Windows 98 beta-1

El descubrimiento de Memphis

El nacimiento del sistema operativo Memphis a principios de 1998 será el acontecimiento más importante en la historia de la informática personal desde la invención del PC.

La transcendencia del nacimiento de Memphis será tan importante como lo fueron el descubrimiento de las Españas (hoy se llaman las Américas), la imprenta, la pólvora y la radioactividad. Aquí documentamos nuestra experiencia personal con Memphis en su etapa de desarrollo beta-1. A muchos lectores les sonarán a chino los acrónimos de Memphis, pero todos debemos desplegar las antenas, desde ahora, cada vez que escuchemos o leamos en una revista de informática palabras como «canal», «emisora», «Digital Audio» o «broadcasting», o las siglas WDM, USB, DVD y otros nombres, apellidados casi todos ellos con la palabra «digital» o la «D» mayúscula como parte del acrónimo de un dispositivo de hardware o un controlador de software. La clave de Memphis será la convergencia tecnológica de la informática y la electrónica en el mercado de consumo doméstico y profesional: el PC, el teléfono y la televisión en un sistema-simbiosis instalado en los hogares, estudios técnicos y oficinas.

 

Plataforma de convergencia

Hoy, ahora, esas son las bases de desarrollo de Memphis en su actual etapa beta-1, donde ya se aprecia el germen de un proyecto faraónico abanderado por Microsoft. Pero, durante estos meses que preceden al lanzamiento del producto final, los fabricantes más importantes del mundo del hardware para PCs, de electrónica para los televisores y de telecomunicaciones, ya hacen notar su inquietud y excitación ante la revolución que va a suponer el nuevo sistema operativo. Y es que el negocio de Memphis será el primer gran negocio del milenio que se nos viene encima dentro de apenas mil días. Y en este negocio participarán, además de Microsoft, las fábricas de los «aparatos» (PCs, TVs, CDs, teléfonos «motorolas»...); los programas de software, de radiotelevisión o de red; y, sobre todo, las productoras de canales con contenidos para todas esas tecnologías.

Este es uno de los servidores donde hemos estado actualizando virtualmente nuestra beta de Memphis. Por motivo de seguridad hemos borrado la dirección.

Está claro que las industrias relacionadas con el vídeo, el sonido y la telefonía digital serán los próximos negocios de Microsoft. Esa es la clave de Memphis, que marcará un hito en la aproximación de la calidad digital a la actual calidad analógica del cine, el vídeo y la televisión. Pero para aprovechar esa capacidad, en la que se están centrando ahora los esfuerzos de los desarrolladores de terceras firmas, faltan dispositivos físicos adaptados a las puertas grandes del PC. Hace falta mucho ingenio para enchufar el PC a los electrodomésticos.

La Puerta Grande de Memphis es esa: la tecnología digital como alternativa de la actual tecnología analógica, implantada en todos los hogares del mundo, hasta en los conventos de clausura tibetanos sintoístas, si los hubiere. Esa es la lidia del primer espada Bill Gates, como demostró con la compra de WebTV a primeros del pasado abril y, en nuestro coso ibérico, con el acuerdo suscrito con la Plataforma Digital de Telefónica en su visita

Desarrollo frenético

En directo y casi a diario hemos actualizado nuestra copia original de Memphis. En su fase beta, la próxima versión de Windows se actualiza de forma cotidiana y automática -a veces dos o tres veces al día- desde una dirección de Internet que, por prudencia -no por imposición de nadie, faltaría más- no transcribimos. Pero os garantizamos que la fase actual beta-1 de desarrollo de Memphis es tan vertiginosa, colectiva y dinámica como nunca lo han sido los progresos de otros productos en la historia de la informática. En la práctica, a cualquier hora del día y de la noche, Memphis se actualiza y mejora con la aportación consensuada de los grandes de la industria y la coordinación central de Microsoft Corporation.

Esta inédita actividad y colaboración permiten asentir ante una de las pocas afirmaciones categóricas de Microsoft: «Memphis es el código de la mayor revisión de Windows en toda su historia». Por nuestra parte, los contactos personales con Memphis sucedieron a través de las primeras versiones «en pañales» de Internet Explorer 4.0 (diciembre del 96 hasta su lanzamiento), de la Developer Release de Memphis entregada en la muestra WinHEC Show -celebrada en San Francisco a primeros de abril- y de la más reciente beta-1 liberada hace unos días por Microsoft.

