La exposición no se limita a la puesta en orden y valor de documentos del hombre, distribuidos a lo largo de un recorrido sugerente guiado por la arquitectura cobijante, y quiere salir de la catedral para ense±ar la villa episcopal, que nació en torno suyo, y después el espacio geográfico de la diócesis que hoy se ci±e a los límites de la provincia de Soria, pues es la diócesis y sus hombres quienes justifican desde hace 1400 a±os, al menos, la existencia del obispo, de su cátedra y de su villa.
Y así se proponen, de nuevo, los seis pisos en otros tantos espacios, repartidos por el rico y sorprendente territorio de la diócesis, que son complemento de la muestra y disculpa para tratar de ahondar en nuestro propio conocimiento:
