SEPTIMO MES El útero se sitúa a mitad de camino entre el ombligo y las costillas. La actividad fetal se incrementa en regularidad y frecuencia. Es difícil establecer patrones de normalidad en los movimientos fetales. Algunos fetos presentan un alto nivel de actividad, mientras otros son bastante tranquilos. En ocasiones, estos son percibidos como si el bebé hiciera giros completos en el interior del útero, en otras como leves golpes. En todo caso, de haber ausencia de movimiento fetal por veinticuatro horas o una franca disminución de ellos, la mujer, debe consultar a un especialista. Las molestias lumbares son más intensas y frecuentemente se irradian a las caderas y a los muslos dificultando el caminar. Se producen cambios en la pelvis y estiramiento de la parte inferior del útero, lo que permitirá la acomodación del feto que normalmente se ubicará cabeza abajo. Dormir no es siempre fácil por el abultamiento del útero. Tanto la mujer como su compañero deben adaptarse a éstas dificultades con paciencia y sin perder de vista que, en el curso de la vida de una mujer, las gestaciones ocupan un escasísimo período. Despertarse en medio de la noche por los golpecitos del feto, es una oportunidad única para la comunicación y el afecto.