El cartel muestra la ilustración del folio 23 del "Beato de Osma", correspondiente al texto del Apocalipsis de San Juan, I, 10-20:
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10. Y vi detrás de mi una voz potente como de trompeta, 11. que me decía: "Lo que estás viendo escríbelo en un libro y envíaselo a las siete iglesias, a Éfeso, a Esmirna, a Pérgamo, a Thiatira, a Sarces, a Filadelfia y a Laodicea". |
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12. Y volviéndome vi siete candelabros de oro, 13. y en medio de los candelabros de oro vi uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de túnica talar y ceñido hacia los pechos con cinturón de oro. |
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14. Su cabeza y sus cabellos eran tan blancos como la pura lana, o como la nieve, y sus ojos como llamas de fuego; 15. sus pies eran semejantes al oropel del Líbano, como el fuego que arde en la fragua, y su voz como el murmullo de mucha agua; |
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16. y tenía en su diestra siete estrellas, y salía de su boca una espada afilada, de doble filo, y su semblante como el sol cuando resplandece con toda su intensidad. |
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17. Al verlo caí a sus pies como un muerto, pero puso su diestra sobre mí al tiempo que me decía: "No temas; yo soy el Primero y el Último, 18. y el viviente, aunque estuve muerto, pero he aquí que estoy vivo para siempre, por los siglos de los siglos, amen. Tengo las llaves de la Muerte y del Infierno. 19. Escribe, pues, lo que has visto, lo que es y lo que ha de venir después de ésto". 20. Éste es el misterio de las siete estrellas que viste en mi mano derecha y los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros, las mismas siete iglesias. |
John Williams en su artículo "Las ilustraciones del Beato de Osma", publicado en los estudios introductorios de la edición facsímil de Vicent García Editores (Valencia 1992), escribe lo que sigue:
El
Hijo del Hombre, claramente identificado como Cristo con ese enorme y dorado
nimbo crucífero, viste túnica blanca y sus pies estan pintados
de color de barro cocido para simular los pies de bruñido bronce
de que habla el texto. Pone su diestra sobre Juan, que cae a sus pies "como
muerto". El amarillo brillante del fondo sugiere el sol "cuando
resplandece con toda su intensidad". Las siete iglesias de Asia a
las que va dirigida la revelación se evocan de manera eficaz con
esa arquería que vemos debajo de la figura de Cristo, aunque las
cruces que identifican tales estructuras como iglesias sean aquí
sólo seis. Cristo sostiene en la mano izquierda la llave "de
la Muerte y del Abismo". Esta llave -de la que la "explanatio"
(explicación al texto del Apocalípsis de Beato de Liébana)
dice simplemente que abrirá el cielo o el infierno para los que
hayan sido juzgados- pertenece a la tradición pictórica (
de las ilustraciones del comentario de Beato). No así la pintura
del infierno a que da lugar; el infierno tradicionalmente no estaba representado.
Aquí, las regiones infernales componen la parte baja de la ilustración
y tienen el tono adecuado, oscuro y rojo. Una inscripción ("Infernus")
y las oscuras figuras recostadas de Satanás confirman que se trata
del infierno. Dentro de él, los cuerpos desnudos de los muertos
son atormentados por serpientes.
Esta iluminación de Martinus sirve de portada a la Exposición "La Ciudad de Seis Pisos" porque la arquería y los candelabros que evocan las siete iglesias de Asia, muy bien pueden representar a las once iglesias de Castilla y León, embarcadas en este Proyecto de Las Edades del Hombre y unidas al gozo de la Iglesia de Osma-Soria en la celebración de su XIV Centenario. Estos catorce siglos de historia son un mensaje para las once Iglesias, que con esta exposición intentan decir lo que han sido, descubrir lo que son y preparar lo que será.