Independientemente del tipo de alimentación de los tiburones, el proceso de digestión es el mismo. La comida pasa a través de la boca hasta el estómago, donde los jugos gástricos comienzan a desmenuzarla para que la absorba el intestino, muy similar al proceso digestivo en el ser humano. La digestión inicial, es decir, el tiempo que tarda la comida en salir del estómago, tarda al menos 48 horas, en comparación a las tres o cuatro horas que dura en el ser humano. El proceso digestivo completo tarda de tres a cuatro días desde la ingestión de alimento a la excreción del mismo y puede durar más en temperaturas más bajas, donde los procesos corporales son más lentos. Basándonos en esta teoría, los tiburones ~de cuerpo caliente~, como el marrajo y el gran blanco, probablemente digieren la comida con más rapidez. Los tiburones no pueden mover las mandíbulas de lado a lado, por lo que no mastican la comida. Si ésta es lo suficientemente pequeña se la tragan entera y si no les cabe por la garganta, la muerden haciéndola trozos más fáciles de tragar. El promedio de comida que ingiere un tiburón es, aproximadamente, de un 3 a un 5 por ciento del peso de su cuerpo. Esto significa que un gran blanco de tamaño medio consume unos 27 kg. de comida cada vez. Mientras algunos tiburones pueden pasar meses en libertad sin comer después de un gran banquete, la mayoría de los que se han estudiado en cautividad se alimentan una vez al día o en días alternativos. Algunos tiburones, si no todos, mantienen sus estómagos bien llenos. Los estudios realizados sobre los marrajos, por ejemplo, han demostrado que su capacidad estomacal es del 10 por ciento de su peso total, pero la cantidad de comida ingerida era sólo de alrededor del 2,6 por ciento.