Después de algún tiempo Pandora no aguantó más y abrió el vaso. Y salieron de éste todos los males, los sufrimientos y las desgracias que desde aquel momento y en adelante, habrían de atormentar a los mortales. Pandora intentó inútilmente cerrar el vaso, pero dentro había quedado un sólo espíritu que le gritó que le dejara salir: era la Esperanza, lo que puede consolar a la humanidad de todas estas tragedias.