PLAZA DE TOROS
DE SANTAMARÍA
 
Domingo 26 de enero de 1997
Segunda de abono
 
Seis toros de la ganadería de GARZON HNOS.,
desiguales de presentación pero de muy interesante
juego. En general, dieron una gran pelea en varas. El
primero fue probón y mirón, y desarrolló sentido. El
segundo, muy falto de casta y con poco recorrido.
El tercero fue el más noble y bravo del encierro pero
desafortunadamente fue desaprovechado. El cuarto fue
un toro con genio al que había que bajar la muleta, y,
obligándolo, llevarlo muy largo y con mucho temple,
cosa que consiguió su lidiador. El quinto dio la impresión
de ser "burriciego" dada su descompuesta y extraña
embestida cuando se le citaba de cerca y su muy alegre
y vistosa embestida de largo. El sexto tuvo una gran
nobleza y se "dejó" en el último tercio.
 
Pesos: 525, 540, 490, 480, 515 (472), 550.
 
NELSON SEGURA
de azul noche y oro
(oreja y oreja)
estocada; gran estocada
 
ENRIQUE PONCE
de vino burdeos y oro
(saludo desde el tercio y oreja)
media estocada; media lagartijera
 
CRISTINA SÁNCHEZ
de grana y oro
(saludo desde el tercio tras aviso y dos avisos)
dos pinchazos, media estocada y cuatro descabellos;
siete pinchazos, media estocada y tres descabellos
 
Incidencias: Tarde de grandes pares por parte de
los hombres de plata. Saludaron montera en mano
Rodrigo Arias "El Monaguillo", Ramiro Ordoñez y
Gustavo García "Jeringa".
 
Entrada: Más de tres cuartos de plaza.
 
Muy cuajado y en plan de figura se encuentra el diestro nacional Nelson Segura quien, a la postre, resultó ser el triunfador de la corrida. A su primero lo recibió con unas buenas verónicas y,  posteriormente, le instrumentó sendas chicuelinas para llevarlo al caballo. Con la muleta, le arrancó  pases muy meritorios a un toro que desarrolló un peligroso sentido. Faena aseada que rubricó con   una estocada en todo lo alto, lo que valió una merecida oreja. En su segundo, logró las mejores  series de la tarde con la derecha, obligando y llevando muy toreado al toro. Muy bien por Nelson,   quien además logró después la que podría ser la estocada de la feria, obteniendo una oreja con gran petición de la segunda, para después salir en hombros por la puerta grande.
 
Al maestro Enrique Ponce le correspondió el lote menos potable del encierro. En su primero    derrochó valor y mucha voluntad pero sin llegar a calentar los tendidos. El segundo de su lote,  quinto de la tarde, fue devuelto por inválido y le sustituyó otro difícil ejemplar de Garzón Hnos. Al  inicio de su faena, Ponce lució un tanto desconcertado ante la extraña embestida del animal, al que   después pudo notar que se arrancaba de largo (pareció "burriciego" el toro), con lo cual ejecutó   magníficos pases por ambas manos, además de sus ya acostumbrados portentosos cambios de  mano. Mató de media lagartijera que produjo derrame bucal con lo que el toro rodó sin puntilla. Le  fue concedida una oreja y dió una aclamada vuelta al ruedo. Cabe anotar que las mejores verónicas de la tarde estuvieron a cargo del maestro Ponce.
 
Cristina Sánchez causó una gran expectativa en la afición que ya había tenido oportunidad de verla como novillero. A su primero lo recibió con unas buenas verónicas pero con el defecto de     "descargar" la suerte. Inició su faena por bajo y logró dos buenas (superiores) series con la    derecha. Sin embargo, no consiguió mantener el nivel y la faena se vino a menos. Para colmo,  estuvo sencillamente terrible con la espada, pero contó con la benevolencia del público. Al segundo que le correspondió en suerte, le realizó una faena "calcada" a la que había hecho al primero de su lote. Otra vez, el toro estuvo por encima de las condiciones de esta bellísima torero, y otra vez,   estuvo muy mal en el último tercio. Sin embargo, promete mucho esta joven mujer, pues, por momentos, ejecutó pases de gran calidad y con mucho temple y mando. Por otro lado, debemos tener en cuenta que sólo lleva un año de alternativa, y tiene mucho tiempo para madurar en esta profesión y coger más oficio.
 
Luis Fernando Mejía