Una marea de saqueo en los mares del Sur

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Credit: Dr Sylvia Earle



Drawing of a Patagonian toothfish.






 
By Someshwar Singh
La explotación del pez dentado de la Patagonia, a pesar de ser una especie novedosa para la industria pesquera global, ha sido tal que ya casi se le considera comercialmente extinto. Y lo peor del caso es que sus peores ofensores provienen de países que aseguran dedicarse a proteger los recursos marinos

Gland, Suiza. Esta es una historia familiar: otra zona pesquera del mundo está a punto de colapsar. En esta oportunidad el turno le toca al pez dentado de la Patagonia, conocido en Estados Unidos como róbalo chileno y, en Europa y Japón, como mero. Lo que hace que la saga del pez dentado sea más patética es el hecho de que esta especie, que se pesca a más de dos mil 500 metros de profundidad, fue descubierta no hace mucho por la industria pesquera.

Estas malas noticias fueron confirmadas en una reciente reunión de las 28 naciones que conforman la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos del Antártico (CCAMLR, por sus siglas en inglés), que tuvo lugar en Hobart, Australia, en octubre pasado. Fuentes de la industria pesquera indicaron que ya no es comercialmente viable buscar peces dentados en las aguas de Suráfrica debido a que las reservas han disminuido severamente debido a la pesca indiscriminada.

El año pasado las capturas piratas de esta especie habían excedido significativamente la pesca legal permitida por la CCAMLR y los gobiernos miembros. Los científicos predicen que si la pesca ilegal y no regulada continúa, el pez dentado de la Patagonia estará comercialmente extinto en unos dos o tres años.

"En sólo dos años, la industria del pez dentado de Sudáfrica ha mostrado severas y evidentes declinaciones", dice Margaret Moore, de la organización internacional de conservación WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) de Australia. "Los barcos piratas han diezmado los océanos del Sur empujando al pez dentado a una virtual extinción". Moore cree que los peligros que padecen estos mares requieren medidas urgentes, esto es porque la destrucción de los piratas se mueve desde las aguas sudafricanas hasta las costas de Australia y Nueva Zelanda, una amplia zona marina.

El pez dentado de la Patagonia, una especie de muy bajo crecimiento, puede vivir más de 50 años y alcanzar los dos metros de longitud, aunque la mayoría de los especímenes capturados actualmente no miden ni un metro. Este pez llegó a adquirir precios de hasta siete mil dólares estadounidenses por tonelada, pero las capturas ilegales inundaron el mercado haciendo que este valor cayera a menos de la mitad en sólo tres años.

La Comisión se encuentra bajo una inmensa presión: debe adoptar una postura terminante contra los cazadores de peces dentados. Claro, igual que la mayoría de los organismos internacionales, la CCAMLR opera por el consenso y, entre sus miembros, se encuentran dos de los peores pescadores: Chile y Noruega.

En Mauricio, que no es miembro de la Comisión, se ubica el centro de comercio del pez dentado, de acuerdo a lo dicho por la ISOFISH (Casa Internacional de Información de los Pescadores de Arrastre de los Océanos del Sur). Después de haber publicado, muy recientemente, un reporte acerca de la responsabilidad de Noruega en las capturas, la ISOFISH está preparando otro enfocado en los pescadores chilenos, argentinos y españoles. WWF y la Coalición para el Antártico y el Océano del Sur (ASOC, por sus siglas en inglés) aspiran que la CCAMLR apoye una iniciativa, contentiva de tres puntos, destinada a detener a los pescadores ilegales en los mares del Sur. Esta incluye un sistema obligatorio de monitoreo de naves, denegar a los barcos ilegales el acceso a puertos y prohibir el comercio internacional de las capturas ilegales de peces dentados.

No obstante, la CCAMLR ya había intentado vanamente adoptar controles de puerto y mercado a fin de evitar la pesca ilegal. La responsabilidad de salvar al pez dentado deberá ser trasladada a la Convención Internacional para el Comercio de Especies en Peligro de Extinción (CITES). Como si esto no fuera suficiente, CCAMLR continúa expandiendo las pesquerías de pez dentado en todos los océanos del Sur. Las cuotas de captura para los pescadores legales siguen siendo estimadas bajo la suposición de que la caza ilegal va a ser detenida inmediatamente. Y esto aún no ha ocurrido.

"La flota ilegal captura diez veces más peces dentados que la legal", dice Michael Sutton, director de la Campaña Mares en Peligro de WWF. "La situación es peor de lo que pensábamos. El pez dentado de la Patagonia se ha convertido en un juicio a la CCAMLR. Es vergonzoso ver que los gobiernos no se dan cuenta de la oportunidad que están perdiendo para evitar la extinción comercial del pez dentado".

WWF cree que mientras las flotas de pesca profunda no estén pronto bajo un sistema efectivo de manejo y control internacional, especies como el pez dentado de la Patagonia continuarán declinando drásticamente. Una disminución que amenaza no sólo a estas especies sino también a todo el ecosistema marino.

La solución parece estar más en poner en práctica controles efectivos, en puertos y mercados, que en vigilar, como policías, estos vastos océanos donde incluso la más grande de las flotas navales sigue siendo pequeña para capturar a los ladrones.

(Traducción: Juan Ignacio Cortiñas S.).

* Someshwar Singh es periodista de WWF Internacional