La primera estancia nos introducirá en el hábitat que Carlos va a encontrar cuando se acerque a estas tierras: "Castilla y León, tierra de frontera", las tres naciones.
Porque el pensamiento, el arte y la espiritualidad de Castilla y León,
están marcadas por la convivencia secular, pacífica o enfrentada,
según los tiempos, de las tres regiones monoteístas:
cristiana, islámica y hebrea.
En el aspecto artístico, esta convivencia ha producido un arte singular, el mudéjar: dos teologías y dos estéticas fundidas - iglesias con techos de mezquitas - y de esta convivencia la muestra quiere hacer memoria en el comienzo de la exposición.