10:1 Y PARTIENDOSE de allφ, vino ß los tΘrminos de Judea y tras el Jordßn: y volvi≤ el pueblo ß juntarse ß Θl; y de nuevo les ense±aba como solφa.
10:2 Y llegßndose los Fariseos, le preguntaron, para tentarle, si era lφcito al marido repudiar ß su mujer.
10:3 Mas Θl respondiendo, les dijo: ┐QuΘ os mand≤ MoisΘs?
10:4 Y ellos dijeron: MoisΘs permiti≤ escribir carta de divorcio, y repudiar.
10:5 Y respondiendo Jes·s, les dijo: Por la dureza de vuestro coraz≤n os escribi≤ este mandamiento;
10:6 Pero al principio de la creaci≤n, var≤n y hembra los hizo Dios.
10:7 Por esto dejarß el hombre ß su padre y ß su madre, y se juntarß ß su mujer.
10:8 Y los que eran dos, serßn hechos una carne: asφ que no son mßs dos, sino una carne.
10:9 Pues lo que Dios junt≤, no lo aparte el hombre.
10:10 Y en casa volvieron los discφpulos ß preguntarle de lo mismo.
10:11 Y les dice: Cualquiera que repudiare ß su mujer, y se casare con otra, comete adulterio contra ella:
10:12 Y si la mujer repudiare ß su marido y se casare con otro, comete adulterio.
10:13 Y le presentaban ni±os para que los tocase; y los discφpulos re±φan ß los que los presentaban.
10:14 Y viΘndolo Jes·s, se enoj≤, y les dijo: Dejad los ni±os venir, y no se lo estorbΘis; porque de los tales es el reino de Dios.
10:15 De cierto os digo, que el que no recibiere el reino de Dios como un ni±o, no entrarß en Θl.
10:16 Y tomßndolos en los brazos, poniendo las manos sobre ellos, los bendecφa.
10:17 Y saliendo Θl para ir su camino, vino uno corriendo, Θ hincando la rodilla delante de Θl, le pregunt≤: Maestro bueno, ┐quΘ harΘ para poseer la vida eterna?
10:18 Y Jes·s le dijo: ┐Por quΘ me dices bueno? Ninguno hay bueno, sino s≤lo uno, Dios.
10:19 Los mandamientos sabes: No adulteres: No mates: No hurtes: No digas falso testimonio: No defraudes: Honra ß tu padre y ß tu madre.
10:20 El entonces respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto he guardado desde mi mocedad.
10:21 Entonces Jes·s mirßndole, am≤le, y dφjole: Una cosa te falta: ve, vende todo lo que tienes, y da ß los pobres, y tendrßs tesoro en el cielo; y ven, sφgueme, tomando tu cruz.
10:22 Mas Θl, entristecido por esta palabra, se fuΘ triste, porque tenφa muchas posesiones.
10:23 Entonces Jes·s, mirando alrededor, dice ß sus discφpulos: íCußn dificilmente entrarßn en el reino de Dios los que tienen riquezas!
10:24 Y los discφpulos se espantaron de sus palabras; mas Jes·s respondiendo, les volvi≤ ß decir: íHijos, cußn dificil es entrar en el reino de Dios, los que confφan en las riquezas!
10:25 Mßs fßcil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que el rico entrar en el reino de Dios.
10:26 Y ellos se espantaban mßs, diciendo dentro de sφ: ┐Y quiΘn podrß salvarse?
10:27 Entonces Jes·s mirßndolos, dice: Para los hombres es imposible; mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
10:28 Entonces Pedro comenz≤ ß decirle: He aquφ, nosotros hemos dejado todas las cosas, y te hemos seguido.
10:29 Y respondiendo Jes·s, dijo: De cierto os digo, que no hay ninguno que haya dejado casa, ≤ hermanos, ≤ hermanas, ≤ padre, ≤ madre, ≤ mujer, ≤ hijos, ≤ heredades, por causa de mφ y del evangelio,
10:30 Que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, Θ hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
10:31 Empero muchos primeros serßn postreros, y postreros primeros.
10:32 Y estaban en el camino subiendo ß Jerusalem; y Jes·s iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguφan con miedo: entonces volviendo ß tomar ß los doce aparte, les comenz≤ ß decir las cosas que le habφan de acontecer:
10:33 He aquφ subimos ß Jerusalem, y el Hijo del hombre serß entregado ß los principes de los sacerdotes, y ß los escribas, y le condenarßn ß muerte, y le entregarßn ß los Gentiles:
10:34 Y le escarnecerßn, y le azotarßn, y escupirßn en Θl, y le matarßn; mas al tercer dφa resucitarß.
10:35 Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se llegaron ß Θl, diciendo: Maestro, querrφamos que nos hagas lo que pidiΘremos.
10:36 Y Θl les dijo: ┐QuΘ querΘis que os haga?
10:37 Y ellos le dijeron: Danos que en tu gloria nos sentemos el uno ß tu diestra, y el otro ß tu siniestra.
10:38 Entonces Jes·s les dijo: No sabΘis lo que pedφs. ┐PodΘis beber del vaso que yo bebo, ≤ ser bautizados del bautismo de que yo soy bautizado?
10:39 Y ellos dijeron: Podemos. Y Jes·s les dijo: A la verdad, del vaso que yo bebo, beberΘis; y del bautismo de que soy bautizado, serΘis bautizados.
10:40 Mas que os sentΘis ß mi diestra y ß mi siniestra, no es mφo darlo, sino ß quienes estß aparejado.
10:41 Y como lo oyeron los diez, comenzaron ß enojarse de Jacobo y de Juan.
10:42 Mas Jes·s, llamßndolos, les dice: SabΘis que los que se ven ser prφncipes entre las gentes, se ense±orean de ellas, y los que entre ellas son grandes, tienen sobre ellas potestad.
10:43 Mas no serß asφ entre vosotros: antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, serß vuestro servidor;
10:44 Y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, serß siervo de todos.
10:45 Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
10:46 Entonces vienen ß Jeric≤: y saliendo Θl de Jeric≤ y sus discφpulos y una gran compa±φa, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
10:47 Y oyendo que era Jes·s el Nazareno, comenz≤ ß dar voces y decir: Jes·s, Hijo de David, ten misericordia de mφ.
10:48 Y muchos le re±φan, que callase: mas Θl daba mayores voces: Hijo de David, ten misericordia de mφ.
10:49 Entonces Jes·s parßndose, mand≤ llamarle: y llaman al ciego, diciΘndole: Ten confianza: levßntate, te llama.
10:50 El entonces, echando su capa, se levant≤, y vino ß Jes·s.
10:51 Y respondiendo Jes·s, le dice: ┐QuΘ quieres que te haga? Y el ciego le dice: Maestro, que cobre la vista.
10:52 Y Jes·s le dijo: Ve, tu fe te ha salvado. Y luego cobr≤ la vista, y seguφa ß Jes·s en el camino.
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