiesto a medida que avanza la gestación. Si es correctamente abordada, esta nueva instancia de encuentro y adaptación puede ser muy enriquecedora para la pareja.