TEXT2>ÙText1Article /Text1HeadingTodos los seres vivos de la Tierra contienen una cierta cantidad de carbono-14 (carbono radiactivo). Ello es debido al continuo intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre los seres vivos y la atmósfera. Cuando una planta o un animal mueren, este intercambio cesa y el carbono-14 que contiene se desintegra. Los científicos saben que el período de semidesintegración del carbono-14 es de 5.730 años. Por lo tanto, después de este período, un organismo muerto contendrá en sus tejidos exactamente la mitad del carbono-14 que contenía cuando estaba vivo. La desintegración de los átomos de carbono-14 sigue a una velocidad prácticamente constante, haciendo posible determinar cuánto tiempo hace que un determinado organismo está muerto a partir de la medida de sus niveles de radiación. La datación mediante carbono se utiliza por los arqueólogos para datar organismos muertos, tales como las momias del antiguo Egipto.

Datación precisa con carbono

Recientemente se ha descubierto que los niveles de carbono-14 de la atmósfera no se han mantenido constantes. Este hecho se ha descubierto estudiando el contenido de carbono-14 de distintos anillos de árboles longevos. Se puede utilizar el conocimiento de las variaciones temporales del contenido de carbono-14 para efectuar ajustes finos de las edades estimadas utilizando la datación mediante carbono.

Datación de especímenes muy antiguos

La fiabilidad de la datación mediante carbono disminuye con la edad del organismo muerto al disminuir su contenido de carbono-14. Después de unos 120.000 años, casi no queda carbono-14 en el organismo. Los arqueólogos no utilizan la datación con carbono para estimar la edad de objetos que sean tan viejos. En lugar de ello, buscan restos de otros radioisótopos, como el uranio y el torio, que tienen un período de semidesintegración mucho mayor que el carbono-14. Se pueden analizar trazas de dichas sustancias en especímenes extremadamente antiguos para estimar su edad.

Datación mediante carbono