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Constituyen un auténtico fenómeno social. Se venden como churros pese a ser todos prácticamente iguales con una calidad ínfima. Su lanzamiento se realiza con una campaña de televisión aprovechando el motivo más zafio y chabacano del momento, (sea Paspas, Rambo, Jesús Gil o un doble de nuestro electo presidente).
Son una versión modernizada (chunda chunda) y actualizada del tractor amarillo o el zurriagazo, para que una nueva generación de garrulos salten y brinquen o pongan el " loro del Buga" a todo gas. Por si fuera poco , a la facción bakalaera se le ha sumado este verano la vertiente latina ( salsa, merengue u otros ritmos caribeños ), para delicia de boïtes y chiringuitos playeros; y la vertiente rumbera, para amigos de la farra en general.
No hay escapatoria. Los mixes se han convertido en una amenaza que prolifera por doquier y asalta a la gente de bien allí donde menos se espera. ¿ Creéis que exagero?.
La verdad, por dura que sea, está ahí fuera.
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