Todos estos contactos físicos y psíquicos sólo nos han servido para tomar algunos apuntes de lo que será el producto final, cuyo contenido se conoce mejor por varios caminos:
  • Realidad del WebPC auspiciada por Internet Explorer 4.0, que cualquier usuario con un equipo medio basado en Windows 95 puede instalar sin problemas desde el pasado 8 de abril.
  • Documentación dispersa sobre los componentes básicos de Memphis, Windows NT 5.0, Windows CE, Win32 Driver Model, Zero Administration for Windows y otras tecnologías recientes o en fase de desarrollo.
  • Experiencia personal de profesionales de Microsoft y de terceras marcas que, de modo confidencial, nos han transmitido sus impresiones y opiniones sobre las dos primeras betas de Memphis.
  • Determinados subforos de la Red, donde concurre lo más selecto y granado de la elite mundial del hacking (gracias desde estas páginas, amigos).

Nuestra experiencia personal. PC ACTUAL se adelantó hace ya tres años a la prensa europea con el análisis de la primera alfa de Chicago (Windows 95). Y el título y contenidos de nuestro pasado PC ACTUAL de mayo, «Windows 98», constituye una primicia mundial que se ha adelantado al resto de las publicaciones del orbe especializado en el tema del PC.

Insistimos en este hecho: Windows 98 será un hito en la historia de la Humanidad, y PC ACTUAL, en su número de mayo, fue la primera revista del mundo que anunció su existencia y describió sus cualidades esenciales.

Esta es la pantalla de instalación de Memphis. Como se puede ver la instalación, inteligente, dura más de media hora.

Este es el acuerdo de licencia de Memphis beta-1.

Preliminares de instalación

El estado actual de las betas que conocemos es parecido. Ninguna de ellas unifica los exploradores de Windows y de Internet. Se nos recomendó que utilizásemos Internet Explorer 3.02 para el acceso a Internet. No lo hicimos porque, como sabéis, una de las cualidades de esta revisión cuarta de Internet Explorer es su mayor nivel de seguridad. Y, en nuestra situación, era y es casi siempre una de las características que menos nos interesan cuando deseamos navegar sin cortapisas por los entresijos de Internet.

Por el momento, la inseguridad en la Red es un problema de otros, no nuestro, un asunto de burócratas que quieren proteger sus datos y que a nosotros, simples periodistas peatonales y usuarios mortales, no nos concierne.

Instalar Memphis sobre Windows 95 tiene sus particularidades inéditas. Por ejemplo, hay una instalación «corta» que no necesita una detección inicial de todo el hardware instalado. Si el usuario se lo pide, el programa instalador «se cree» la información disponible en las applets y utilidades que ya están instaladas. Memphis, en este caso, se limita a actualizarlas en su escritorio activo y en su menú de Inicio. Otra de las ventajas de esta instalación es que ofrece mayor seguridad en el arranque a prueba de fallos. Para ello, se incluyen validaciones en el fichero «logo.sys».

El sistema operativo deberá instalarse sobre una versión de Windows 95 o sobre un disco duro formateado. El diseño de los asistentes de instalación nos recordó, en algunos detalles, los asistentes de instalación de Office 97. Sólo instalamos el programa «mscdex.exe» que gobierna el CD-ROM desde la carpeta /WINDOWS/COMMAND (en realidad lo copiamos en la carpeta /WINDOWS), los ficheros básicos del sistema y nada más. Esta vez arrancamos Memphis desde el comando Ejecutar del menú Inicio de Windows 95 a prueba de fallos.

El setup del CD de Memphis se encuentra en la ruta D:ññMEMPHISññSETUP.EXE. Como sucede cuando se instala W95, Memphis nos preguntó si queríamos grabar un disquete de arranque. Lo hicimos y comprobamos que ahora ya no era necesario prevenir un fallo total del disco duro, con la consiguiente pérdida de los ficheros que configuran el CD-ROM.

Para prevenir otros fallos, también se pregunta al usuario si desea guardar una copia de seguridad de su antiguo sistema. Si se acepta este término, la copia se almacena en una carpeta que ocupa unos 50 Mbytes y que permite regresar, de forma limpia, cuando se quiera, a la configuración inicial. Si deseamos borrar todo lo anterior e instalar sólo Memphis con su propio disquete de arranque, comprobaremos que ahora no necesitaremos recurrir a otras copias autorizadas ni instalar el controlador correspondiente a nuestro CD, ya que en el disquete de inicio se instala un driver genérico.

