Su último trabajo fue el de capturar a Cerbero que estaba como guardián del Tártaro. Para hacer esto Heracle tuvo que bajar a la Ultratumba donde fue acompañado por Hermes, el guía de las sombras, y por Atena. Carón amenazado por Heracle lo trasladó en su barca y Ade mismo fue herido por el héroe al entrada del Inferior. Aquí Heracle causó un montón de daños hasta que Perséfone le concedió que se llevara a Cerbero y se fuese. Entonces Heracle salió del Inferior con el terrible perro a cuestas y lo entregó a Euristeo que se había escondido por el miedo. Llegado a este punto Heracle devolvió a Cerbero a la Ultratumba.