No existe criatura que provoque tanto terror en las personas como el Carcharodon carcharias, el gran tiburón blanco. Los expertos se refieren a él como el superpredador, ya que se halla en la cima de la cadena alimentaria dentro del medio marino.	

Aunque se haya ganado la reputación de "devorador de hombres", sería más exacto describir a este animal tan temido y odiado como "mordedor de hombres", si tenemos en cuenta que rara vez devora a los seres humanos que ataca.

Los expertos coinciden en que, en la mayoría de los casos, los tiburones han confundido a los bañistas o buceadores con mamíferos marinos.

De hecho, cuando se dan cuenta de que la presa no forma parte de su menú habitual, la mayoría escupen lo que han mordido.

El Dr. Eugenie Clark, especialista en tiburones, nos explica la teoría de "morder y escupir". 	

"Se han producido numerosos ataques del gran blanco a seres humanos en los que han mordido y, a continuación, soltado a la persona. Creo que es lo más común...ya que normalmente...no se alimentan de personas, por lo que el sabor les resulta extraño y expelen el objeto aunque, al tener unos dientes tan afilados, pueden causar graves heridas. En situaciones normales, no creo que fueran a por una persona, pero como se alimentan de mamíferos y eso es precisamente lo que somos, siempre cabe la posibilidad de que en ocasiones lo hagan".

El gran blanco vive en las aguas tropicales, subtropicales y templadas que rodean las costas de Australia, Sudáfrica y de los Estados Unidos.

Aunque migra a los océanos abiertos, también nada en las aguas poco profundas muy cercanas a las costas, donde es más fácil hallar alimento.

Se sabe que el gran blanco, a diferencia de cualquier otro tiburón estudiado, eleva la cabeza por encima del agua en busca de alimento.

Al menos uno de los científicos, opina que se comportan de semejante modo cerca de las zonas de descanso de los leones marinos para asustarlos, obligarlos a abandonar las rocas y a adentrarse en el agua, donde se vuelven vulnerables.

Al igual que el marrajo, otro tiburón de cuerpo caliente, la temperatura corporal del gran blanco mantiene los músculos más calientes, permitiéndole moverse con mayor velocidad que las demás especies de tiburones.

El Dr. Charles Manire, biólogo investigador, nos habla sobre la forma de alimentarse del gran blanco. "Un aspecto interesante de los tiburones es la manera en la que se alimentan. Poseen una increíble habilidad para ello, debido a que la mandíbula no la tienen fijada firmemente al cráneo. Son capaces de mover la mandíbula hacia delante y hacia abajo, permitiéndole abrir la boca más que los otros mamíferos o animales. Por consiguiente, pueden hacerse con presas de mayor envergadura e ingerirlas".

Después de expandir la mandíbula y perpetrar el primer ataque, el gran blanco se retira y espera a que la presa muera desangrada.

De las aproximadamente 350 especies de tiburón, el gran blanco es el tercero de mayor tamaño. Puede alcanzar casi 6 metros y medio de largo o más aún en el caso de las hembras, siendo superados únicamente por los tiburones peregrino y ballena, aunque éstos son en comparación bastante dóciles.

El gran blanco es pariente lejano del Carcharodon megalodón, el mayor tiburón del que se tenga conocimiento que haya habitado los océanos. Aquí, se compara un diente de gran blanco con un diente fosilizado de megalodón, su ancestro prehistórico.

Un fila de dientes del gran blanco es tan afilada como la cuchilla de una sierra. Aún resta mucho por conocer del jaquetón, como por ejemplo, lo lejos que migra, la forma de aparearse, de alimentarse y la longevidad.

Sin embargo, sí sabemos que el único predador del gran blanco es el hombre. Según el National Marine Fisheries Services (servicio nacional de pesca marina de los Estados Unidos), existe un exceso de pesca del gran blanco y un declive en su población tendría una gran repercusión sobre la cadena alimentaria, a la vez que dañaría en gran medida el ecosistema marino. Por estos motivos, si alguna vez viese un gran tiburón blanco, trátelo con respeto, ya que se trata sin duda del rey del océano.