Por ejemplo, una de las funciones del setup es liberar el disco duro de los archivos superfluos, repetidos o inútiles. Como luego, al cabo de varios meses, hemos reinstalado Memphis otra veintena de veces para apuntar sus pormenores, podemos ahora certificar que se trata de un producto seguro, respetuoso con la antigua configuración de Windows 95.

Comprobamos con el «scandisk» y otros comandos de disco la partición de la FAT32 (similar, si no idéntica, a la de Windows 95 OSR2). Aclaramos que, aunque no hemos detectado fallos cuando hemos corrido Memphis en este nuevo sistema de localización de archivos, la cuadrilla del Laboratorio Técnico ha ejecutado la mayor parte de nuestra faena con Memphis en terrenos de la FAT32. Y eso que casi todos utilizamos ya, sin problemas, la FAT 32 de OSR2.

Sin Explorer 4.0

Comprobamos el Explorador. Ya sabíamos que no disponíamos del Explorador 4.0 porque nos lo habían dicho unos amigos -también buenos aficionados a esta «Fiesta Memphis»- de la InfraRed del tendido Siete. Pero certificamos por nuestra cuenta que el Explorador de esta beta es el mismo de Win 95, en inglés, con fecha del 24 de agosto del 95 (día del lanzamiento de Windows 95), como bien anotamos para curiosos lectores.

También certificamos que se instalaban correctamente Internet Explorer 3.01 y 3.02. Repetimos que preferimos la 3.0 porque, si nos empeñamos (como hicimos), podemos maniobrar con ella en casi todas las suertes de la Red de nuestro disco duro y hasta el disco duro del vecino.

La impresión general con que concluimos la instalación es que Memphis es más automático que Windows 95, hace menos preguntas, se «rebota» menos veces y no espera para hacerlo el consentimiento del usuario. Otra de las ventajas añadidas es la eliminación en los primeros pasos de la instalación de la pregunta sobre qué tipo de configuración se desea instalar (Completa, Estándar, Portátil o Personalizada). Memphis se instala con lo básico y luego pregunta, cuando ya funciona en modo gráfico, si se desea explorar la configuración del sistema para obtener información sobre los recursos instalados.

Si hemos pisado Windows 95 con Memphis, este proceso será breve, ya que se respetarán la mayoría de los parámetros de la anterior configuración.

El primer «paseíllo»

Como queda dicho, el sistema se instala casi sin hacer preguntas, comprueba el estado del albero con su «scandisk» y entra con nobleza, aunque sin humillar, con la cara alta y las patas por delante, cuando ejecuta las primeras suertes fáciles de Windows.

Nuestra disposición ante el nuevo sistema operativo es la misma que la de los buenos aficionados cuando sale el toro a la plaza. No es bueno recibir al primero de la tarde, al primer toro que se «instala» en la plaza durante la corrida, a «porta gayola» y atosigándole desde el principio, con pases cambiados que le levanten la cara y el mal genio ni medias verónicas que le rompan los riñones. De forma que, como buenos aficionados, dejamos que Memphis corriera un poco a su aire durante su primera hora de lidia en nuestro disco duro.

La primera impresión que nos causó la sobriedad de Memphis fue casi la misma que la que nos produjeron, hace ahora un año, las primeras <I>betas<P> de NT 4.0. Pero en su edición final, la interfaz de IExplorer 4.0 no supera a la de Windows 95. Eso no ocurrirá con la edición final de Memphis, pero sí sucede ahora, en su fase beta-1, en la que lo más importante, desde luego, no es el maquillaje ni los avances en la facilidad de uso demostrados palpablemente, para curiosos, con el reciente Escritorio activo de IExplorer 4.0.

No nos pasaron desapercibidos, sin embargo, algunos detalles como el mayor número de fichas de configuración en los paneles de opciones. Ahora, hay hasta tres filas de separadores en cualquier caja de diálogo. En primer plano, aparece abierta la carpeta principal solicitada. En la parte superior de la ventana de diálogo están los separadores de las opciones relacionadas con aquella que ha abierto el usuario.

Durante el primer tercio de capa, fue cuando tentamos Memphis en terrenos fáciles, sin sacarle de su querencia: rastrear el disco duro, comprobar controladores, hacer bases de datos con los dispositivos instalados, elaborar nóminas con los drivers correspondientes a esos controladores, mostrar el estado de la memoria, los puertos, el módem, la impresora... A pesar de que no teníamos instalada ninguna impresora, Memphis reconoció instalada una marca extraña con un «gtsptss.vxd» que no nos sonaba de nada. De todas formas, aunque el sistema de arranque se paraba para advertirnos de este «error» cada vez que iniciábamos el PC, la cosa no pasó a mayores. Luego descubrimos este controlador con el «Editor de registros», lo borramos, y se terminó el problema.

