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El Range Rover 4.6 HSE ha sido ingeniado con decenas de características y sistemas dedicados exclusivamente para proteger a los ocupantes del vehículo. De hecho, el Range Rover fue el primer vehículo en su clase en venir equipado con un sistema de protección suplementario que consiste de bolsas de aire (SRS) tanto para el conductor como para el pasajero delantero. Este sistema doble de bolsas de aire ha sido diseñado para que éstas sean desplegadas únicamente cuando se ha detectado un impacto frontal de mucha más severidad que las típicas sacudidas de las travesías fuera de la carretera.
La resistente caja de acero, el armazón interior de acero soldado y las barras laterales a prueba de impacto ayudan a resistir la deformación e intrusión de la carrocería dentro de la cabina de pasajeros. Al mismo tiempo, secciones especiales comprimibles también ayudan a disipar la energía de los impactos menos severos.
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Incluso los sistemas electrónicos del Range Rover juegan un papel importante en la protección de sus ocupantes. Si se sufre un impacto de mayor seriedad, un interruptor activado por inercia soltaría los seguros de las puertas, cortaría la corriente en la bomba de combustible y encendería las señales intermitentes de precaución automáticamente.
Por supuesto, la característica más sofisticada y reconocida que distingue al Range Rover es su singular sistema de tracción en las cuatro ruedas. Mientras otros sistemas de menor capacidad operan solamente a tiempo parcial, el sistema del Range Rover se encuentra en operación permanente, listo para poner en juego la seguridad de su tracción en las cuatro ruedas en todo momento y sobre toda superficie.
Para mayor tranquilidad aún, un sistema de cierre centralizado con alarma perimétrica contra robo puede ser operado usando la llave o un control remoto de acceso.
Este último utiliza un código cambiante que reactiva la unidad de control remoto en una frecuencia distinta a la anterior al cabo de cada ciclo de cierre y apertura del vehículo. Otras funciones de protección contra robo también incluyen la inmobilización total del motor y dos métodos distintos de detectar una intrusión no autorizada.
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