Era adorado particularmente por los pastores que lo consideraban el responsable de la fertilidad de las manadas: si éstas no se reproducían como se esperaba, se azotaba la estatua del dios. Del nombre Pan deriva también la palabra "pánico" que indica miedo; el dios dormía en las horas del mediodía cuando toda la naturaleza estaba tranquila y si lo molestaban, lanzaba ruidos terribles que asustaban a todos. Con un grito terrible hizo escapar a los Persas que estaban invadiendo Grecia. Cuando paseaba por la campiña era acompañado, como Dionisio, por los Sátiros que eran las deidades menores de los bosques y se parecían a él en el aspecto, y por Ninfas.