Guión:
"Escrito en que breve y ordenadamente se han apuntado algunas
ideas o cosas con objeto de que sirva de guía para un determinado
fin". De esta forma expone La Real Academia Española el significado
de guión. Por lo tanto, todo escrito destinado a convertirse en
otra cosa real, sea una representación interpretativa, una presentación
de un evento, o cualquier misión que cumplir, será un guión.
Pero para especificar más lo que nosotros
entendemos por guión y explicaremos líneas abajo, la Academia da
otra definición más acorde con el significado que buscamos:
"Texto que expone, con los detalles necesarios
para su realización, el contenido de un film o de un programa de
radio o televisión", es decir, entre otras lecturas, la base
escrita de una película. Esta explicación nos acerca, de forma más
específica, al tema que nos ocupa, señalando hasta el concepto de
"Film" como finalidad específica de "Guión". Sin embargo,
este guión, el guión fílmico, no deja de tener su origen en el guión
de teatro, una de las bases del cine y que no atiende a la definición
etimológica de la Academia. El teatro, y más concisamente el teatro
escrito, es el origen del guión cinematográfico. El guión teatral,
llamado "texto" o "libreto", dota al fílmico de varías
de sus características, desde la división de la historia, narrada
en actos y cuadros, que en el cine tendrá su traducción en secuencias,
a la estructura de la narración o la presentación de personajes.
En la base teatral del texto originario
de la historia, tendremos pues, la esencia de las pautas de un guión.
Así, debemos las características esenciales de la narración de un
hecho por escrito para su futura representación para el público,
a todos los autores teatrales anteriores a la aparición del cine,
ya que, una vez inventado éste, cine y teatro evolucionarán por
derroteros distintos sobre la narración visual. Estos autores teatrales
estarán representados en su origen arcaico por Esquilo y su imposición
de las bases arguméntales y coloquiales entre actores y coros, por
Aristófanes, quien dotó al teatro de crítica política, por Sófocles
y Eurípides, quienes formaron las pautas de la comedia y la tragedia
añadiendo continuamente diferentes temas y formas que estructuraron
la base teatral en tiempos helénicos, y que se reforzarán más tarde
durante el esplendor romano.
Aún pasando tiempos pobres y oscuros,
junto a las demás artes, en el medioevo el teatro resurgió junto
al mundo cultural durante el renacimiento y el barroco, en los que
el texto teatral llegó a la suma perfección con el Siglo de Oro
Español, inmerso en la búsqueda continua de la profundización temática.
Así destacan la duda, el drama, la crítica y el razonamiento hecho
palabra en la imagen descrita por Lope de Vega y Calderón de la
Barca, o el propio Shakespeare, quien dotó al teatro, junto al barroco
inglés, de las formas modernas al incorporar elementos cómicos a
grandes tragedias, comenzando una conjunción de géneros que enriquecerían
hasta límites insospechados dichas narraciones. Con estas bases
y parámetros, los franceses depuraron el estilo en el siglo de las
luces, e iluminados por la Razón y la Ilustración Corneille, Racine
y Moliere perfeccionaron el estilo de los libretos. Estilo desarrollado
durante el Romanticismo con Goethe y otros poetas, autores e intelectuales
de la época entre los que destacarían, a finales del s. XIX, los
genios de la generación del 98 con experimentos y transformaciones
de las formas literarias y teatrales, a las que estaría tan acostumbrado
Valle-Inclán. Con Valle-Inclán llegamos a los albores el s. XX,
desde los que surge, como curiosidad experimental y se desarrolla
como el gran arte e industria del siglo, el cine.
Y con el cine entramos de lleno en
el tema que nos ocupa, el guión cinematográfico, que como hemos
señalado se origina en las corrientes literarias teatrales a través
de los siglos. En los primeros tiempos del cinematógrafo las diferentes
películas no eran más que meros reflejos de la realidad, retratos
sociales de la vida cotidiana, extractos de la sociedad capturados
en el celuloide expuestos como curiosidad científica en las ferias
finiseculares. Así destacan las obras de los propios padres del
cine, es decir, los hermanos Lumière, expuestas el 28 de diciembre
de 1895, en el Grand café de parís, entre los que destacan "La salida
de los obreros de la fábrica de Lumière", "Riña de niños", "La partida
de naipes", "Derribo de un muro" o "La llegada de un tren a la estación
de Ciotat". Por tanto, como sus nombres indican, son experimentos
correspondientes a grabaciones caseras, testigos directos de hechos
anodinos robados de la vida social que carecían de guión al suponer
experimentos fílmicos que interpretaban, exponían y reflejaban pero
no narraban, estando más cerca de una fotografía o pintura costumbrista
que de una obra de teatro o una novela.
Sin embargo, pronto se sospechó de
las inmensas posibilidades que podría tener aquel invento y se descubrió
que podría ser un sorprendente vehículo para contar historias como
la literatura o el teatro. Así pues, se hizo primordial la búsqueda
de ideas, temas, argumentos que filmar e hicieran posible la narración
de historias. De esa manera se recurrió a la figura del guionista
y éste se basó en el escrito teatral para la composición del texto
cinematográfico. No por casualidad, fue un director teatral, George
Mèlies, director del teatro parisino, quien, asombrado por el invento
y por sus posibilidades pictóricas y narrativas, creó la primera
productora: Star Film, la cual rodó historias fantásticas, creando
el primer genero cinematográfico: la ciencia-ficción, como alejamiento
de la realidad y por lo tanto, como contrapunto de las obras de
los Lumière, entre las que destacaron "Los viajes de Gulliver" o
"Viaje a la Luna".
Así, el cine salió de su primaria
fase experimental de documental con cortos fílmicos narrativos que
abrieron la puerta a la explotación de todas sus posibilidades.
De esa manera el guión, aún que en un principio fuera escrito por
los propios realizadores o actores (en caso de ser cómicos rodando
sus gags) consiguió la importancia que se merecía como origen y
trasfondo de un film.
Pero este no fue el destino del guionista
como tal durante los años del cine mudo, ya que fue relegado y hundido
por la vorágine del star-system, donde las estrellas del film, fueran
Charles Chaplin, Mary Pickford o Douglas Fairbanks supeditaron la
importancia del guionista como creador de la historia.
James
Lee Barlow
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