Como décimo trabajo Euristeo ordenó a Heracle robar el ganado de Gerión, un orco con tres cabezas y seis brazos que vivía cerca del Océano. Durante el viaje Heracle se paró en el estrecho de Gibraltar donde levantó dos columnas de piedra para indicar que allí terminaba el mundo conocido. Robó el ganado y mató a Gerión. Volviendo con el ganado tuvo muchas aventuras y desaventuras, pero al final pudo llevar todos los animales a Euristeo. Puesto que Euristeo no había juzgado validos dos trabajos, Heracle tuvo que hacer otras dos pruebas.