Desde los mismos comienzos de la humanidad, el ser humano ha estado dominado por el clima.
Nuestros antepasados vivían en tribus nómadas que seguían las rutas migratorias de grandes mamíferos e intentaban evitar las condiciones extremas de frío, calor y lluvia. Paulatinamente, comenzaron a asentarse y se fueron adaptando a las condiciones climáticas que determinaban su vida.
Hoy en día, no importa quienes seamos o donde nos encontremos, el clima sigue dictando la manera en que vivimos. La construcción de ciudades, la ropa que vestimos, el tipo de casa que habitamos, los alimentos que consumimos e, incluso, nuestro carácter, dependen del clima.
El clima es el conjunto de condiciones atmosféricas que caracterizan una región. Si el clima determina nuestra vida, a su vez está regulado por innumerables factores, en especial la intensidad y el ángulo de los rayos solares, la rotación de la Tierra, la composición de las masas de aire, la proximidad y el volumen de los océanos, la altura de las montañas y la profundidad de los valles.