Es cierto que los componentes de hardware son bastante robustos, desde luego mucho más que los componentes de software, debido a que los fabricantes de chips, circuitos integrados, discos, etc., toman buena cuenta en realizar exhaustivos controles de calidad para asegurar una fabricación lo mas perfecta posible. El precio que deben pagar para ello (y que luego repercute en nosotros, los sufridos usuarios) no es pequeño, pues necesitan construir fábricas especiales donde el ambiente y el polvo se encuentren controlados con microfiltros, ropas especiales y procedimientos de fabricación muy estrictos. Además, después de esto los productos sufren una serie de tests para asegurar que no ha habido errores de fabricación.
Un simple error, por minúsculo que sea, manda al cubo de basura a cualquiera de los Pentium de Intel, a menos que los chicos del departamento de marketing tengan la brillante idea de sacar un procesador "recortado", como hicieron con el caso del 486 DX y SX (la versión SX tenía el coprocesador inutilizado, no debido a un diseño especifico, sino a que eran aquellos DX a los que no les funcionaba el coprocesador matemático durante los tests de calidad).
Este exhaustivo control de calidad hace que los precios de los procesadores sean tan elevados. De hecho, ni siquiera todos los procesadores son iguales, de tal manera que existen varias categorías de calidad, aumentando el precio a medida que aumenta la calidad de los mismos, aunque se mantengan por igual la velocidad de reloj y otras características.
Así pues, los expertos predicen que a medida que los chips son más complejos y las fábricas más caras llegará un momento en que ninguna compañía podrá construir una nueva fábrica de chips, pues su precio será prohibitivo.
Hay además otro problema que comenzará a hacerse notar a medida que nos adentremos en el próximo milenio, los expertos predicen que si todo sigue como hasta ahora, para el año 2010 se habrán alcanzado los límites teórico y práctico de la actual tecnología de circuitos integrados con semiconductores, de tal manera que nos encontraremos en una vía muerta si antes no se buscan alternativas a esta tecnología. Algunas de las alternativas propuestas están basadas en autómatas celulares mecanocuánticos, redes neuronales con neuronas biológicas, transistores del tamaño de un átomo, nanodispositivos moleculares, etc.
Todas estas tecnologías tienen sus pros y sus contras. En particular la creación de ordenadores basados en la nanotecnología debe enfrentarse a un problema muy grave. Cómo construir un sistema preciso y fiable a partir de componentes con errores. Esto se debe al hecho de que la creación de componentes nanotecnológicos (generalmente cristales) no es perfecta y siempre hay impurezas.
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