La mßquina de coser fue inventada tres veces, por tres hombres distintos. Antes de su desarrollo, habφa mucha demanda por obtener una mßquina capaz de fabricar ropa a una mayor velocidad que el proceso de costura manual. A·n mßs importante que la necesidad del progreso fue la pregunta moral realizada constantemente en esta Θpoca. ┐Es Θtico reemplazar a las fieles costureras por una mßquina? El primer inventor de la mßquina de coser, Barthemy Thimonnier (1830), nacido en Francia, tuvo Θxito al crear una mßquina de coser con las funciones bßsicas de las mßquinas de la actualidad. La consagraci≤n de los clientes se hizo sin dificultad. Su negocio prosper≤ debido a la gran demanda de uniformes del ejΘrcito francΘs. Su gran fortuna se dio por finalizada cuando los sastres locales iniciaron una revuelta temiendo perder sus puestos de trabajo. Irrumpieron en su tienda y destrozaron todas sus mßquinas. El inventor huy≤ para salvar su vida y no se atrevi≤ a proseguir con el invento. El inventor Walter Hunt, que poseφa patentes para inventos como el imperdible y el rev≤lver, fue el segundo creador de la mßquina de coser. Debφa resolver los mismos problemas que Thimonnier habφa resuelto a±os antes: encontrar una fuente de energφa para accionar la aguja o descubrir una manera para que avanzara la tela tras cada puntada realizada. Tras completar por fin un prototipo funcional, Hunt descubri≤ que las aptitudes de la gente no habφan cambiado. Pero a·n se cuestionaba la moralidad de reemplazar a los honestos trabajadores por mßquinas. Hunt, temiendo por su seguridad, guard≤ la mßquina y nunca solicit≤ la patente. En el a±o 1846, Elias Howe se convirti≤ en el tercer inventor que intent≤ dar vida a la mßquina de coser. La mayorφa de los esfuerzos de Howe no radicaban en el mero hecho de construir la mßquina de coser, sino en intentar comercializarla y en defender sus derechos de patentes y royalties. Howe vivi≤ en la miseria casi toda su vida. En el a±o 1854 su suerte cambi≤ cuando Isaac Singer le hizo una oferta para producir la mßquina de coser en serie, respetando todo lo estipulado sobre los royalties. La mßquina de coser fue por fin aceptada como un invento ·til y prßctico, requerido por muchas industrias.
