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A REVISAR LAS NOTAS

La publicaci—n de los rankings ha generado un ambiente de di‡logo sin antecedentes entre padres de familia, profesores y rectores de colegios sobre la educaci—n b‡sica en el pa’s.

Desde hace un mes, se viene gestando una transformaci—n silenciosa en la mayor’a de los colegios del pa’s. La decisi—n del Icfes y de la Secretar’a de Educaci—n de Bogot‡ de hacer pœblicos los resultados de sus pruebas ha generado un proceso de autoevaluaci—n entre padres de familia, educadores y directivas de los colegios que hace tiempo no se daba.
Los padres de familia cuentan ahora con un criterio objetivo para la evaluaci—n de los colegios, pero tambiŽn ha resultado claro que este es solo uno de los factores que deben utilizarse. As’ lo advierten los rectores de algunos colegios en comunicaci—n a Dinero y padres de familia que leyeron el art’culo. En cualquier caso, este nuevo criterio del que hoy disponen los padres se est‡ convirtiendo en una herramienta muy œtil para generar procesos de discusi—n interna en las instituciones, con miras a mejorar la calidad de la educaci—n. De acuerdo con la encuesta realizada por Invamer Gallup para Dinero, la educaci—n moral y religiosa, el nivel acadŽmico y la ense–anza de un segundo idioma, entre otros, tienen pr‡cticamente el mismo peso a la hora de escoger un colegio. De hecho, el 70% de los consultados encuentra en la publicaci—n y comparaci—n de los resultados de las pruebas oficiales un elemento œtil para escoger colegios, mientras que el 78% cree que les sirven para medir la calidad de la educaci—n que est‡n recibiendo sus hijos.
Pero, Àpor quŽ gener— malestar entre algunos colegios el hecho de publicar y ranquear los resultados de las evaluaciones? En tŽrminos generales, los colegios consideran que un ranking no puede reflejar la integralidad de la educaci—n de una instituci—n, ya que ni las pruebas del Icfes ni las de competencias b‡sicas de la Secretar’a de Educaci—n de Bogot‡ contemplan las mœltiples facetas que conforman el proceso educativo. Adicionalmente, existe el temor de que las instituciones, con tal de quedar bien ranqueadas, generen mecanismos de exclusi—n para los estudiantes con menores logros. A esto se suma la falta de control en la aplicaci—n de la prueba por parte de la Secretar’a, as’ como la no aplicaci—n de los ex‡menes en 38 colegios, de los 2.929 programados para ese a–o (ver lista).

Posiciones encontradas 

En carta a Patricia Mart’nez, directora del Icfes, los presidentes de las 5 asociaciones de colegios privados m‡s importantes del pa’s advierten que la educaci—n de cualquier instituci—n debe ser ante todo formativa, es decir, concentrarse en 3 aspectos esenciales del estudiante: su ser, sus saberes y sus quehaceres... lo que significa que la educaci—n va m‡s all‡ de los conocimientos y de
la simple instrucci—n. Debe conducirlos a destinos que valoren su dignidad de personas, tender hacia altos valores y prepararlos para la vida y no solo para la gesti—n intelectual.
Por eso, los presidentes de Asocoldep, Conaced, Uncoli, Andercop y Acomil no comparten una clasificaci—n de mejores colegios porque solo tiene en cuenta el aspecto de los conocimientos y deja de lado aquellos que son m‡s importantes para la formaci—n de una persona integral.

