10:1 OID la palabra que Jehovß ha hablado sobre vosotros, oh casa de Israel.
10:2 Asφ dijo Jehovß: No aprendßis el camino de las gentes, ni de las se±ales del cielo tengßis temor, aunque las gentes las teman.
10:3 Porque las ordenanzas de los pueblos son vanidad: porque le±o del monte cortaron, obra de manos de artφfice con azuela.
10:4 Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo afirman, para que no se salga.
10:5 Como palma lo igualan, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengßis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
10:6 No hay semejante ß tφ, oh Jehovß; grande t·, y grande tu nombre en fortaleza.
10:7 ┐QuiΘn no te temerß, oh Rey de las gentes? porque ß tφ compete ello; porque entre todos los sabios de las gentes, y en todos sus reinos, no hay semejante ß ti.
10:8 Y todos se infatuarßn, y entontecerßn. Ense±anza de vanidades es el mismo le±o.
10:9 Traerßn plata extendida de Tarsis, y oro de Uphaz; obrarß el artφfice, y las manos del fundidor; vestirßnlos de cßrdeno y de p·rpura: obra de peritos es todo.
10:10 Mas Jehovß Dios es la verdad; Θl es Dios vivo y Rey eterno: ß su ira tiembla la tierra, y las gentes no pueden sufrir su sa±a.
10:11 Les dirΘis asφ: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perezcan de la tierra y de debajo de estos cielos.
10:12 El que hizo la tierra con su potencia, el que puso en orden el mundo con su saber, y extendi≤ los cielos con su prudencia;
10:13 A su voz se da muchedumbre de aguas en el cielo, y hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace los relßmpagos con la lluvia, y saca el viento de sus dep≤sitos.
10:14 Todo hombre se embrutece y le falta ciencia; avergⁿΘncese de su vaciadizo todo fundidor: porque mentira es su obra de fundici≤n, y no hay espφritu en ellos;
10:15 Vanidad son, obra de escarnios: en el tiempo de su visitaci≤n perecerßn.
10:16 No es como ellos la suerte de Jacob: porque Θl es el Hacedor de todo, Θ Israel es la vara de su herencia: Jehovß de los ejΘrcitos es su nombre.
10:17 Recoge de las tierras tus mercaderφas, la que moras en lugar fuerte.
10:18 Porque asφ ha dicho Jehovß: He aquφ que esta vez arrojarΘ con honda los moradores de la tierra, y he de afligirlos, para que lo hallen.
10:19 íAy de mφ, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Yo empero dije: Ciertamente enfermedad mφa es esta, y debo sufrirla.
10:20 Mi tienda es destruφda, y todas mis cuerdas estßn rotas: mis hijos fueron sacados de mφ, y perecieron: no hay ya mßs quien extienda mi tienda, ni quien levante mis cortinas.
10:21 Porque los pastores se infatuaron, y no buscaron ß Jehovß: por tanto no prosperaron, y todo su ganado se esparci≤.
10:22 He aquφ que voz de fama viene, y alboroto grande de la tierra del aquil≤n, para tornar en soledad todas las ciudades de Judß, en morada de culebras.
10:23 Conozco, oh Jehovß, que el hombre no es se±or de su camino, ni del hombre que camina es ordenar sus pasos.
10:24 Castφgame, oh Jehovß, mas con juicio; no con tu furor, porque no me aniquiles.
10:25 Derrama tu enojo sobre las gentes que no te conocen, y sobre las naciones que no invocan tu nombre: porque se comieron ß Jacob, y lo devoraron, y le han consumido, y asolado su morada.
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