Estas últimas eran imaginadas como chicas muy hermosas y estaban divididas en varias categorías: las Nereidas eran las Ninfas de los mares, las Náyades de los ríos y de las fuentes, las Oreas de los montes y de los abismos, mientras que las Drías eran las Ninfas de los árboles. Las Ninfas nunca envejecían pero no todas eran inmortales porque la duración de sus vidas estaba asociada al elemento de la naturaleza que protegían. Las Ninfas son las protagonistas de muchas historias de amor con dioses y hombres. Las que no querían enamorarse acompañaban a Artemis en sus cazas.