Enrique Iglesias
De padres gatos, hijos mininos. El vástago de nuestro internacional Julio siguiendo los pasos de su progenitor. A pesar de la pobreza de sus canciones hay que decir varias cosas en su favor: Los temas de su padre nunca fueron mucho mejores y eso no fue obstáculo para llegar a lo más alto. Por otra parte y por lo que se desprende de sus entrevistas, Enrique es incapaz de pronunciar más de tres palabras seguidas de un modo inteligible. No sería extraño que el hecho de cantar se deba más a una terapia correctiva que al afán de llenar el mercado con más morralla. Si, de paso, se puede sacar unos kilitos, miel sobre hojuelas. En cualquier caso le deseamos una pronta mejoría en su capacidad verbal. A ver si estábamos en lo cierto y abandona la carrera musical.