El WWF se cuenta entre las organizaciones internacionales que están a la vanguardia de la promoción de actividades que protegen al planeta frente a los estragos que causan los cambios climáticos. Prepara actualmente planes de conservación que pueden aplicarse en numerosas tierras bajas y zonas costeras que se encuentran en peligro, y apoya seis importantes centros de rendimiento energético en China, Rusia y Europa oriental. Allí, se diseminará programas de investigación y desarrollo, se asesorará a organismos oficiales, se crearán programas de formación técnica y se ofrecerá información a los profesionales que trabajan en la generación de energía. Estos centros son capaces de cambiar radicalmente la situación, donde más se necesita.
Ampliamente reconocido por sus conocimientos científicos, el WWF asesora a los gobiernos en asuntos ecológicos, en especial ideas de cómo reducir la contaminación atmosférica producida por los vehículos. La organización estudia en la actualidad planes conjuntos con el sector comercial y el industrial a fin de buscar soluciones para los problemas urgentes creados por los cambios climáticos.
En particular, el WWF trata de ejercer su influencia de modo que para el año 2005 los países desarrollados hayan reducido las emisiones de CO2 por lo menos en un 20 por ciento respecto de los valores de 1990. Su tarea es además educar para que haya una mayor conciencia de los cambios del clima y muchos temas afines, por medio de carteles, folletos, presentaciones de video y campañas, para que el público elija con conocimiento de causa ahora y en el futuro.
No podemos impedir el calentamiento del planeta, porque la raza humana ya ha contaminado demasiado la atmósfera, pero lo que sí podemos hacer es contener el deterioro ambiental y dar tiempo a la naturaleza para que se adapte.