Las amenazas
La maravilla de los humedales
La designación de las marismas de Mai Po en Hong Kong como humedal de importancia internacional en 1995 en virtud del Convenio de Ramsar* llegó en el último minuto. Las marismas, que se encontraban constantemente amenazadas por el desarrollo residencial e industrial, por múltiples planes de drenaje, por la contaminación de las aguas residuales, por nuevas industrias e incluso por desechos orgánicos, gozarán ahora de interés internacional. Un grupo coordinador de estudios ambientales sino-Hong Kong ya está examinando posibles vías para mejorar el manejo de las marismas, y se ha emprendido un proyecto conjunto de investigación de la calidad de las aguas. No obstante, esto puede resultar un ejemplo de medidas insuficientes adoptadas demasiado tarde.
Mai Po es el vivo reflejo de la degradación sufrida por los humedales en todo el planeta. El desarrollo económico, los planes de drenaje, la extracción de minerales y turba, la explotación excesiva de los recursos pesqueros, el turismo, el entarquinamiento, las descargas de plaguicidas y la construcción de presas y diques destruyen o dañan sistemáticamente humedales de todo el mundo. En Filipinas, el 80 por ciento de los humedales de la costa se han ido drenando, degradando o destruyendo en tan sólo 30 años.
Las actividades militares pueden desempeñar también un papel nefasto en la decadencia de los humedales. Los ejercicios bélicos ocasionan con frecuencia daños gravísimos, y la guerra acarrea el caos para las personas y el medio ambiente que hemos podido observar en los pantanos del sur de Iraq.
El cambio climático, es decir, el "calentamiento del planeta" también tiene repercusiones negativas. Este fenómeno, junto con el hecho de encontrarse el planeta en una fase posglaciar, provoca la fusión del hielo polar y el consiguiente aumento del nivel del mar. Esto ocasiona a su vez inundaciones en humedales poco profundos y el hundimiento y desaparición de algunas especies de mangles. Algunos científicos pronostican que el cambio climático traerá consigo la desaparición de algunos estados insulares.
Simultáneamente la sequía destruye otros humedales, como los estuarios, las llanuras aluviales y los pantanos. Aún desconocemos en gran medida el comportamiento del tiempo y los efectos del cambio climático.
Otra de las principales causas de la desaparición de humedales es que la humanidad explota en exceso las aguas del subsuelo para usos agrícolas, residenciales e industriales o para desarrollar el turismo. En demasiados sitios, el volumen de agua extraído de los acuíferos naturales subterráneos supera en gran medida su capacidad de volverse a llenar - millones de árboles y plantas mueren como consecuencia del descenso del nivel del agua subterránea al verse privados del suministro vital para su supervivencia.
* véanse las páginas 18 y 19
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