Genaro Pi era un gris empleado de la Funeraria Hnos. López.
Cada mañana, desde hacía 40 años,
se levantaba a las siete y media, cogía su chaqueta gris
y se la ponía sobre su traje gris y salía a la calle,
y a las ocho menos cuarto cogía el autobús para ir
al trabajo. ¿Habrá algún cambio en su vida?
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