Intentamos sacar a Memphis de su querencia: la comprobación permanente del estado de los WDM (luego hablaremos de eso). Capote en mano, preparadas las banderillas y los picadores, comenzamos en el segundo tercio de la tarde -tercio «de serie»- con la comprobación de las puertas de serie y otros chiqueros de nuestro PC y la instalación de los accesos a redes y a Internet. No hubo problemas ni sorpresas. Con IExplorer 3.0 fuimos a la dirección «X». Y que nos perdonen los curiosos por no copiarla aquí, que no es por falta de ganas, sino por prudencia y cortesía con Microsoft Ibérica.

Pero vaya por delante que no lo hacemos porque nos ligue ningún pacto de silencio con Microsoft respecto a Memphis, cosa de la que -recordamos- no pueden presumir la mayoría de las publicaciones técnicas españolas.

Tercio de serie

Con el Gestor de Actualización Internet empieza el segundo tercio de la tarde, el de varas, que hemos llamado «tercio de serie», donde se automatizan los procesos de búsqueda en la Red y carga de los controladores, parches y paquetes de servicios más recientes. Esta autocarga, pensada para actualizar nuevas revisiones de Memphis, permite que las actualizaciones del software sean cargadas automáticamente desde Internet. Será necesario que los fabricantes de aplicaciones se acojan a esta posibilidad para que sus productos entren en el catálogo de instalación de Windows.

Con medias y chicuelinas, cambiándole la suerte a Memphis, mirando a los «medios» de Internet, templamos vía InfoVía 055 hacia esa dirección «X» de la Red a la que acceden, que sepamos, todas las prebetas y betas-1 de Memphis instaladas en el mundo (¿100? ¿200? ¿llegan a 500?).

Son copias que están en manos de los primeros espadas mundiales del hardware y del software, desarrolladores de dispositivos (desde impresoras hasta lectoras de vídeo digital), que las utilizan, mayormente, para adaptar sus controladores al Win32 Driver Model (WDM), del que ya hablamos en el número anterior (este mes comenta este «hierro» estándar de la industria y otros controles de Memphis nuestra revista hermana HOME PC).

Banderillas virtuales

La primera vez que nuestro Memphis, recién instalado, sin banderillas y sin picar, accede a ese sitio de la Red -suerte de varas; una página muy fea y mal encarada, dicho sea de paso- el sistema de control remoto tarda como una hora -una horita corta, que dirían las parturientas- en repasar nuestro disco duro, copiar y mover a su antojo no sabemos qué. Sólo vemos parpadear la lucecita del disco duro y escuchamos el charrasqueo del trasiego de ficheros.

Finalmente, aparecen unas ventanas de diálogo con un menú de dispositivos controladores que, creemos, se renueva todos los días varias veces. Sospechamos que el sistema remoto de instalación vuelve a hacer un «scandisk» a nuestro disco duro. Luego, aparecen archivos «monitores», esas ventanas con gráficos y tablas que muestran visualmente el estado general del sistema y la situación particular de algunos dispositivos instalados.

Tenemos ocasión de conocer el «Dr. Watson», versión 32 bits: elemental. El «Dr. Watson 32» incorpora los botones «Detaills», que permitirán una mejor detección de los códigos erróneos (bugs). No nos hemos bajado todos los recursos, porque no nos cabrían en el disco duro, pero, por curiosidad, hemos seleccionado algunos controles multimedia relacionados con el DVD (Digital Video Disk, según unas fuentes, o Digital Versatile Disk, según otras). En nuestro PC tenemos instalados ActiveMovie y la versión antigua del DirectX, que vienen empaquetadas en la suite IExplorer 3.01 junto a otras herramientas multimedia (y otras cosas que no vienen al caso; Netmeeting, NetShow, etc.). Microsoft promete que con Memphis nacerá una nueva generación de aplicaciones para el tratamiento del vídeo y del sonido que erradicarán para siempre las «malas» influencias de Quick Time (licenciado por Microsoft a Apple en 1992, cuando fue lanzado Windows para trabajo en Grupo 3.1).

Recapitulamos: las características de esta beta durante el primer tercio de capa es el rastreo de nuestro albero para comprobar las posibilidades de instalación del Win32 Driver Model. Para eso no es necesario -lo hemos comprobado- que nuestro coso esté formateado con la FAT32.

