¿Qué tendrá esta criatura de las profundidades para hacernos evocar sentimientos que presagian la muerte? ¿Por qué será que no podemos imaginarnos nadando en el mar sin que surja el temor de encontrarnos a un tiburón? ¿Cómo permitimos que este "rey" del océano domine la diversión en las playas...y también nuestra mente? Desde que las historias se narran con las palabras e imágenes, los horrores sobre los tiburones nos han sido transmitidos a través del tiempo. Una historia en particular, plasmada en una novela, para después convertirse en una película taquillera en 1975, grabó para siempre en la mente de la sociedad moderna una imagen terrorífica del tiburón, en concreto la del gran blanco. Quizás no haya persona más cualificada para hablarnos del tema que Peter Benchley, autor del best seller y de la película "Tiburón", que rompió el récord de taquilla de aquella época. ¿De dónde surgió la idea de escribir un thriller tan emocionante? No fue desde luego el primer libro que se publicó sobre el gran tiburón blanco, sin embargo ninguna otra obra afectó de semejante manera al público desde que se emitió el programa radiofónico de Orson Wells, "La guerra de los mundos". Cabe preguntarse el porqué de esa fascinación mundial con las emociones de terror que produjo "Tiburón". Durante un tiempo después de la aparición de la película, se cazó al tiburón sin misericordia. ¿Qué impacto cree Benchley que pudo tener la película en la preservación de la especie? Nos surge ahora la duda de si Peter Benchley lo haría de forma diferente si rodara de nuevo la película, con el conocimiento que tiene hoy día de los tiburones y las reacciones humanas. Un programa televisivo de finales de los años 70, pudo plasmar la atmósfera que reinaba tras la película, pero logró poner el terror en perspectiva mediante una serie de representaciones satíricas llamadas "Land Shark". Dos décadas tras la furia creada con "Tiburón", Benchley presentó la novela "El tiburón blanco" con un nuevo mensaje. Esta vez, el fin que perseguía era proteger al tiburón blanco y lograr la preservación medioambiental de los océanos. Aunque exista peligro en algunas aguas habitadas por el tiburón, las criaturas creadas en nuestra imaginación pueden resultar incluso más amenazadoras que las que viven en los océanos. Cuando se trate de la mayoría de las especies del tiburón, el mito del terror sobrepasa ampliamente a la realidad.