COLEGIOS SECTOR

Ciedi.                                 Privado
San Mateo Ap—stol             Privado
Internacional de Bogot‡       Privado
Princenton                          Privado
C. E. D. Buenavista*           Oficial
C. E. D. Buenavista**          Oficial
C. E. D. Plan Padrinos San Luis Oficial
C. E. D. Efra’n Ca–avera      Oficial
Instituto Ni–os Ciegos 
Fundaci—n Juan Antonio Pardo Privado
C. E. D. Nueva Delhi           Oficial
C. E. D. Gran Yomasa        Oficial
C. E. D. Los Soches           Oficial
C. E. D. Barranquillita*        Oficial
C. E. D. Barranquillita**       Oficial
C. E. D. San Benito*           Oficial
C. E. D. San Benito**         Oficial
Unidad B‡sica Marco Fidel Su‡rez Oficial
Instituto Juan Pablo II         Privado
Superior Mixto El Porvenir   Privado
C. E. D. Pinar del R’o         Oficial
C. E. D. Camilo Torres*      Oficial
C. E. D. Camilo Torres**     Oficial
C. E. D. La Floresta Sur     Oficial
C. E. D. La Chucua*          Oficial
C. E. D. La Chucua**         Oficial
C. E. D. Alquer’a de La Fragua Oficial
C. E. D. Los HŽroes           Oficial
Gimnasio Creativo la Villa de los Ni–os     Privado
Psicopedag—gico Infantil La Aldea             Privado
C. E. D. Centro de Estudios del Ni–o        Oficial
C. E. D. Tibabuyes Universal                    Oficial
Centro de Promoci—n San JosŽ                Privado
C. E. D. Repœblica de MŽxico                  Oficial
C. E. D. Clemencia Holgu’n de Urdaneta   Oficial
C. E. D. Santo Domingo Savio*                Oficial
C. E. D. Santo Domingo Savio**               Oficial
Compartir                                               Privado
Gimnasio Cultural Moderno                      Privado
C. E. D. La Cumbre                                 Oficial
C. E. D. Naciones Unidas II                     Oficial

* Ma–ana ** Tarde C.E.D.; Centro Educativo Distrital

Rosa Cecilia Caro, presidente de la Uni—n de Colegios BilingŸes (UCB), considera que en la clasificaci—n de los colegios se confundieron dos tŽrminos: "un colegio efectivo, que hace eficientemente parte de su trabajo, y un colegio o proyecto educativo exitoso. El primero es aquel que es capaz de llevar a sus estudiantes a un nivel de rendimiento aceptable, como el logro acadŽmico. Uno exitoso es mucho m‡s que buenos resultados en las pruebas estandarizadas, pues implica un v’nculo de sus estudiantes con el aprendizaje, no violencia, no vandalismo, bajo nivel de suspensi—n, satisfacci—n de los padres y fama institucional.
Una posici—n similar tiene el padre JosŽ Guillermo Mart’nez, director acadŽmico del Colegio San BartolomŽ la Merced, de Bogot‡, al considerar que las pruebas solo miden una parte acadŽmica de los estudiantes y no lo que implica el proceso de educar, en el que hay elementos como el desarrollo integral de los j—venes, despertar la sensibilidad social, reforzar la formaci—n Žtica, y desarrollar la parte afectiva y de la felicidad.
Una visi—n diferente tiene Margarita Pe–a, viceministra de Educaci—n. Si bien reconoce que se pudieron presentar errores en las pruebas, est‡ convencida de que van en la direcci—n indicada, ya que las ‡reas de lenguaje, matem‡ticas y ciencias desarrollan las habilidades que marcan la vida de los estudiantes. Adem‡s, insiste en que los colegios deben ser tan integrales como decidan, pero deben cumplir como m’nimo con las competencias b‡sicas.
Pero los colegios no son los œnicos que se oponen a un ranking. Daniel Bogoya, director del proyecto de evaluaci—n del Distrito e investigador de la Universidad Nacional, afirma que no todo se puede reducir a un indicador de puntaje. Sin embargo, considera que antela publicaci—n del ranking, se debe buscar que haya mayor retroalimentaci—n entre los colegios, y que los ubicados en los primeros puestos ofrezcan un "subsidio cultural" a los colegios debajo desempe–o. En este sentido, Bogoya asegura que deben promover alianzas de mejoramiento, para compartir experiencias y trabajar en equipo para mejorarla educaci—n de los colombianos.

