TEXT2>DText1Article‚+Text1HeadingB.F. Skinner fue un psicólogo estadounidense del siglo XX, uno de los behavioristas más importantes, que desarrolló una extensa investigación sobre los condicionantes que operaban en los animales y las personas. También es conocido por sus polémicas opiniones sobre la relación entre el individuo y la sociedad.

Vida y obra

Burrhus Frederic Skinner nació en Sussquehanna, Pennsylvania (Estados Unidos), en 1904 y obtuvo su licenciatura en la universidad de Harvard en 1931. Prosiguió impartiendo clases e investigando allí hasta 1936. Ese mismo año se trasladó a la universidad de Minnesota, donde se convirtió en profesor ayudante en 1937. Durante la II Guerra Mundial trabajó para la Oficina de Investigación y Desarrollos Científicos del gobierno de los Estados Unidos. Fue profesor de psicología de la universidad de Indiana (1945–48) y después en la universidad de Harvard (1948–57), donde dio clases a Edgar Pierce en 1958. Murió en 1990.

El behaviorismo de Skinner

El behaviorismo se desarrolló en los primeros años del siglo XX por el psicólogo John B. Watson (1878–1958) construido sobre la base del descubrimiento del reflejo condicionado de Ivan Petrovich Pavlov. Tanto Watson como Pavlov recalcaron que sólo se podía estudiar la mente midiendo objetivamente los fenómenos asociados y fisiológicos, rechazando cualquier intento de análisis introspectivo, lo que consideraron como una materia completamente subjetiva. Fue el trabajo de ambos lo primero que instó a Skinner a interesarse por la psicología y le inspiró a establecer nuevos estándares de rigor metodológico para desarrollar experimentos psicológicos.

Experimentos con animales

Durante la II Guerra Mundial Skinner amaestró palomas para pilotar torpedos y bombas y, cuando acabó la guerra, para jugar a ping pong. En el curso de sus experimentos desarrolló lo que se conocería como la caja de Skinner, una cámara en la que el animal podía vivir y en la que hay un objeto que el animal puede manipular. La forma del objeto difería según el animal: para las ratas era una palanca que se podía activar, para las palomas un disco que se podía picotear. Cuando el animal movía el objeto, obtenía un trocito de comida y de esta manera repetía la acción una y otra vez. La palanca o el disco también podía iniciar otros estímulos como abrir una puerta, soltar agua o dar una pequeña descarga eléctrica.

Modificar el comportamiento humano

Skinner fue conocido por el gran público en la última parte de la década de los 40 con su invención del Air-Crib. Este aparato, que consistía en una gran caja esterilizada, con aire acondicionado e insonorizada, se decía que era el entorno ideal para que un bebé pasara los dos primeros años de vida.

Posteriormente adaptó la idea de la caja de Skinner al aprendizaje humano y desarrolló la caja educativa que permitía al estudiante evolucionar al ritmo que eligiera y era premiado por las respuestas correctas. Skinner llamó a esta técnica aprendizaje programado.

Reputación

Skinner creyó que casi todo el comportamiento se seleccionaba por sus propias consecuencias, en otras palabras, que seguimos actuando en modos en que ya lo hicimos en el pasado, siempre que estas acciones nos hubieran dado buen resultado. La aproximación de Skinner se ha criticado no sólo porque niega la libre voluntad sino porque reduce toda acción humana y, según el pensamiento de Skinner, también el pensamiento y la emoción, a un mecanismo de estímulo - respuesta. Esta posición extrema del behaviorismo se ha abandonado actualmente porque se ha considerado una visión demasiado simplista de la naturaleza humana. A pesar de que los métodos de Skinner han sido adaptados en la forma de la terapia de comportamiento para tratar diversos desórdenes mentales (como las fobias), el potencial de control social indiscriminado implícito en sus ideas y técnicas ha alarmado a muchos.

B.F. Skinner (1904–90)