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Artículo realizado por
Samuel Rísquez
Después del divertidísimo juego de "batallas" Mario Bros, Nintendo presentó al mundo este gran videojuego, que era un lavado de cara del anterior citado y una secuela del ahora llamado The Lost Levels, que sólo salió en Japón.
El juego tenía 8 mundos divididos en cuatro niveles cada uno. El modo de avance era "recto y pa’lante" en 2D hasta llegar a una bandera que marcaba la proximidad de un castillo.
Cada cuatro pantallas, es decir, cada final de mundo, el castillo que encontrábamos al final del nivel 3, más grande de lo normal, era donde se desarrollaba la acción de final de mundo. Teníamos que llegar al final sorteando litros y litros de lava hasta llegar a una tortuga gigante llamada Bowser, que había raptado a la princesa.
Él nos estaba lanzando fuego desde allí, y teníamos que pasar por encima suyo para tocar ¿un hacha? y así hacer que el puente donde se sostenía cayera y él detrás, pero debía tener las vidas de un gato, porque a las 4 pantallas estaba ahí de nuevo.
Entonces avanzábamos un poco más y encontrábamos una seta que nos dice que gracias por rescatarla, pero (gracias a Dios) ella no es la princesita.
El juego tenía varios tipos de pantallas; uno en que era de día en prados soleados, otro que se desarrollaba en un mundo de piedra bajo el suelo, el mar, nieve, y noche. Cada uno tenía enemigos característicos.
Los prados soleados solían tener tortugas y champiñones traidores que podéis ver en las imágenes. Estos eran los mismos enemigos que en los subterráneos.
El mar tenía pulpos y peces que no había forma alguna de matar. Al menos los pececitos seguían su camino y te olvidaban, pero era extremadamente difícil deshacerse de los pesados de los pulpos, que nos seguían hasta el final de fase. Había una pequeña variación, que aparecía en prados soleados, con multitud de puentes, y los pececillos saltaban para matarte. Si te daban por debajo les matabas; si te daban por encima te mataban ellos a ti. Esta era una de las más divertidas, puesto que tenías que correr como un loco para librarte de ellos.
En la nieve de quienes no te librabas era de las balas que salían de cañones situados cada dos dedos en la pantalla, y eras considerado un verdadero genio si lograbas llegar al final. Éstos también aparecían en algunas pantallas de noche, donde también solían aparecer mucho las tortugas y los hermanos martillo.
Los hermanos martillo eran como dos tortugas sobre dos patas que se asignaban cada una unos cuantos ladrillos seguidos y empezaban a tirar martillos, y era difícil conseguir llegar a matar uno, y aún más salir de ahí sin haber sufrido daños.
Personajes carismáticos que se repitieron en nuevas entregas, un personaje protagonista aún más carismático que todos los demás juntos, y un juego con una dificultad alta y laaaaargo son una milésima parte de los ingredientes que hicieron de éste juego un gran éxito en su época, y un gran clásico ahora.
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