Quien liberó a Prometeo de su tormento fue el héroe invencible Heracle (Hércules). Hijo de Alcmena, una mujer mortal, y de Zeus que quería un hijo valiente para que venciera en la guerra a los gigantes, Heracle era valiente, muy fuerte, valeroso y generoso, pero era también irascible y violento. Perseguido por Hera, a pesar de su gran valor, vagó por toda la tierra viviendo muchas aventuras, pero nunca logró conquistar un reino por sí mismo y muy a menudo tuvo que servir a los mortales. Era representado como un hombre muy musculoso, vestido con la piel del primer león que mató y con la lanza en la mano.