Durante este proceso, el monitor de nuestro PC se enciende y se apaga varias veces durante unos segundos. Son, para entendernos, los primeros barruntos de la tecnología de administración de potencia basada en OnNow. En un futuro, OnNow aportará mejoras en la gestión de la corriente eléctrica y proporcionará el acceso instantáneo a las aplicaciones del PC, de la misma forma que ahora accedemos a las cadenas de televisión cuando encendemos el televisor de forma inmediata y sin prolegómenos de arranque con el mando a distancia.

Tras estos preliminares, podríamos, opcionalmente, utilizar un convertidor instalado con el sistema para reciclar nuestra unidad de disco a la FAT32. Este formato es muy superior al de la actual FAT16, ya que viene acompañado por herramientas a medida. Tal es el caso del Asistente optimizador de la desfragmentación del disco, que ahora almacena con mayor eficacia los archivos en el disco duro y mejora los rendimientos de las aplicaciones utilizadas con más asiduidad por el/los usuario/s del sistema.

Esto nos da pie para recordar que Memphis, como Win 95, es un sistema con multitarea de asignación de prioridades (preemptive multitasking), pero no multiusuario (multiuser) en el sentido de NT 4.0. A pesar de todo, como sabemos, tanto Windows 95 y como Memphis pueden configurarse en un mismo PC para varios usuarios que, de modo no simultáneo, utilicen el mismo ordenador pero con diversas posibilidades de interfaz gráfica y de acceso a aplicaciones y carpetas. Este matiz es muy importante para entender la diferencia radical de Memphis con Windows NT 5.0 Workstation, que será presentado en sociedad, junto a su padre NT Server 5.0, el mismo día que Memphis, a primeros del 98, ya quedó dicho.

Va por derechas

El Gestor de Actualización y el Asistente de nuestra primera desfragmentación son plenamente operativos, muy eficaces y nítidos, y como es propósito de esta lidia, no enrabietan al «toro» atosigándole desde el principio, sobre todo si es un toro beta con pocas yerbas y de incierto trapío.

De forma que, ahora, en nuestro tercio de muleta -nos quitamos la montera para obtener la venia de Bill Gates- nos encontramos un Memphis «burraco», serio y sobrio, bien picado y templado, sin los oropeles de IExplorer 4.0 ni el escritorio activo (serán implementados en la fase final de la beta), con total libertad para conocer, de poder a poder, sin los resabios de Windows 95, el Win32 Driver Model, el Universal Serial Bus, el Digital Versatile Disk (que Microsoft denomina Digital Video Disk) y el monitor y administrador para la configuración de potencia Advanced Configuration and Power Management (ACPM), cuyo componente manifiesto es la tecnología OnNow (responsable, por el momento, de unas conexiones eléctricas para las que el bus de nuestro modesto MMX no está diseñado).

Pero con este toro, un poco mermado de facultades, es con el que vamos a ejecutar la suerte suprema, de poder a poder, recibiendo en la suerte contraria, como debe ser, si se deja Memphis. Vamos a ver en qué consiste la Plataforma de Innovación:

Nuevo modelo universal de controles: Win32 Driver Model es un modelo nuevo y unificado. Se ha desarrollado pensando en los futuros Windows, pero hoy se están diseñando con sus especificaciones los dispositivos nuevos creados para los actuales Windows 95 y NT 5.0.

WDM ha sido diseñado para añadir algunos servicios del kernel de Windows NT a Memphis a través del controlador virtual especial «ntkernel.vdx». Esto permite a Memphis mantener el patrimonio heredado de esa tecnología superior para soportar dispositivos controladores de este modelo avanzado de desarrollo.

WDM ofrece soporte para dispositivos físicos individuales, tales como tarjetas de red, tarjetas de sonido, monitor o fax-módem. Todos estos dispositivos están gobernados por un conjunto de controladores compatibles con Windows 95 y Windows NT. WDM permitirá trabajar a Memphis con las mismas fórmulas que Windows 95 y Windows NT 4.0. A su vez, aportará nuevas clases de controladores de dispositivos y buses para cada periférico o dispositivo de entrada y salida de datos.

Nuevo Administrador de potencia: Las especificaciones Advanced Configuration and Power Interface (ACPI) combinan un plug and play mejorado con la gestión avanzada de potencia eléctrica que, entre otras posibilidades, mantiene en estado de espera los dispositivos que no se están utilizando. Soporta las expansiones multimedia de los Intel MMX, que funcionan a menos voltaje que los Pentium normales.

