TEXT2>VText1Article”Text1HeadingRosalind Elsie Franklin nació en Londres, Inglaterra, en 1920 y se educó en la universidad de Cambridge, Inglaterra, donde estudió química. Después de un período de investigación, ingresó en la British Coal Utilization Research Association (Asociación británica para la investigación de la utilización del carbón) en 1942, donde usó la cristalografía de rayos X para estudiar la estructura física del carbón. Desde 1951 fue investigadora en la universidad de Londres y aplicó técnicas de cristalografía de rayos X a la biología molecular, primero en relación a la estructura del ADN, y después al virus de mosaico del tabaco. Se instaló en un principio en el King's College (1951–53), y después en el Birkbeck College (1953–58).

En 1951 obtuvo imágenes de la molécula de ADN utilizando la cristalografía de rayos X. Estas imágenes indicaban que la molécula tenía una estructura helicoidal (de espiral), lo que reforzaba la teoría propuesta por su colega Maurice Wilkins en 1950. Franklin se encontraba experimentando para demostrar este aspecto cuando, en 1953, Francis Crick y James Watson identificaron la estructura helicoidal del ADN. Estos científicos utilizaron las imágenes de Franklin para esta investigación. Si no hubiera sido por su prematura muerte de cáncer a los 37 años, Franklin podría haber compartido el premio Nobel con Crick, Watson y Wilkins en 1962.

El reto del ADN

Uno de los grandes retos a los que se enfrentaban los científicos de principios de la década de 1950 era comprender la estructura del ácido desoxirribonucléico(ADN). Durante la primera mitad del siglo XX se distinguió el papel preponderante del ADN en la transmisión de las características de herencia de una célula a otra. Pero el ADN es una molécula larga y compleja y nadie había sido capaz de establecer si contenía el código genético de todo un organismo, o cómo se podía replicar a sí misma para transmitir esta información a una nueva célula. Para comprender este hecho era necesario que se descubriera la estructura de la molécula del ADN.

El papel de la cristalografía de rayos X

Para este problema Franklin utilizó su experiencia en la cristalografía de rayos X. La técnica implicaba analizar la figura de interferencia creada por la difracción (extensión) de los rayos X cuando se disparan contra un cristal. Este análisis reveló información valiosa sobre la estructura del cristal. La técnica se podía ampliar al análisis de la estructura molecular, si antes se cristalizaba el material a considerar, en este caso el ADN.

El descubrimiento de Franklin

Ya se sabía que el ADN estaba formado por algún tipo de cadena de secuencias repetidas de bases de nitrógeno y de grupos de desoxirribosa y fosfatos. Las imágenes de rayos X que obtuvo Franklin no mostraban todas estas unidades químicas pero cada décima de la unidad parecía estar colocada en el mismo ángulo, lo que indicaba a Franklin que la cadena de unidades químicas que formaban la molécula de ADN debía ser helicoidal. Esta fue la pista fundamental para el descubrimiento de Crick y Watson. Su gran descubrimiento fue comprender que la molécula de ADN consistía, de hecho, en dos cadenas helicoidales de desoxirribosa y fosfatos, unidas por parejas de bases de nitrógeno. El orden en que se emparejaban las bases de nitrógeno era la clave del código genético. Los colegas científicos de Franklin le reconocieron la importancia de su descubrimiento, que inició una nueva época en la estructura del ADN. Sin embargo murió sin haber obtenido el premio Nobel por este trabajo.

Vida y obra