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La década de los noventa comenzó con el lanzamiento de una versión revisada de su misión y estrategia institucionales. La
misión revisada reitera el compromiso del WWF con la conservación de la naturaleza y clasifica al trabajo de la organización en tres
categorías independientes: la preservación de la diversidad biológica, la promoción del concepto de uso sostenible de los
recursos, y la reducción del consumo derrochador y la contaminación. La estrategia de 1990 pretende descentralizar la toma de decisiones en el
WWF e incrementar la cooperación con las comunidades locales.
Al año siguiente, en base a las lecciones aprendidas durante la década que siguió al lanzamiento de la Estrategia Mundial para la
Conservación, el WWF, la UICN y el PNUMA unieron fuerzas nuevamente para publicar Cuidar la Tierra, Una Estrategia para Vivir en Forma
Sostenible. Publicada en más de 60 países alrededor del mundo, Cuidar la Tierra incluye 132 acciones que la gente puede realizar en
todos los niveles sociales y políticos para proteger o mejorar su medio ambiente, mientras mejora su calidad de vida simultáneamente.
Una de las vías más importantes a través de las cuales la gente puede ayudar a asegurar la salud futura del planeta es a través
de la reducción del consumo de combustibles fósiles. Esto reducirá el daño que la contaminación del aire y la lluvia
ácida produce sobre los seres humanos, los animales y las plantas y reducirá el nivel en el que los patrones del clima mundial están
cambiando. El WWF trabaja para hacer que la gente y los gobiernos se enteren de las implicaciones de los cambios climáticos y para persuadirlos de
reducir al mínimo las actividades contaminantes.
La organización trabaja con los gobiernos en dos niveles como colaborador y como cabildero. Por ejemplo, el WWF trabaja con el gobierno de
Madagascar en la producción de un programa de estudios sobre el medio ambiente para los cursos de escuela primaria de ese país. La
organización también trabaja con el Ministerio Forestal de China en un plan de manejo para el panda gigante.
En 1990, el WWF ayudó a establecer una moratoria internacional sobre el comercio de marfil. Y en 1992 también tuvo un rol importante en el
movimiento de opinión que llevó a muchos gobiernos a firmar convenios internacionales sobre la biodiversidad y cambio climático en la
Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. Actualmente, está
trabajando para asegurar que dichas convenciones sean implementadas de una manera efectiva.
Quizás más que cualquier otro evento en los últimos años, la Cumbre de la Tierra alertó a los políticos y a los
empresarios sobre la urgencia de enfrentar la crisis ambiental en el mundo moderno. Desde la conferencia, el WWF ha trabajado para establecer estrechas
relaciones con la comunidad empresarial. En el Reino Unido, por ejemplo, el WWF está trabajando con un grupo de comerciantes y fabricantes que se ha
comprometido a la eliminación gradual de la venta de madera que no provenga de bosques bien manejados, independientemente certificados como tales.
Además, el WWF mantiene nexos con otras organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales. Esto permite contar con una forma
particular de respuesta a las necesidades locales de conservación y de trabajo con la comunidad local. Más y más proyectos involucran a
las comunidades rurales en la toma de decisiones sobre la manera en que su medio ambiente puede ser utilizado y conservado simultáneamente, a la vez
que se mantienen los incentivos económicos.
En las Planicies de Kafue, en Zambia, el WWF ha ayudado al gobierno a crear un importante vínculo entre desarrollo y conservación. Los
miembros de la comunidad local son entrenados como guías naturalistas para monitorear y reportar sobre el rápido descenso de la
población de lecues antílopes adaptados a vivir en pantanos del área. Gracias a los guías y a técnicas probadas de
manejo, el número de lecues ha incrementado de tal manera que permite realizar una caza selectiva para mantener en niveles sustentables de manejo a
esta especie. Los cazadores de trofeos pagan por cazar estos animales y el dinero recaudado es reinvertido en el desarrollo de la comunidad y en el manejo
de la vida silvestre.
El WWF siempre ha reconocido la importancia de trabajar en asociación con otras entidades. La coopera-ción es crucial sea con gobiernos,
otras organizaciones conservacionistas, comunidades locales o con millones de personas cuyo apoyo moral y económico permite al WWF relizar trabajos
de conservación a través del mundo entero.
A fines de 1993, el Dr. Claude Martin se convirtió en Director General del WWF Internacional, remplazando al Sr. Charles de Haes, quien estuvo en ese
cargo durante los 18 años anteriores. Al mismo tiempo, la organización completaba dos años de una evaluación amplia de sus
actividades de conservación. Siguiendo los resultados de este estudio, la organización resolvió concentrar sus actividades en tres
áreas claves: los bosques, los ecosistemas de agua dulce, y los océanos y costas. El WWF cree que siguiendo los nuevos objetivos a
través de estrategias planificadas cuidadosamente, será capaz de utilizar mejor sus recursos.
Las contribuciones individuales continúan siendo la más importante fuente de recursos económicos de la organización,
constituyendo el 53 por ciento de su ingreso anual.
Si usted está preocupado por el bienestar de nuestro planeta y de su gente, y de los animales y plantas que viven en él, quizás le
gustaría unirse a quienes apoyan el trabajo de conservación del WWF contactando a nuestro Director de Recaudación de Fondos o al
Encargado de Membresías en el WWF Internacional o en la respectiva organización nacional o asociada del WWF en su país.