ACPI es un controlador inteligente que aprovecha al máximo los recursos del sistema cuando éste se encuentre inactivo y recibe, por ejemplo, un nuevo mensaje. El Administrador de potencia sólo utilizará los chips, tarjetas y dispositivos necesarios.

Tecnología OnNow: Ligadas al administrador de potencia están, totalmente integradas en el sistema, las tecnologías OnNow y Zero Administration. OnNow facilita y mejora el mantenimiento del PC a través de varias interfaces de estado del sistema y preferencias de configuración.

Por su parte, Zero Administration permite una actualización permanente y desatendida del sistema conectado en red.

Soporte para el hardware más reciente: En el número anterior ya mencionamos las características técnicas del Universal Serial Bus (USB), el Digital Versatile Disk (DVD) y los últimos dispositivos multimedia. El mayor paso en este sentido es el soporte para la arquitectura gráfica de Intel AGP (Intel Graphics Architecture), que será incluida en DirectX. Esta arquitectura aprovechará las nuevas versiones Activemovie 2.0 y DirectX 5.0 y ActiveX, que no tenemos el gusto de conocer todavía.

Guiones Activos (scripting): Windows Scripting Host (WSH) es un lenguaje de macroinstrucciones de VBScript o JavaScript ejecutables directamente desde el escritorio o desde la línea de comandos del «Ejecutar» de Windows, sin necesidad de lanzarlos desde documentos de hipertexto HTML. La interfaz de Scripting Host es un shell típico de carpetas y subcarpetas en el que se pueden escribir directamente comandos script de ActiveX. La idea es similar a la de un guión cinematográfico que prevé el comportamiento de cada uno de los actores.

En el caso de Memphis, estos guiones permitirán la actualización periódica, mediante determinados intervalos de tiempo y temas, de las bibliotecas ActiveX, hoy residentes, en su mayoría, en los ficheros con extensión.«dll».

Soporte para adaptadores gráficos: Como Windows 95, Memphis es multitarea y permite correr dos aplicaciones simultáneamente. La novedad de Memphis es que una aplicación puede correr en un monitor y otra en otro. Para ello pueden usarse tantos adaptadores display como tarjetas PCI disponibles.

Pero recuérdese que Memphis no es un sistema multiusuario: no permite trabajar en una misma máquina, simultáneamente, a dos o más personas. (Recuérdese también que Windows NT 5.0 sí será un sistema multiusuario y que, según Microsoft, será lanzado al mismo tiempo que Memphis).

Y mucho más nos ofrece Memphis: nuevos adaptadores gráficos; centenares de controladores para discos duros más capaces, módems más veloces y monitores con mayor resolución; soporte para nuevos dispositivos backups, incluidas las cintas magnéticas SCSI y otros nuevos mecanismos; más controladores para captura de imágenes y vídeo...

Y en cuanto a redes locales, se añaden nuevos protocolos de control «punto a punto« (Point-to-Point Tunneling Protocol); protocolos de Internet actualizados (IP Conferencing); soporte para redes ATM; implementación de los nuevos protocolos de transferencia TCP/IP IGMP versión 2.

Indultado

Como sucede con los becerrillos utreros, Memphis no es todavía un cuatreño «pablorromero» digno de lidiar la suerte suprema del toreo: la de matar recibiendo y contra querencia. Así que, como hay más días que longanizas, devolvemos Memphis a los corrales con una banderilla testimonial, con la esperanza de que gane peso durante las próximas yerbas y s nos presente la próxima vez con el pelaje de un Victorino y el poderío de un Miura capaz de prestar mayor atención a la muleta y de mostrarnos un pelaje más atractivo. Memphis es todavía joven, y, como decía con harta sabiduría Rafael el Gallo, «lo que no puede ser, no puede ser, porque además es imposible». De momento, y hasta el mes que viene, que Dios reparta suerte. Nos vemos en Memphis.

El servidor «X» está rastreando nuestro ordenador para ver los ficheros que nos faltan.

 

¿Sabías que...?

