Los tiburones no son las criaturas de mayor tamaño ni las más rápidas de los océanos, pero su tamaño, eficacia y naturaleza depredadora los convierte en los más poderosos de todo el mar. Los tiburones no son las criaturas de mayor tamaño que habitan en el mar ni tampoco los nadadores más poderosos. El tamaño de una ballena es 50 veces superior al de un tiburón de tamaño medio, y una barracuda, por ejemplo, puede generar una potencia tres veces superior a la de un tiburón sarda del mismo tamaño. ¿Qué es lo que hace entonces que los tiburones sean unos animales tan poderosos? Es una combinación de varios factores. En primer lugar, aunque el diminuto tiburón duende puede medir sólo 15 o 20 cm., los tiburones son grandes en comparación con la mayoría de los animales que habitan los océanos. Por ejemplo, el tiburón ballena, de tamaño gigantesco, suele medir unos 13 metros y puede alcanzar hasta los 18 metros. En segundo lugar, los tiburones se encuentran entre los nadadores más hábiles del océano. La forma de su cuerpo, diseñada para navegar despacio y con seguridad, emplea muy poca energía. De modo que los tiburones pueden nadar de forma continuada sin cansarse. La mayoría de las especies viajan a unos 2 kilómetros por hora, pero muchas son capaces de dar rápidos acelerones para perseguir a una posible presa. Por ejemplo, el marrajo puede viajar en distancias cortas a una velocidad de 55 a 100 kilómetros por hora, más rápido que un caballo de carreras. Algunos de los tiburones más grandes y rápidos como, por ejemplo, el gran blanco, el marrajo y el cailón, son incluso más eficaces porque son ~de cuerpo caliente~, (a diferencia de los ~de sangre caliente~ o ~de sangre fría~), lo que supone que pueden mantener la temperatura corporal de 5 a 11 grados por encima de la del agua circundante. Al tener la temperatura del cuerpo más elevada el tiburón tiene músculos más calientes que funcionan mejor que los músculos fríos. Un aumento de seis grados centígrados duplica la fuerza muscular del tiburón. Por último, la naturaleza depredadora del tiburón contribuye a que domine el reino marino. La mayoría de los tiburones poseen mandíbulas poderosas y dientes afilados que les permiten alimentarse de prácticamente cualquier animal del océano, incluso de criaturas de tamaño superior al suyo. En algunas ocasiones los tiburones grandes comen tiburones más pequeños y algunas ballenas comen tiburones pero, normalmente, los tiburones tienen pocos enemigos.