Artículo realizado por
Fernando Rodríguez "Kapit".




I. Inicios de Ocean.

Hablar de Ocean llevaría, probablemente, a ocupar el espacio de esta y 9 páginas WEB más. Jamás ha existido en Europa una compañía que creara y distribuyera tantos juegos. Era sencillamente algo arrollador. Leer una revista de la época sin anuncios de juegos de Ocean era una misión imposible, es decir, había tantos y tan buenos juegos que jamás podríamos recordarlos nosotros solos, a no ser que dedicaramos una grandísima parte de la elaboración de este número a realizar una recopilación de lo que había. Así pues, como eso es imposible, espero que los lectores más puritanos que lean este artículo sepan perdonar la omisión de todos los títulos de Ocean y que, en lugar de ello, nos hayamos ceñido a relatar los que destacaron por alguna razón especial de ese gran "oceano" de juegos producidos por esta compañía.



Ocean empieza a asentar su "personalidad".

Corría el año 1983 cuando, una nueva compañía va a irrumpir en el panorama del joven, pero floreciente, universo de los videojuegos. Será en Inglaterra y se llamará Ocean. Ya por aquellas fechas, habían empezado a introducirse otras casas en este mercado Y casi todas eran inglesas y Ocean, como veremos más adelante, no va a nacer para convertirse en "una del motón".

Uno de los juegos más destacables de esta época va a ser el primer juego en el que Ocean realizará una conversión de una máquina arcade con su correspondiente licencia, era el Hunchback y en él, manejábamos al jorobado de Notre Dame el cual, siguiendo el clásico argumento, debía de salvar a Esmeralda que se hallaba al final de un total de 20 pantallas. Hay que destacar un gran trabajo por parte del equipo de Ocean ya que su conversión llegaba a superar a la versión de los salones recreativos por dos razones. Una porque eliminaba los serios problemas de programación que tenía esta última y dos porque poseía una calidad altísima. Es uno de esos juegos en los que Ocean demuestra que no van a ser los reyes del videojuego en Europa por los títulos de sus juegos basados, la gran mayoría de ellos, en películas o máquinas arcade famosas, sino porque aunque posean ese gran tirón, tienen una calidad de desarrollo interno increible.

Otro de los programas con los que Ocean nos obsequió en sus comienzos fue Chinesse Junggler. Sus prinicipales alicientes se basaban en la calidad técnica del juego. Imaginaos, increibles efectos sonoros metidos en 48k de memoria. Esto hacía maravillas en los oidos de los jugones de la época. No sólo el sonido del programa sobresalía, tenía también unos sprites de un gran tamaño que se ajustaban a una suavidad excelente en el aspecto de movimiento. En Chinesse Junggler, debíamos de hacernos con el control de un payaso el cual, debía de manejar unos platos que tenía que colocar encima de unos palos (vaya, el típico numerito). Todo se desarrollaba en el escenario de un circo y para llevar a buen puerto nuestra misión, debíamos de mantener en un movimiento giratorio a los palos, en definitiva, un juego muy difícil pero con una gran calidad técnica.

Como podeís observar Ocean ya, desde sus principios, va a intentar alternar dos tipos de líneas de producción. Por un lado sus títulos originales, de fabricación propia, en la que querrán dejar constancia de que, para hacer bien las cosas, no necesitan el apoyarse, necesariamente, en una versión arcade de la época y, por otro lado, una gran interés por ofrecer al público de la época los grandes éxitos de las recreativas de entonces. Pero eso lo vamos a comprobar, y más a fondo, a continuación.


¡De vuelta al comienzo del artículo!