38:1 ╢ En aquellos dφas cay≤ Ezequφas enfermo para morir; y vino a Θl Isaφas Profeta, hijo de Amoz, y le dijo: El SE╤OR dice asφ: Ordena tu casa, porque t· morirßs, y no vivirßs.

38:2 Entonces volvi≤ Ezequφas su rostro a la pared, e hizo oraci≤n al SE╤OR.

38:3 Y dijo: Oh SE╤OR, te ruego te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con φntegro coraz≤n; y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y llor≤ Ezequφas con gran lloro.

38:4 Entonces vino palabra del SE╤OR a Isaφas, diciendo:

38:5 Ve, y di a Ezequφas: El SE╤OR Dios de David tu padre dice asφ: Tu oraci≤n he oφdo, y tus lßgrimas he visto; he aquφ que yo a±ado a tus dφas quince a±os.

38:6 Y te librarΘ, y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararΘ.

38:7 Y esto te serß se±al de parte del SE╤OR, que el SE╤OR harß esto, que ha dicho:

38:8 He aquφ, que yo vuelvo atrßs la sombra de los grados, que ha descendido en el reloj de Acaz por el Sol, diez grados. Y el Sol fue tornado diez grados atrßs, por los cuales habφa ya descendido.

38:9 ╢ Escritura de Ezequφas rey de Judß, de cuando enferm≤ y san≤ de su enfermedad.

38:10 Yo dije: En el cortamiento de mis dφas irΘ a las puertas de la sepultura, privado soy del resto de mis a±os.

38:11 Dije: No verΘ a JAH, a JAH en la tierra de los que viven; ya no verΘ mßs hombre con los moradores del mundo.

38:12 Mi morada ha sido movida, y traspasada de mφ, como tienda de pastor, cort≤ mi vida como el tejedor; me ha cortado con la enfermedad; entre el dφa y la noche me consumirßs.

38:13 Contaba yo hasta la ma±ana. Como un le≤n moli≤ todos mis huesos; de la ma±ana a la noche me acabarßs.

38:14 Como la grulla, y como la golondrina me quejaba; gemφa como la paloma; alzaba en lo alto mis ojos: Se±or, violencia padezco; conf≤rtame.

38:15 ┐QuΘ dirΘ? El que me lo dijo, Θl mismo lo hizo. AndarΘ temblando con amargura de mi alma todos los a±os de mi vida.

38:16 Se±or, aun a todos los que vivirßn, en estos quince a±os anunciarΘ la vida de mi espφritu en ellos; y c≤mo me hiciste dormir, y despuΘs me has dado vida.

38:17 He aquφ, amargura amarga para mφ en la paz; mas a ti te alegr≤ librar mi vida del hoyo de corrupci≤n, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.

38:18 Porque el sepulcro no te confesarß, ni te alabarß la muerte; ni los que descienden en el hoyo esperarßn tu verdad.

38:19 El que vive, el que vive, Θste te confesarß, como yo hoy. El padre harß a los hijos notoria tu verdad.

38:20 El SE╤OR estß listo para salvarme; por tanto cantaremos nuestros Salmos en la Casa del SE╤OR todos los dφas de nuestra vida.

38:21 Dijo pues Isaφas: Tomen masa de higos, y p≤nganla en la llaga, y sanarß.