Al igual que Atena era savia y correcta en la guerra, Ares era violento, cruel e inconstante. Ese dios se lanzaba a las batallas con su carro con ruedas armadas de hoces y acompañado por Discordia, Terror y Espanto, es decir, Eris, Demos y Fobos. Mientras que los Griegos, que eran un pueblo pacífico, no le dedicaron homenajes particulares, los Romanos lo hicieron el fundador de su pueblo: la leyenda cuenta que fue el padre de Rómulo y Remo.