El tercer hermano, Poseidón, había recibido, como ya hemos dicho, el dominio de las aguas. Vivía en un palacio submarino y recorría los mares sobre su coche tirado por caballos con crines de oro. Su tridente provocaba tormentas, hundía las naves y daba lugar a terremotos y maremotos de los cuales también podían nacer nuevas islas. Por ejemplo, nacieron las Islas Espórades y se abrió el estrecho de Mesina. Mientras los dioses discutían sobre la guerra de Troya, Poseidón muy enfadado, dió un golpe tan fuerte con su tridente que Ade salió de su trono gritando por el miedo a que se hundiera el techo del Inferior, dejando entrar la luz del sol que él odiaba.