Hablan los padres

Que los colegios encuentren peros en la medici—n no es sorprendente y, de hecho, ninguna ser‡ perfecta.
Lo interesante es la respuesta positiva que ha tenido entre los padres, ya que se ha convertido en una herramienta que les permite ser m‡s participativos en los modelos pedag—gicos de los colegios donde estudian sus hijos.
De hecho, las asociaciones de padres de familia se est‡n involucrando m‡s en los nuevos modelos de evaluaci—n y algunas anuncian desde ya una participaci—n mucho m‡s activa en sus colegios.
Ese es el caso de la asociaci—n del Colegio Agustiniano Norte, en Bogot‡. Segœn Pablo Medina, su coordinador ejecutivo, la publicaci—n los hizo reflexionar sobre la necesidad de que dichas organizaciones sean m‡s proactivas en el proceso educativo de sus hijos. "No podemos servir solo de cajas menores de los colegios. Nuestro compromiso, ante todo, es con nuestros hijos". Por eso, el coordinador reuni— el Consejo de Padres para discutir con los directivos del colegio c—mo mejorar el nivel educativo del Agustiniano. La mayor’a estuvo de acuerdo en que la competencia es buena y que hay que aprender a capitalizar las experiencias de otros colegios para mejorar.
En el Colegio Nueva Granada, segœn comenta Ana Milena Montoya, presidenta de la asociaci—n de padres de familia, el ranking publicado por Dinero cre— debate y mucha polŽmica entre los padres, que se preguntaron por quŽ ocuparon el puesto 14. La junta directiva, en la que tienen representaci—n, se reuni— para analizarlo con detenimiento. "Creo que, adem‡s de la prueba de competencias, hay otros factores que nos permiten determinar la calidad de la educaci—n y que, sin duda, deben tenerse en cuenta a la hora de hacer estos an‡lisis".
En el Colegio Alem‡n, de Medell’n, la publicaci—n ha tenido buena acogida y los resultados han sido analizados y discutidos por los directivos del colegio, los profesores y los padres de familia. Incluso, van a empezar a evaluar a los ni–os al comienzo y al final de cada a–o para medir el incremento en sus niveles de competitividad. Gloria Helena VŽlez, de la asociaci—n de padres de familia, dice que adem‡s se est‡n actualizando con las nuevas pruebas de competencias y con el desarrollo de los nuevos modelos que apuntan a ense–ar a los estudiantes a saber quŽ hacer con lo que aprenden y a ser capaces de enfrentar problemas y plantear soluciones.
El impacto sobre los padres fue mucho mayor. Por lo menos en 90 colegios se han producido reuniones con los padres de familia para evaluar el modelo educativo. La encuesta de Invamer Gallup revela que el 23% de los lectores discuti— el art’culo con los directivos del colegio y las asociaciones de padres. Un 22% lo hizo con sus amigos y compa–eros de trabajo.

Nuevas pruebas


Los eventos del œltimo mes revelan que los colombianos est‡n m‡s interesados en la calidad de la educaci—n que lo que usualmente se hab’a supuesto, y que la informaci—n pœblica es un instrumento de enorme utilidad para el di‡logo constructivo entre padres, profesores, rectores y estudiantes. El esfuerzo de medici—n y difusi—n de las pruebas de calidad tiene, pues, bases firmes, y m‡s que reversarlo como han pedido algunos colegios, se deben recoger las cr’ticas, mejorar el instrumento, extenderlo y mantener pœblicos sus resultados. Por ahora, el Ministerio aplicar‡ las pruebas en 70 municipios de Valle, Atl‡ntico, Santander, Risaralda y Caldas, con el financiamiento del BID.
Finalmente, es esencial la difusi—n pœblica lo m‡s amplia posible de los resultados de las mediciones. Nuestra encuesta revela que los padres saben contextualizar esta informaci—n y la toman como uno de muchos factores de decisi—n. Pero tambiŽn hay que incluir en el proceso a todas las instituciones. DespuŽs de que se ha difundido entre padres de colegios de Žlite, las autoridades educativas deben difundirlo a los padres de todos los estratos. M‡s que como criterio de exclusi—n y comparaci—n odiosa, las evaluaciones deben verse como un mecanismo de di‡logo social para mejorar la calidad de la educaci—n, que tanta falta le hace al pa’s. 

Tomado de la Revista Dinero
Mayo 25 del 2.001/No 133.