La historia de Windows es casi tan larga como la del PC Recordemos que:

  • Windows nació como interfaz gráfica de MS-DOS/PC-DOS desde la invención del disco duro hasta el actual Windows 3.11.
  • Windows es un sistema operativo oficioso desde las primeras versiones de OS/Presentation Manager, desarrolladas por Microsoft para IBM.
  • Que de esa experiencia, abandonada en 1990, nacieron, primero, Windows 3.0 bajo DOS 5.0; luego DOS 6.0 «para» Windows (ese fue, en su día, el título de portada de PC ACTUAL); después Windows NT, y más tarde NT Server y NT Workstation 3.5, con la profunda revisión 4.0 de 1996.
  • Que, por primera vez, la interfaz gráfica de Windows da el «salto» a sistema operativo el 5 de septiembre de 1995, en España, con Windows 95.
  • Que, hasta la fecha, la revisión más grande que ha experimentado Windows como sistema operativo es Windows 95 OSR2.
  • Que la mayor revisión técnica del sistema operativo Windows de escritorio ha sido Windows NT 4.0 Workstation, aunque nunca ha alcanzado a Windows 95 en sus innovaciones respecto a la interfaz de usuario; tampoco era su objetivo, esa es la verdad.
  • Que la mayor innovación de la interfaz de Windows se encuentra en Windows Plus y, sobre todo, en IExplorer 4.0.
  • Que, teóricamente, Memphis puede instalarse en un «PCsaurio« i386 de los de antes de la Guerra -la de los browsers- con Windows 95. Según Microsoft, no hace falta ni ratón ni CD-ROM, según esos mínimos que acompañan y documentan el CD-ROM de instalación de la beta de Memphis. Son las bromas de siempre, que casi no merece la pena ni comentar.

Un ejemplo de las posibilidades de configuración de periféricos de Memphis. En este caso se refiere a escáneres y cámaras

  • Y que el último sistema operativo Windows fue Windows CE, presentado en noviembre de 1996. Tuvimos ocasión de informar sobre él cuando lo probamos, por esas fechas, en la sede de Microsoft Ibérica, instalado en el primer prototipo de HandHeld PC creado conjuntamente por Intel y Microsoft. Bill Gates no ahorra alabanzas para este sistema operativo, en el que ahora cifra las actuales expectativas inmediatas de Microsoft.

 

Primicia mundial

El primer contacto con Memphis fue anticipado, a escala mundial, por PC ACTUAL en su pasado número de mayo. Sorprendió a propios y extraños que una revista española se adelantara informativamente a las norteamericanas y al resto de las publicaciones europeas. Desde Seattle hasta Madrid-Tres Cantos (sede de Microsoft Ibérica) corrió la noticia de que PC ACTUAL había revelado a sus lectores, en primicia informativa mundial, las claves de Memphis. Eso ya es historia.

Lo de ahora, lo de este mes, es que la mayoría de las publicaciones técnicas, españolas y mundiales han suscrito con Microsoft un pacto de silencio sobre Memphis. Un silencio conseguido a cambio de evaluar y participar en el programa oficial betatester de Memphis.

PC ACTUAL ha optado por informar a sus lectores mes a mes sobre todo lo que concierne al futuro Windows 98, conscientes de la importancia estratégica del tema. Para ello consultaremos todas las fuentes, oficiales y oficiosas que nos aporten datos sobre Memphis. Nuestra principal arma es la Red, fuente inagotable de documentación, experiencias, programas y foros de discusión. A través de Internet hemos hecho amigos en la otra punta del globo, hemos intercambiado información, hemos conseguido betas... Pero también hemos hablado con Microsoft, a pesar de sus recelos a hablar del proyecto Memphis.

En este sentido, hemos confrontado cada punto de la información publicada en mayo con Juan José Carmena, responsable de producto de Microsoft Ibérica. Carmena ha felicitado a PC ACTUAL por su primicia mundial, nos ha confirmado cada una de las características de Memphis que describíamos en aquel artículo y ha discrepado con razonadas sinrazones de nuestra crítica feroz -y nos quedamos cortos- sobre Microsoft Network y el resto de las nefastas herramientas de comunicaciones de Windows 95.

Finalmente, Carmena nos ha ampliado con todo lujo de detalles todas las cuestiones técnicas sobre la fase de desarrollo de los diversos componentes de Memphis que ahora se condimentan en las «cocinas» de los más importantes fabricantes del software mundial.

Carmena se felicitó, además, porque «en España, por suerte, la prensa es libre» y pidió cortésmente a PC ACTUAL comedimiento en la publicación de pantallas sobre la interfaz gráfica de Memphis. Por nuestra parte, admitiremos tal recomendación teniendo en cuenta que sólo es eso: una recomendación.

