La Romerφa de San Isidro

Texto y fotos Nuria Gambao


Dos carrozas salen del Puente de Toledo, camino de la peque±a Ermita en una colorida y emocionante Romerφa que cont≤ con la presencia del alcalde de Madrid. Manolas e Isidros visten sus mejores galas y acuden con sus cestas tφpicas a la Pradera de San Isidro. El men· tφpico: tortilla de patata y pimientos fritos. Churros y chocolate. Grandes y peque±os disfrutan de la m·sica de pasodobles y chotis y el aire huele a fritanga y caramelo.

Los mßs mayores, madrile±os de pura cepa, echan preciosos requiebros (piropos) a las mocitas que pa±oleta a la cabeza y clavel revent≤n como corona, contin·an su paso garboso. Las escenas parecen reciΘn sacadas de una zarzuela o un sainete de los Hermanos Alvarez Quintero.



Como suele ser habitual en los festejos patronales, las celebraciones religiosas dan paso a a la escenas l·dicas. Los mßs avezados aprovechan para marcarse un chotis, los crφos corren por la pradera que se llena de mantas de colores y familias enteras se aprestan a disfrutar se su campestre almuerzo.
















Gracias a Dios este a±o la lluvia respet≤ la festividad y el dφa luci≤ soleado. A·n asφ, algunos optaron por realizar su condumio en alguno de los muchos restaurantes castizos de los aleda±os de Las Ventas, Los Carabancheles o LavapiΘs. Oreja y rabo de toro de men·, como Dios manda.

DespuΘs hay que darse prisa. Todos los festejos taurinos comienzan a las siete de la tarde y ya se sabe que se ruega puntualidad porque, una vez finalizado el paseillo, y con el primer toro de la tarde en la plaza sobre el albero, no se permite el acceso a la localidad hasta que el morlaco es arrastrado por la mulillas.

Por la noche, nos esperan las Vistillas con conciertos, bailes populares con orquestas y sus incomparables vistas del Palacio Real, la Calle BailΘn y la calle Segovia. Una jornada completa llena de tradiciones que recupera el sabor mßs antiguo de Madrid.