En cualquier caso, os facilitaremos en este artículo algunas claves para acceder y conocer libremente nuestras fuentes públicas de información en Internet, tan concurridas como CNet, News.com o Desktop.com, CNN Financial, TechWired y otras. También es amplia y muy prolija, al alcance de los niños, la información técnica sobre las jornadas y ponencias de la pasada conferencia de fabricantes de hardware WinHEC 97, celebrada a primeros del pasado abril en San Francisco (California), a la que PC ACTUAL asistió «virtualmente», en directo y al minuto, a través de fuentes de primera mano, que revelaremos a su tiempo si se nos autoriza.

 

El negocio de ahora

Aclaremos algunos aspectos del negocio de Windows. Por ejemplo, que hoy, el récord en ventas de Windows NT Server lo ostenta IBM, la todavía Número Uno mundial de la industria informática, quién lo diría, que lo instala en la mayoría de sus poderosos sistemas servidores basados en micro y minisistemas de Intel y Motorola (PCs Pentium, PowerPCs, miniordenadores AS/400...). Y Oracle, Número Dos del mundo del software, tras Microsoft -es toda una paradoja para una empresa que odia cordialmente el DOS- suministra la más potente, rentable y reconocida base de datos para Windows NT.

Con lo que se demuestra que Windows no es sólo el negocio de Microsoft. También es negocio para sus competidores más directos, para sus socios de la industria (sobre todo para Intel) y casi para el resto del universo tecnológico global... Salvo, hasta la fecha, para las productoras de contenido audiovisual, tanto para emisoras de radio como de televisión.

Precisamente será Memphis el primer paso con el que Microsoft normalizará esa situación atípica. Por eso, hoy, los grandes competidores de Microsoft no son los fabricantes de la industria informática, sino las productoras de radio y televisión, sobre todo aquellas que emiten contenidos digitales por cable. De momento, en España, la Plataforma Digital liderada por Telefónica ha suscrito importantes compromisos con el propio Bill Gates durante su visita a Madrid con motivo del pasado «Mundo Internet 97».

Desde esta pantalla podemos optimizar al máximo el rendimiento de nuestro equipo desde el punto de vista de la alimentación eléctrica.

 

Tragedias de un usuario mortal

A toro pasado, más de tres meses después de nuestra primera instalación, os contaremos antes de pasar a mayores y lidiar el primer tercio de Memphis otra de nuestras tragedias con la pre-beta. Como queríamos un escritorio activo, una agenda de Windows, un explorador único para el disco duro y para Internet, etc., claro, se nos ocurrió la feliz idea de instalar IExplorer 4.0 sobre Memphis conIExplorer 3.0.

Craso error. Instalarse, se instaló el programa, pero empezaron a verse las ventanas de los asistentes y de las carpetas como visores de gráficos desgobernados, difíciles de refrescar y, peor aún, de desinstalar. De forma y manera que, para ahorrarnos sufrimientos, volvimos a reinstalar Memphis desde cero, con el disco duro virginal, formateado en frío, luego con el sistema del disco de arranque de Win 98, el certificado de Windows 3.1 y el modo de Win 95 a prueba de fallos sin aplicaciones ni utilidades.

Tambien cometimos el error del principiante, aunque llevamos ya varios miles de instalaciones de sistemas operativos en nuestro historial. Decidimos que lo mejor era cargarse el sistema operativo antiguo con el nuevo, y optamos por formatear en frío, a bajo nivel, nuestro disco duro de 1 «giga». Todo tardó el tiempo previsto, no surgieron problemas para arrancar el PC desde la unidad A:ññ>.

Pero las cosas empezaron a complicarse cuando, una vez ejecutado el «Fdisk» para eliminar todas las particiones y el formateado en caliente y con sistema nuestro disco duro; instalada ya nuestra unidad CD Mitshumi x8 y tecleada la para nosotros consabida orden «d:ññmemphisññsetup» en la línea de comandos del DOS, caímos en la cuenta de que nuestro disquete de arranque había sido creado con NT 4.0 Workstation (nuestro anterior sistema) y que, cuando «rebotábamos» el PC con un disquete de arranque de Win 95 se nos pedía de nuevo un formateo con sistema del disco duro y «un producto autorizado« (¿?) de la actualización de Win 95. Misterios.

Pantalla de configuración de las propiedades de marcado.

Luego -ya lo habréis supuesto- resultó que ese producto autorizado era Windows 3.1. El caso es que el sistema comprobó que teníamos ese «disco autorizado» y que disponíamos también de Win 95.

No nos servía NT 4.0 Workstation. Y a pesar de lo que indicaban los ficheros «readme.txt», tuvimos que instalar primero Windows 95 y después, sobre él, Memphis. El proceso de configuración fue más rápido y ameno que el de Windows 95.